sábado, 11 de septiembre de 2010

CRUZ DE JUÁREZ


Cruz de Juárez.
Cruz de Juárez.

Mientras Conchi y yo hacíamos hora para pasar una agradable velada con nuestros amigos Paco y Encarna, me acordé de la leyenda de la Cruz de Juárez, pasamos por allí y le hice unas fotografías. Antes, el calvario o humilladero, estaba en las afueras de la ciudad, éste al que nos referimos estaba camino de la sierra, dirección Molinillo Sansueña, hoy está en un hermoso barrio, en una confluencia de avenidas, y delante del Centro Cívico Norte. A la izquierda el jardín en lo que se convirtió el recorrido del ferrocarril; frente la subida a la Asomadilla y el fabuloso parque de la ídem.; a la derecha dirección Santos Pintados, en espera de esa gran obra que dará continuidad al puente que no va de momento a ningún sitio, pues Córdoba somos muy dados a obras inacabadas.

Delante de la cruz figura una inscripción, sin que esté datada la misma, dice:

“Vestigio de un antiguo calvario o asiento de una novelesca tradición siempre presidió este encuentro de caminos la santa enseña de la cruz.”

 Inscripción.
Inscripción.

En el texto está prácticamente el guión de la historia, novelesca, por no tener crédito la misma estándo en el mundo de lo ficticio.

Si partimos de los llanos del Pretorio, son varios los caminos que tenían los cordobeses de antaño: el de los Arenales, camino de la sierra salpicado de multitud de Huertas y Rosales; el de los toros; el de Trasierra, o a la Albaida, y uno que se dirigía a Santo Domingo, o Santuario de Scala Coeli (Escalera del Cielo), del que decían sus ocupantes era un lugar insalubre, cuando decidieron bajar al Convento de los Mártires de la Ribera. Otros intereses tendrían los frailes, porque el lugar no puede ser más hermoso y saludable.

Desde el Convento de la Merced existían varias cruces instaladas que configuraban un Vía Crucis, hasta la última que es la que nos ocupa, que se colocó en unas gradas y se le dio el nombre de la finca cercana, propiedad del Sr. Juárez. En la Obra Tradiciones Cordobesas, de la que sólo se publicó el primer tomo, está relacionada la novelesca historia.

 Desde otro ángulo.
Desde otro ángulo.

Una enorme fortuna era la que poseía Antón Juárez, con fama de buen ciudadano y esposo ejemplar, cuya esposa estaba enferma, evidentemente virtuosa, piadosa y religiosa en extremo, de hermosura decadente por la enfermedad. Antón sin embargo, a pesar de sus frecuentes visitas a la Merced y otras parroquias no era tan “bueno”. Tenía un compadre –es importante tener un buen compadre o no tenerlo, de eso entiendo yo bastante pues los dos únicos compadres que he tenido me han salido rana, hasta el extremo que decidí apostatar para romper ese vínculo y me diesen de baja de esa filiación. Imposible apostatar, por lo que es un castigo divino supongo por mis errores-. Con el compadre de Antón -que sería más o menos como alguno de los que tuve y me arrepentiré siempre de haber tenido-, vivía una hermosa joven de la que el caballero estaba enamorado.

Ya está el guión estructurado; una esposa enferma, más buena que el pan, pero enferma, una veinteañera dispuesta, y un compadre que empujaba y facilitaba los encuentros, seguro que por sus intereses. Tanta tentación y carencias, terminaron por debilitar los pocos principios que quedaban a D. Antón, y decidió acabar con la situación de forma criminal, asesinando a su esposa. Aprovechando la primavera y el deseo de salir a una casa que tenían en el campo, urdió su plan. Cuando llevaban pocos días en el campo, se inventó una cacería con sus amigos y dejó sola en la casa a su mujer con las criadas varios días. Uno de ellos, en el que se había desatado una tormenta, a media noche, bajó a caballo a su casa de incognito y con una daga a la que había quitado la empuñadura, asesino a su esposa que estaba dormida, dejándole la daga dentro del cuerpo.

