domingo, 20 de marzo de 2011

MOLINO DE LA ALBOLAFIA (I)

Albolafia siglo XIX. Grabado de David Roberts, 1832.

El pasado sábado 19, acompañé a mi amigo, el extraordinario fotógrafo Paco Madrigal en un recorrido por los molinos de nuestro río, de los que él tomaba fotografías para un trabajo que está realizando. Los visitamos todos, y a la vez que él hacía su trabajo yo tomaba instantáneas de los mismos. El que nos ocupa de la Albolafia, está cercado su acceso por las obras del entorno de la puerta del Puente, pero gracias a la amabilidad de los vigilantes, pudimos acceder con las precauciones necesarias a un lugar donde pudimos hacer las fotografías. La maleza de las pasadas avenidas y la primavera presente hacen imposible, como podrá verse en las fotografías, disfrutar de una visión completa del edificio.

Albolafia siglo XIX. George Vivian, 1838

Parece según algunos autores que su origen es, posiblemente como todo o gran parte de esta ciudad, romano. Según otros, la rueda la mandó construir Abderramán II para la elevación del agua y riego a los jardines del palacio de los emires “asr al-umura”. Luego, en el siglo XII el emir almorávide, Yusuf ibn Tasufin, la manda reconstruir nuevamente, trabajo que realiza Abú I-Áfiya de quien parece deriva su nombre actual, Albolafia.

Molino de la Albolafia (Hauser y Menet)

Ya en siglo XIV ya figura en los sellos de la ciudad, y en el XV sucede el capítulo del desmontaje de la noria, que más adelante se detalla. Buscando la etimología de la palabra noria, encontramos un parecido con el vocablo árabe “na’ar”, que significa gruñir o gemir, y haciendo un alarde de imaginación profana, tratamos de relacionarla con los chirridos molestos del eje al girar gracias a la presión del agua, eso sumado al bajísimo índice de ruido que existiría en esos tiempos, podrían ser los causantes de su paro.

Reparación del molino a finales del siglo XIX o principios del XX.

En el siglo XVI la propiedad del molino recaía en las monjas de la congregación de Jesús y María, título que pudiera venirle porque el anterior propietario lo legó a cambio de un lugar de solera en su enterramiento y misas para la “salvación” de su alma. Ya en el siglo XX, en época de Cruz Conde como alcalde, se encarga la rehabilitación de su ruina a D. Felix Hernández, el cual trata de aproximarse en ésta a su construcción original.

Fotografía del molino.

Nuevamente el abandono y los embates del gran río en la época de las avenidas, lo llevan a un deterioro notable, y en la primera década de los noventa del siglo XX, una escuela taller repara la noria, que es la actual, la dota de canjilones de barro –no queda ninguno- y después la foto, que es elemento de cierre de todos los capítulos, cierre no continuidad porque nuevamente el abandono es notorio, sumado a otros imponderables como la no reparación del azud, lo que imposibilitaba el movimiento, etc. etc. Un actual edil, elegido digitalmente no por votación popular, por la mal nacida ley de Grandes Ciudades, fue en esa fecha el impulsor de la reparación.

Mediados del siglo XX

El Dr. D. Ricardo Córdoba de la Llave que es Profesor Titular de Historia Medieval en la Universidad de Córdoba desde 1990, y ha sido becario de FPI en dicha Universidad (1984-1987), Becario Postdoctoral del CSIC en el Instituto de Historia de Madrid (1988-1989) y Profesor Asociado de Historia Medieval en la Universidad de Extremadura (1988), tiene un interesante trabajo sobre las obras hidráulicas de Córdoba y su provincia (desde 1999), y para el estudio de los molinos hidráulicos de la ciudad de Córdoba (2007), en el que detalla cuestiones relativas al Molino de la Albolafia, citando trabajos de otros investigadores, de el entresacamos lo siguiente:

Mediados del siglo XX.

