domingo, 14 de noviembre de 2010

FORTALEZA DE LA MOTA, ALCALÁ LA REAL, ANTES (QAL'AT BENU SAID)

Una vista desde el paseo de los Álamos.

Un sábado espléndido y a cumplir un deseo de años, visitar el Castillo de la Mota en Alcalá la Real. Son múltiples las veces que hemos pasado por Alcalá, muchas de ellas antes de la variante que hace que ya no pases por ella. Variantes que condenan al olvido a muchas ciudades, pero necesarias para evitar ese gran tráfico contaminante por ellas. Dos veces fueron significativas para mí una breve estancia en esa ciudad. La primera, a la vuelta de Sierra Nevada, cuando Conchí sufrió un esguince de tobillo con la práctica del “esquí”, y donde una familia que era propietaria de un secadero de jamones -parientes de unos amigos-, le pusieron una pomada antiinflamatoria milagrosa y vendaron el tobillo. Creo que lo que la curó momentáneamente, y nos alegró a los demás, era el olor tan sustancioso y agradable del ambiente. La otra, que podía haber sido la última, cuando después de desayunar unos cuántos kilómetros abajo, dirección a Granada, dimos unas cuantas vueltas de campana en un coche -por culpa de unas manchas de aceite en la carretera-, que afortunadamente se paró en la cuneta, sin caer al barranco del maravilloso paisaje que configura a la izquierda la cuenca del río Velillos. El vehículo se quedó inservible, y nosotros pudimos afortunadamente contarlo gracias a los cinturones de seguridad.

Fuente Pilar de los Álamos

Esta vez no seguimos la N432, sino la A45 hasta Lucena y luego la Estepa-Guadix, una mezcla entre la A318 y la A336, hasta Alcalá. Aparcamiento en el Paseo de Europa, a la vera del Parque de Álamos, y desayuno en Las Catacumbas uno de los bares que fueron parada obligatoria en su momento. Fotografía a la monumental fuente del Pilar de los Álamos del XVI, obra de Lazzaro Torni y al Palacio Abacial.

Palacio Abacial y Museo Arqueológico

Este palacio de estilo neoclásico y barroco, con influencias francesas e italianas, fue residencia del Abad D. Esteban Lorenzo Mendoza, cuando se bajó al llano desde la fortaleza, porque el de arriba estaba notablemente deteriorado. Contiene un interesante, moderno, y bien cuidado Museo Arqueológico de la ciudad, con unas colecciones desde la prehistoria hasta la actualidad, pasando por las diferentes etapas y civilizaciones que se asentaron en esta tierra de frontera durante muchos siglos. Pero su visita requiere una exclusiva entrada, y hoy toca la Fortaleza o Castillo de la Mota a cuyo amparo se ubicaba la antigua Alcalá la Real, antes de bajar al valle.

Torre del Homenaje de la Alcazaba y restos medievales.

Vehículo nuevamente, Parroquia de Santa María la Mayor y, a la izquierda, calle Real arriba hasta la fortaleza. A partir de ahí todo son sorpresas, murallas, puertas, y escaleras, muchas escaleras. Luego, un extenso parque arqueológico rodea la Basílica Abacial –también motivo de una entrada exclusiva- que protege la Alcazaba, todo ello dentro de un recinto amurallado, aunque ya de por sí la propia naturaleza del terreno, el cerro de la Mota (1033m.) ofrecía un abrigo seguro. Está elevación fue un valor estratégico y puerta de entrada al antiguo Reino de Granada, por ello, al ser puerta, en el escudo de la ciudad figura una llave. Ya  fue plaza fortificada en el siglo VII, llegando a su cenit de importancia en la época árabe, en el XI. La familia Banu Said la gobernó, así como otras, a cuyos nombres siempre se anteponía la voz Qal’at –población fortificada-, Qal’at Benu Said se llamó últimamente, por ejemplo. Gran cantidad de atalayas completaban por sus alrededores el sistema defensivo, de las que sólo quedan unas cuantas en pie.

Torre del Homenaje.

La ocupación definitiva por los castellanos, Alfonso XI, fue en el siglo XIV, para que años después los Reyes Católicos pudieran bajar a la vega del Genil y conquistar Granada a los nazaríes. El castillo tuvo una reconstrucción en el siglo XVI. Después de la conquista se fundó una abadía de Patronato Real, se cambió el nombre de Alcalá de Benzayde por el de Alcalá la Real y se empezó a despoblar el recinto amurallado bajando a las zonas actuales. Este recinto  tuvo siete puertas de las que se conservan tres, Lanzas, Imagen y Peso de la Harina.

Escaleras para subir a la torre del Homenaje.