Dice la historia: “la introdujo en el cuerpo de aquella desgraciada, de manera que su muerte pudiera atribuirse a la enfermedad que ya hemos dicho padecía.” La verdad es que no se cómo se puede hacer eso pero… lo cierto es que la mató, pero antes de morir ella se despertó de su sueño y como le conoció, le dijo:

-¡Te perdono Antón! -No podía ser menos siendo tan piadosa.

En ese momento un rayo -que seguro sería divino-, prendió fuego en la casa. Antón salió corriendo a por su caballo, y tuvo que pasar el torrente en que se había convertido el arroyo, volviéndose a la montería. Hasta allí llegaron las noticias del suceso, y fue avisado. Las muestras de dolor fueron grandes a pesar de llevar temiendo el acontecimiento desde hacía tiempo, por su enfermedad. Un primo de su mujer sospechaba pero no tenía pruebas. Se celebró el entierro y la esposa fue depositada en un panteón que tenía la familia en un convento.

Pasados dos años, Antón se casó con la jovencita. Y transcurridos diez comiendo perdices, falleció otro miembro de la familia, que se hubo de enterrar en el mismo panteón, al hacerlo, el primo que sospechaba de él participó en el enterramiento, al tener que mover los restos de la esposa de Antón para enterrar al otro familiar, estos se deshicieron y quedó al descubierto la daga de Antón Juárez entre ellos. Antón fue acusado de la muerte de su esposa. El compadre le facilitó un médico que dijera que estaba enfermo para dilatar la acción de la justicia. Así ocurrió, el Corregidor ante la explicación del médico y el estado aparente de debilidad lo dejó en su casa.

Esa noche prepararon la huida su compadre y él. Ensillaron dos caballerías y a una tercera le cargaron un cofre con joyas y dinero. Se citaron en el cruce de caminos, e iban vestidos de frailes. Cuando se disponían a partir el compadre le pidió, en virtud de lo que estaba arriesgando, le diera la mitad de la fortuna, Antón asintió y nada más iniciar el camino intentó matar al compadre, pero éste fue más hábil y quien cayó muerto fue él. Cuando el prior de los franciscanos fue a ver qué fraile era el que había muerto descubrieron que no era fraile, era Antón de Juárez.

Se pensó que se había suicidado por temer a la justicia, pero la esposa dijo que se había marchado con su compadre llevándose un cargamento de dinero y joyas. Al compadre lo cogieron en Extremadura y lo trajeron a Córdoba. Fue condenado a muerte y ejecutado en el mismo lugar del camino. La hermandad de la Caridad que se encargaba de los cadáveres de los ajusticiados erigió posteriormente la cruz por el suceso.

 Aérea de Google del emplazamiento.
Aérea de Google del emplazamiento.

Y colorín, colorado…

Crímenes pasionales, historias novelescas, etc. etc. la realidad se presupone como lo que se dice en el principio: “Desde el Convento de la Merced existían varias cruces instaladas que configuraban un Vía Crucis, hasta la última que es la que nos ocupa, que se colocó en unas gradas y se le dio el nombre de la finca cercana”.

Fotos del autor.
Bibliografía T. Ramírez de Arellano.

16 comentarios :

Rafael Arjona dijo...

La mar de interesante, Paco. Y además, contado con mucha gracia. Con lo de los compadres me he reído bastante. Puede ser una leyenda, pero en la mayor parte de las leyendas hay un fondo de verdad. Por cierto, ¿no se sabe en qué convento enterraron a la esposa?

Paco Muñoz dijo...

Lo de los compadres es casi verdad, lo único que no lo es del todo es la apostasía, entre otras cosas por que un amigo la hizo y le han puesto todas las pegas del mundo, y al final no lo han "borrado" de las listas. Por lo demás es demasiado suave.

En cuanto al convento no he encontrado nada sobre ello, creo que no es verdad nada y si tiene algún viso de realidad ya está suficientemente difuminada.

marti dijo...