“En la Córdoba musulmana hubo alguna naura de carácter agrícola, como la que debió funcionar en la almunia homónima; pero la que se encuentra mejor testimoniada desde el punto de vista histórico, es la llamada de la Albolafia, sita junto al puente mayor de Córdoba y colocada sobre el Guadalquivir para elevar del río unas aguas que, conducidas luego mediante acueducto hasta una de las torres del Alcázar cristiano, servían para regar los jardines y huertas reales de este.

Tapado por la vegetación (actual). En este lugar fue tirado al río,
 por los franceses, bastante material bélico.


Según Levi-Provençal y Torres Balbás la Albolafia fue fundada durante la primera mitad del siglo XII, hacia 1136/37, por un emir almorávide de Córdoba, Yusuf ibn Tashfin. El primero de estos autores parece deducir este dato del hecho de que cuando se realizaron las obras para la construcción del dique de contención del río, a principios de siglo, se hubo de derribar la mitad septentrional del edificio donde estuvo ubicada la noria, el entonces llamado molino del Hierro, y se hallaron en sus cimientos unas monedas almorávides datadas en dicho reinado. En todo caso, aunque su origen y modelo sea islámico lo cierto es que las referencias que poseemos de la noria proviene todas del siglo XIV; los sellos de la ciudad donde aparece representada, los arcos de su acueducto que todavía se conservan, todo es obra del siglo XIV y posiblemente dicho canal sería edificado para conducir el agua hasta el Alcázar cristiano, datado en época de Alfonso XI. 


Actual, el pretil del muro ha sido rebajado.

Si en los primeros años de siglo XIV se edificó un nuevo acueducto para que la antigua noria sirviera de agua al Alcázar o se construyó entonces la noria en su conjunto es algo que, por el momento, no podemos saber con seguridad. Lo que sí es cierto es que la noria seguía en funcionamiento a mediados del siglo XV porque de esa fecha data la conocida descripción de Córdoba, proporcionada por el manuscrito de Jerónimo, donde se puede leer que “tiene el río una noria de ingente magnitud la cual por la rápida corriente del agua va girando mientras con un movimiento continuo en forma de círculo hace subir las aguas sacadas del río sobre la muralla para regar, conducida por canales subterráneos, el jardín del palacio real”, y que a fines de este siglo había desaparecido, como testimonia un documento del Archivo Histórico Provincial de Córdoba, fechado en junio de 1499, por el que Pedro de Hermosilla toma posesión de ciertos bienes donados por los monarcas tras haber sido confiscados a un converso condenado por la Inquisición, entre los cuales se encontraba “el agua que pasa por la canal que está en dicha parada de aceñas donde estaba la noria que solía subir el agua a los alcázares reales de esta ciudad”.


Uno de los arcos mudéjares visto desde el interior.

La fecha que se da tradicionalmente para el desmonte de la noria es la de 1492 cuando la reina Isabel l Católica, aquejada de altas fiebres en el Alcázar de Córdoba, mandó pararla y desmontar la noria por las molestias que le ocasionaban sus ruidos. José de la Torre transcribe un documento conservado en el Archivo Municipal de Córdoba y fechado en octubre de 1508 donde uno de los alcaldes de Córdoba se quejaba a la reina doña Juana de que “puede hacer dieciséis años que la reina [Isabel] mandó parar una rueda que solía andar en esta parada de estas aceñas que echaba un gran golpe de agua en estos alcázares, de donde se regaban todas estas huertas, e hizo parar la dicha rueda porque hacía gran ruido y su alteza estaba mal, de manera que la dicha rueda se secó e perdió”. La explicación para el desmonte de la noria parece un poco simple. Seguramente obedeció no solamente al capricho de la reina Católica, sino a que una traída de aguas de otro lugar hiciera innecesario su uso. Pero, en todo caso, de lo que no cabe duda es de su inexistencia ya a finales del propio siglo XV. Poco antes de 1492 aparece ya testimoniada la existencia, adosado a la parte baja del acueducto que soportaba la noria, de una aceña o molino de harina, cuya fecha exacta de construcción ignoramos."


La rueda.

Y esta es en líneas generales una reseña del Molino de la Albolafia símbolo de nuestra ciudad, pero que está en un estado que no se merece al tener tan alto honor de figurar en el escudo de la misma.