Los más importantes restos de la época medieval están en la alcazaba árabe, que la forman un conjunto de tres torres: de la Vela o Campana, Homenaje y Mocha, perfectamente reformadas, que rodean el patio de Armas. A la del Homenaje se accede por un adarve desde la de la Vela. Muchas y empinadas escaleras nos llevan a disfrutar de un paisaje maravilloso, con las primeras nieves de Sierra Nevada, Montánchez, e inclusive Sierra Elvira, por el lado sur, por el norte Sierra Mágina, y hacia el oeste las Subbéticas e inclusive nuestra Sierra Morena a pesar de ser sus cotas más bajas. La torre del Homenaje tiene una sala octogonal abovedada de sillería, que contiene un centro interpretativo. La alcazaba ocupa el sector norte del recinto amurallado, posiblemente por ser la dirección de donde vendría el enemigo. 

Torre de la Vela o Campana y Patio de Armas

Antes de acceder a la Alcazaba hemos pasado por la Abadía renacentista, citada anteriormente y unos completos barrios medievales, al amparo de ambas. Un extenso e importante campo arqueológico en toda regla, donde podemos visualizar los barrios militares y civiles, restos de muralla romana a soga y tizón,  y multitud de tumbas excavadas. En suma, un corto paseo desde Córdoba, poco más de un centenar de kilómetros, con más de la mitad por autovía –si coges la ruta de Lucena, y veinte menos si la de la N432, pero toda la ruta por carretera convencional-,  y algo más  conocimiento de nuestra historia.  Un notable para la reconstrucción del recinto y conservación del mismo. Un sábado cultural que te hace envidiar otras localidades, sobre todo la conservación arqueológica de estas, comparándolas con el abandono que tiene la administración andaluza de esa maravilla arqueológica que es la ciudad de Ategua.

Unas "bolitas de coco" para las guerras.

Como siempre una curiosidad, a la entrada al recinto, las azafatas del mismo, nos hacen una pregunta:

– ¿Saben quién es Mario Benedetti?

–Sí, claro un poeta. ¿Oiga y a qué viene esta pregunta? ¿Es qué están comprobando el nivel cultural de los visitantes? Porque si es así les pregunto yo ¿Conocen a José María Alvariño? 

–No. –contestaron.

–Pues es un extraordinario poeta cordobés que fue asesinado en la guerra civil, posiblemente por ser, amigo de Lorca. 

Siempre haciendo patria por donde podemos.

Panorámica desde la torre del Homenaje.

Fotografías: del autor: 
Bibliografía: de aquí y de allí sin concretar.

15 comentarios :

marti dijo...

Muy buena esta entrada. Alcalá la Real, además, es la cuna de Pep Ventura, el renovador de la sardana moderna !. Hay un monumento en el pueblo que así lo rememora.De todas maneras, como sabes, al que más recuerdan es a Mtez. Montañés.

Paco Muñoz dijo...

Marti Gracias, si eso es verdad pero se tuvo que marchar de allí, primero a Granada y después se estableció en Sevilla, lo le hace parecer como sevillano. Lo de Pep Ventura no lo sabía.

J. Eduardo V. G. dijo...

Siempre creí que solo había un Castillo de la Mota y era el de Medina del Campo en Valladolid, pero mira tu por donde que existen más, el de Alcalá la Real y mirando por la web he visto otros tres: Benavente, Jaén y San Sebastián.
¿Porqué los pondrían este nombre?.
Aprovechando que está por aquí Marti, decirle que me hecho seguidor de un Blog cinéfilo que quizá le interese.
Saludos.

Paco Muñoz dijo...

Eduardo, me alegro de leerte por aquí, te leo siempre en tu casa. Mota entre muchos significados tiene el de montículo en un llano y pudiera ser por ello. Si miras la ciudad de Alcalá la Real en Google Earth, la ciudadela o la fortaleza está en un inaccesible montículo, al que rodearon de gruesas murallas y ya está, luego con el paso del tiempo, cuando dejaron de guerrear se fueron bajando al valle las viviendas y al final abandonaron las alturas.

Un abrazo

ben dijo...

Estupendo escrito,con buenas y lim
pias fotos,sin trucos,como ha de ser.
Esa carretera de Córdoba a Granada,
tan pligrosa,antes,la sufrí muchas veces en autocar,recuerdo incluso
que nos daban a todos una bolsa de
plástico,para "lo que pueda ocu
rrir",nos decía el conductor.No era
otra cosa,que a partir de Baena,
se iba oyendo las bolsas y su utilidad,que no era otra cosa,que
la de recoger de la boca,lo que el
estomago echaba,harto de curvas y
más curvas.
Aunque no me gusta mucho,que se to
quen los restos arqueólogicos,para
convertirlos en productos turísti
cos,me ha entrado ganas de visitar
esos lugares y luego una buena comida.
Saludos

Talbanés dijo...

Cuando vas por la carretera de Granada (N-432) se ve muy bien el Castillo de la Mota de Alcalá la Real allá en todo lo alto del cerro. Seguro que habrá unas vistas preciosas desde allá arriba. Mira que he pasado veces por allí y nunca he parado en Alcalá, bueno sí que he parado alguna que otra a comprarle cerezas a algún vendedor de la carretera, jeje, que por cierto las cerezas de Alcalá la Real tienen merecida fama. Un saludo Paco.

Paco Muñoz dijo...

Si señor Talbanés, preciosas las vistas. Y las cerezas eran de Castillo de Locubin, es un valle donde ese fruto tiene fama, y como sabes antes de llegar a Álcala por la antigua N-432 antes de hacer la variante.