Sigo tu blog, a pesar del ritmo stajanovista que imprimes a tus entradas, y es un mosaico de personajes,lugares, situaciones y ambientes que, en más de una ocasión,hacen reflexionar.
La documentación adjunta, se agradece junto a tus comentarios, y del resto de seguidores, abundando en lo que haga falta. Hay un aspecto que intuyo dominas y no prodigas: la galería de personajes, hechos, sucesos, etc.. de los sesenta y setenta del siglo pasado. Algunos han llegado hasta ahora. No te hagas de rogar, si me lo permites.

MariaJU dijo...

Siempre tienes una historia por cada rincón que paseas de tu Córdoba, de la Córdoba de todos los q te leemos. Deberías editar un libro q se llamase "las leyendas q esconden las piedras de Córdoba" u otro más sugerente.

Y ahora me voy a otro lugar que... maremía lo q he visto por el rabillo del ojo izquierdo mientras leía el párrafo 6º tras la 3ª afoto he visto una cosa que... josú josú! qué vergüenza!

saludos cordiales a cuantos nos asomamos por este tu casa.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco

Es imposible "aguantar" tu ritmo pues se ve claramente que te sale el Amor a Córdoba a "borbotones".

Pero para decirte algo que fue de lo primero que hubo en esa Avda. de Cruz de Juarez, te diré que muy cerca de la Mengemor, se instaló al principio de los años sesenta una gran empresa de carpintería que era "LUIS ARANDA MARTOS".

Alli trabajaron cerca de 100 trabajadores, y tenía unas inastalaciones modélicas.

Esta empresa que empezó por la calle Fiteros, fue la que una vez consolidada, suministró todos los elementos de carpintería con los que se inauguró LA UNIVERSIDAD LABORAL DE CORDOBA. Solamente las armaduras metálicas, las hizo un taller que se hallaba ubicado en la calle Hornillo (Costanillas).

Esta empresa fue la que introdujo en Córdoba y en otras partes de Andalucia los marcos metálicos para las puertas. (años sesenta)

Este empresario al final murió en
la ruina, pero bien que disfrutó los millones que dilapidó.

Eran famosos su "Alquiler de la Sala de Fiestas de Cercadillas, para él y sus amigos. En este alquieler entraban también las mujeres.

Saludos.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco

Al hablar de la Avda. Cruz de Juarez se me coge un pellizco, muy grande pues son muchos "los enamorados de Córdoba" que un día se mudaron a este barrio.

Procedían de San Lorenzo, Santa Marina, la Fuenseca, San Agustín, La Magdamena, El Realejo, Montero La Beatilla, Calle Hinojo, Zarco, Calle Abejar, Puerta Nueva, en fin de toda Córdoba, y hoy de forma desgraciada ya no están entre nosotros. El tiempo pasa...de
forma inexorable.

De las primeras familias conocidas de Córdoba que se mudó aquí, fue sin duda la "saga de los Zuritos" que desde Santa Marina, se mudaron a esta Avda, haciendo esquina con
la calle el Avellano.

Manolin Zurito, "El Pelaopos", Paco Luque, Antonio Trujillo, Juan Ranchal, Juan Carreras, Jesús Barba, Pepe Pons, "El Corchao", "Pepe el Cabezón", Angel González,
Juan Cebrían, "El Carrataca", Pepe Pozo, Juan Torronteras, Eloy Cantero, etc. etc.

Todos se juntaban en la "Taberna" que puso por allí Ramón, el padre de Pepe el del Caballo Rojo.

El pellizco y la congoja es porque ya no están entre nosotros muchos de estos buenos cordobeses.

Todavía recordamos la Huerta de Santa Rosa (zona de la derecha) con su casa y sus animales de granja.

El dueño de esta huerta puso una condición muy simpática en su contrato de venta: Pidió que se respetaran LAS DOS PALMERAS, que se encuentran en lo que fue la puerta del Cine Santa Rosa (hoy Mercadona).

Al final de esa Avda. y junto a
la via del tren de la sierra que pasaba por allí, hemos echado muy buenos peroles.