Desde el mirador, una perspectiva similar a la de Roberts.


Vídeo de las fotografías:
Fotografías del autor y AMC, grabados de los románticos.
Bibliografía citada de D. Ricardo Córdoba de la Llave y otros.
Vídeo del autor.

6 comentarios :

Anónimo dijo...

Me acuerdo cuando pusieron esa rueda de madera,parecía una broma.Qué
hacen estos?.Decíamos.La cosa fue
lenta,muy lenta,pero normal en aque
llos tiempos.La rueda funcionó unos
días,luego se paró,como Córdoba.
Mucho más años después,otro arreglo
y otra vez la rueda que se mueve,pe
ro vuelta a pararse.Ahora ni se ve
la rueda,es de las veces,que el
simbolo que representa,nos hace ver
los tiempos que corren y los que
nos esperan si no hacemos algo.
Saludos

Vértice dijo...

Para ser un símbolo de la Ciudad, que dejadez tan grande.
El articulo como siempre buenísimo.
Un saludo

Paco Muñoz dijo...

Ben es verdad, la foto es lo esencial. Bien es verdad que las riadas destruyen con facilidad lo arreglado pero el Molino de San Antonio casi lo ha tapado el agua dos veces, y si hay voluntad de restituir al anterior estado se hace.

Emilio

Muchas gracias y es lamentable desde luego. Yo opino que la naturaleza debía controlarse en el entorno, es decir que no fuera salvaje, ya se ve en algunas fotografías que no había ni un matorral en tiempos pero ahora es una selva.

Rafael Arjona dijo...

Es verdad, Paco,da mucha pena ver el estado en que se encuentra la noria y su entorno. La vegetación salvaje que se ha formado a ver quien es el guapo que la toca ahora. Hubo un tiempo en que el molino fue lugar de trabajo de rabizas que no debía tener hueco en las calles cercanas y más propias. Yo también vi funcionando la rueda. Era preciosa. Ahora han puesto un cacho avión casi enfrente. Yo no digo que no esté bien,¿pero antes de tanta innovación, que no es tal, como muy bien señala el Tabernero en la Calleja de las Flores,antes de tanta innovación no deberíamos conservar las buenas y únicas cosas que tenemos en lugar de dejarlas morir sin remedio? A veces me desespero y pienso que esta ciudad no tiene remedio. En el centro de Murcia descubrieron hace poco unos importantísimos restos musulmanes, al construir un aparcamiento. El Ayuntamiento intentó seguir adelante con la obra, pero toda la ciudad se hechó encima y ahora los restos, adecuadamente recuperados son uno de los mejores atractivos de la ciudad. Nosotros preferimos destruir, ¡somos tan modernos!

Paco Muñoz dijo...

Rafael

Creo que el problema es, la falta de concienciación de la clase política por determinadas cuestiones patrimoniales. El asunto del río no es una atribución directa del Ayuntamiento, está la antigua Confederación (ahora se llama otra cosa) que marcaba la pauta y nunca ha actuado en él, bueno dando instrucciones si; que si la avenida de los quinientos años, que si esto por aquí, esto por allí, pero una actuación de calado en el cauce nunca.
Muchas veces se ha abandonado y otras se ha reparado. Y ahora que se está actuando en el entorno del puente y Puerta del Puente hubiera sido el momento de actuar en el símbolo de la ciudad; limpiándolo de maleza, reparando lo que se está arruinando, etc. Incluso permitiendo un acceso adecuado para su visita de cerca. Ver la noria desde abajo es de una perspectiva impresionante.
Pero si hemos llenado el puente de camisetas azules, y la gente se ha peleado por conseguir una, lo mismo que por un trozo de pastel cordobés, por qué no conseguir pequeñas cosas como eso que comentas de Murcia.

Talbanés dijo...

Esperemos que finalmente el ayuntamiento se decida a restaurar y arreglar este edificio tan antiguo y que puede considerarse como uno de los símbolos de Córdoba, de hecho en la entrada que escribiste antes sobre el escudo de Córdoba... ahí aparece la rueda de molino. Un saludo y enhorabuena.