Talbanés dijo...

Bueno, pues ya me pones en duda Paco... porque yo pensaba que era en Alcalá donde me paré a comprar las cerezas, pero vamos, que podría ser de donde tú dices, que efectivamente está un poco más al norte. Un saludo.

marti dijo...

No hay duda, Talbanés, Pacomuñoz lleva razón. Las cerezas de Castillo de Locubín, donde a veces paraba el autobús de Alsina Graells Sur en la antigua ruta, tienen reconocida fama.
Los bocadillos de jamón en Las Catacumbas, también !

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco


Siempre haciendo "patria" por todos los sitios por donde vas.


José María Alvariño, se juntó en su juventud con mi padre, pues eran practicamente de la misma edad.

Mi padre quiso colocarlo en la Electro Mecánicas, pero a él el "Triple horario" le ahogaba.

Se colocó en el Diario La Voz, de tipógrafo. Por razones de horarios solía coincidir con mi padre en el Bar el “89” del Realejo, tomando café.

Pero al amigo Alvariño, los de los relevos lo ponían malo, él quería libertad para su poesía.

Luego más tarde Manolo Montoro, se cruzó en su vida y fueron grandes amigos.

Hasta que se casó, en (1932), mi padre participó con él en muchas de sus aventuras de jóvenes, que estaban llenas de simpatía y aire cordobés.

Antes de casarse y con un grupo de amigos con los que solía juntarse en algunas tabernas.

"Casa el Pancho"
"Taberna Los Perros"
"La Beatillas"
"la Sociedad Plateros, etc. etc.

Como gente joven se propusieron una singular competición.

BAJAR LA CUESTA LOS DOLORES EN COCHE DE CABALLOS. (Febrero 1931)

En uno de los coches iba mi padre junto al "Gonzo", el hermano de "Arturo" y el "Fernándi. En el otro coche iba Alvariño, Manolo Carreño y dos personas más.

Manolo Carreño, fue su gran amigo hasta que de manera canallezaca fue ejecutado.

Tengo muchos testimonios de este poeta, que en su dia, me facilitó Manolo Montoro Bello, que siendo casi vecino, fue un gran amigo de él.

SU NOMBRE DE PILA FUE:

JOSE MARIA, RAFAEL AMADOR DE LOS SANTOS MARTIRES.

Su fecha de casamiento fue el día diez de Abril de 1932.


Saludos Paco

Paco Muñoz dijo...

Yo trabajé con un sobrino suyo en los autobuses y tengo su libro Canciones Morenas, Carreño fue quien le presentó a Lorca, y por ello quizás su poesía es del mismo estilo, claro José María Cantando a Córdoba.

Las antiguas generaciones no hacían botellón, pero vaya, vaya, con las competiciones "deportivas".

Lo llamativo, la de conexiones que hay en las cosas y en los personajes. Siempre que sale uno, existen de cualquier índole, insospechadas, claro esto es un pueblo y es más lógico.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco


El sobrino de Alvariño que tu mencionas estuvo conmigo en el Colegio. Casi todos los dias veo tanto a él, como a su hermano.

Como detalle te diré que se casó con la hija del dueño del calerín de Eloy, que a su vez es sobrina de mi hermano.

En la antigua taberna de los perros, existe un cuadro Naif, que recrea una escena de perol.

Este cuadro cuando un día llevaron a Lorca, Alvariñño y Carreño, a comer setas adobadas, el poeta de Granada se encaprichó del cuadro.

Aunque la taberna está cerrada, hasta hace poco tiempo han estado dos cuadro naif, que tienen más de ochenta años.


Saludos

Paco Muñoz dijo...

Que casualidad, ya me dijo el otro día que se había jubilado ¿Qué es de tu edad?
Es muy buena persona. Estuvimos trabajando juntos de cobradores,del 69 al 73, luego del 93 al 95 , el era conductor entonces.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco


Con todo esto de las Autovias, lo que nos garantizan es "llegar". pero en cambio nos privan de ver bellezas como la vista que se ve del Pueblo de Lucubin, desde la carretera. En esa zona precisamente, hay unos monumentos megaliticos, de mucho interés.

Por otra parte has escogido Alcalá la Real, que en el episodio de Conquista de Granada, fue la plaza más importante.

Durante mucho tiempo estuvo allí la Corte. Son abundantisimos los documentos y pergaminos reales que están "datados".En Alcalá la Real,

En horabuena por el escenario de tu viaje y las fotos que "hablan" por si solas.


Saludos

Paco Muñoz dijo...

Llevas razón Manuel, y el trabajito que le costaba a mi seiscientos subir el puerto, con un valle preciosos a la izquierda para luego enfilar para Alcalá.

No se si la corte de los Reyes Católicos, que parece estuvo entre Santa Fe y Córdoba, pero seguro que Alfonso XI, y algún otro, era una plaza fuerte y de frontera, su conquista supuso la llave para Granada.

Merece la pena la visita, y la de su Museo.

Saludos