Por cierto y esto ya es tema de Laurentino, estabas alli y se sentía pasar una tromba de agua enorme.

Saludos

Paco Muñoz dijo...

Marti

Siempre digo que lo mejor del blog son las aportaciones de los comentarios. Ahí sí que afloran matices olvidados, desconocidos, nuevos, que enriquecen. Fíjate de que manera más elegante te has referido a la productividad de esta casa.

La historia, corta, porque a pesar de que muchas pueden llenar muchas páginas, siempre el sentido común te hace reducirlas lo máximo, sólo son el estimulo de la memoria de los demás y eso es lo verdaderamente valioso.

En tiempos en los que la memoria de las personas está ocupada, con los: dinio, esteban y toda esa farándula que está ahí y cuyo mérito principal es la entrepierna -que lo tiene desde luego, ya quisiera uno...-, que le inyectes con la mejor de las voluntades otra cosa distinta, es importante.

Existe una pequeña galería de personajes que si miras el índice del Blog: año 2007 (1) podrás comprobar, pero es pequeña desde luego comparada con la riqueza que tenemos bueno, tienen todas las comunidades. Lo tomo desde luego en consideración. Gracias.

Paco Muñoz dijo...

Gracias Lisis, ayer vimos una película en la TVE1, después de haber visto a Lope, en la que salías, lo que pasa es que el esqueleto te lo puso Maribel Verdu. Eso es una cosa que pasa con los personajes, la gente recuerda siempre al del cine y hasta ahí se difumina la frontera entre la realidad y la ficción. Y el libro que escribimos todos los días es el del debe, haber, y saldo, en el que la columna de la derecha ya tiene rayita a la izquierda.

Tu sí que no paras, además he oído que B16 ha puesto precio a tu persona.

Paco Muñoz dijo...

Amigo Manuel

No tienes derecho a hablar de ritmo precisamente tú, que al más mínimo estímulo te salen “montones” de cordobeses, muchos desconocidos, pero no por ello menos importantes que los conocidos.

El recuerdo más antiguo que tengo de ese barrio, y en realidad era Valdeolleros, era la asistencia a una boda que se celebró, en la casa de vecinos que hacía esquina con lo que hoy es Almogávares y los “Santos Pintaos”, una parilla y un patio de tierra interior. Y la copla de moda era “María Cristina me quiere gobernar, y yo le sigo le sigo la corriente…”, y como tú hiciste allí la mili te acordarás, o a lo mejor ya entró la piqueta. Y esa cantidad de coches militares chatarra enfrente del parque, entre los eucaliptus.

El detalle de las palmeras lo había oído pero no tan exacto como lo has aclarado tu.

Mucha gracias.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco

Ya que hablas de la zona de cuartel de Automovilismo que era u parque de chatarra, hay que recordar el primer Bar que hubo por aquella zona en la ACERA LA EMPRESA DE CARBUROS METALICOS, que en un buen día de aquellos años de los setenta, empezaron las "botellas a volar como proyectiles por aquel entorno.

Paco recuerdo pèrfectamente el Bar SIBONEY, que fue el primero que hu o por aquelos "páramos".

Recuerdo perfectamente, aquellos tiempos de mili, que cuando la comida terminaba, ibamos a tirar lo que sobraba "JUNTO A LA PARILLA DE CARBONELL Y LA FUENTE. y se podía comprobar como cientos de RATAS, acudían al encuentro de dicha comida. (1965).

Cuando hablamos de Parilla o tapia de Carbonell, hablamos de un solar que corría paralelo a las vias
del "Plan Renfe" y que dicha empresa poseía.

En dichos terrenos se hayan "los llamados pisos de Carbonell" en la zona de Valdeolleros.

Saludos

José Manuel Fuerte dijo...

Esto es Paco Muñoz en esencia pura. Sí señor, a ver quién lo supera.

Yo, por aportar, desde mi humilde perspectiva, decirte que la Cruz de Juárez era como el fin del mundo. Es decir, a partir de ahí para la Sierra ya era todo etéreo. No es que no existieran edificaciones, sino que era como prohibido. El ferrocarril, el guardagujas, la valla... marcaba un sitio y otro sitio. Cuando volvías a la "¿civilización?" procedente de la sierra, la cruz de Juárez parecía decir; bienvenido.

Aquella zona la conocí ya mayor, con mi juventud saliéndome de las ojejas (22-23 años) pero siempre es agradable recordar los lugares, y más con tanta intensidad como la cuentas tú.

Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Manuel, me acuerdo del accidente de las bombonas de Carburos Metálicos, y de los bares que citas pero no te acordarás de la casa que te comento, porque no me hablas de ella, será más antigua a tu presencia por esos lares.

Paco Muñoz dijo...

José Manuel, es verdad lo que dices, no lo del primer párrafo que te agradezco, sino el resto.

Es la definición perfecta del fin de la ciudad por ese lado. Los humilladeros siempre señalizaban de alguna manera el fin de lo urbano, y su presencia el volver. Eso ahora lo simboliza el límite de las tarifas de taxis, vamos lo económico, para no cambiar. El código de circulación decía que la ciudad terminaba cuando no había una solución de continuidad en las viviendas de doscientos metros. Esto me lo se bien por una relación, buena, con la benemérita, mi Lambretta y mi novia de lado, camino del Cerrillo una tarde. Hasta el fin del término se permitía ir al paquete de lado, y de ahí en adelante (ya no era ciudad) a horcajadas, yo me habia pasado del término. No hubo multa por eso lo de buena relación.

José Manuel no se que significa "saliéndome de las ojejas", me lo imagino pero no he odio nunca esa expresión.

Si cuando digo que lo que más enseñan son los comentarios...

Laurentino dijo...

Paco, esto es una locura, hoy tienes comentarios por infinidad de entradas. No sabe uno lo que se pierde con cualquier tertulia alrededor de una entrada tuya, que al ritmo que vas, lo mismo es de sólo hace una semana y ya te aparece en la siguiente página como "antigua".

Bueno, y leyendo pausadamente los comentarios de este entrada me he quedado contentísimo con el dato novedoso que apunta Manolo Estévez de que al final de Cruz de Juárez se escuchaba pasar mucha agua subterránea. Coincide plenamente con lo que me comentó Puerta de Osario de que en el solar de Cine de Verano de Santa Rosa encontraron los restos de un antiguo arroyo... que siguiendo mis pesquisas (los arroyos suelen desaparecer en superficie pero continúan por debajo)enlazaría por la calle Alonso el Sabio (donde al parecer se escuchaba tambíen un fluir de agua donde estaba Torrent) con la Puerta del Colodro.

Al paso que va esto, y con todo lo que aporte la gente, desciframos el misterio del Gualcolodro antes de que acabe el año. Al tiempo.

Saludos, y muchísimas gracias por lo que aprende uno cada día.

Paco Muñoz dijo...

Laurentino, gracias por tus palabras. Donde verdaderamente se aprende es con los comentarios, ya lo he dicho muchas veces, la entrada el cebo y los comentarios la pieza. Quedan ahí pero dispersos, debían poderse recopilar.

Manolo es una enciclopedia, y un investigador nato. Puerta Osario tiene el mérito de su juventud, lo que sabe es por textos y estudio, le falta la experiencia de haber vivido cosas, por eso es más valorable.

Yo no paro con esto y Facebook, y con otras cosas que llevo por delante, pero estoy muy bajo de forma, tengo un principio de depresión, pero no es la chorrada post vacacional (aún estoy de vacaciones, pero este año ni tan siquiera un tren botijo) que se han inventado el que no tiene nada que hacer, creo que es una suma de pequeñas cosas que te van mermando el ánimo.

Debía de inventarse, otras cosas hay más lejos, una maquina que desde el aire controlara todas las corrientes de agua por el subsuelo, y así establecer ese mapa que justificara o autentificara vuestras especulaciones acuiferas.

Muchas gracias a ti.

Laurentino dijo...

Ánimo Paco, si tu estás bajo de forma, los demás estamos para el arratre.