lunes, 13 de junio de 2011

ANTONIO MUÑOZ CABALLERO, "LA PAQUERA"

La Paquera en la Cabalgata de Carnaval

Antonio Muñoz Caballero, “el Foco”, nació en la posguerra, por los alrededores de Tomás Conde y la plazuela Las Bulas, y vivió concretamente en la casa de vecinos que era lo que hoy es el Museo taurino. No pudo nacer con su carácter de homosexual en peor país, ni en peor época. Sus padres no asumían su condición sexual y lo reprendían constantemente, palizas y castigos. Nunca pude averiguar la procedencia de su apodo, si era porque a la madre le decían la Foca por la gordura, u otro motivo.  Su madre quizás era la única que lo protegía algo, pero le faltó enseguida.

Otra Cabalgata de Carnaval

Era mayor que nosotros, siete u ocho años, pero su edad no era la del carnet de identidad, era mucho más joven y gustaba de jugar con los más chicos, porque estos, pensaría, no lo rechazarían como los “machos” mayores, que imitaban el espíritu nacional de la dictadura. El sitio de juegos era el Patio de los Naranjos de la Mezquita. Los Patios como les llamábamos.

En la "mili" artillero

Tengo un recuerdo de él, cuando quería jugar con nosotros, estábamos jugando a "La una mi mula", parecido a pídola, en la galería del patio. Él entró por el postigo de la Leche, tenía una camisa blanca abrochada al cuello, sin corbata como era natural, una chaqueta, posiblemente de alguien más grueso porque le venía algo ancha, y por calzado unas zapatillas de paño. Pidió jugar, con su natural timidez y sonrisa, y el clásico tunante, a pesar de ser unos años menor que él, le empujó que casi lo derriba, y le dijo:

-Aquí no queremos maricones.

Él agachó la cabeza y sin repeler el ataque no dijo nada, esperó un cambio que le permitiera jugar y al comprender que no iba a haberlo se marchó. Varios le dijimos:

– Antonio quédate, no te lo tomes a mal. 

Reprendimos al agresor, que se ufanaba de su acto. Quizás por esa sumisión y la persecución que sufría constantemente aquello no se me olvidó. Seguro que le hubiera dado unas pocas de tortas al tunante, por su mayor envergadura y edad, pero se marchó. Nunca le hizo mal a nadie.

Fumando espero...

Otro recuerdo que se me viene a la memoria, es cuando se movía por las casas de vecinos, en el número cuatro de la calle Medina y Corella, en la que yo estaba de aprendiz de joyero, con Carlos Onieva, y en la que vivió mi familia unos años. “Actuaba” como artista ambulante de "varietés", cantaba “Pan amor y cha, cha, cha” contoneándose, era una de las canciones que tenía en el repertorio y de la única que me acuerdo, posiblemente llevara algo de Marifé de Triana, pero lo hacía fatal. Las vecinas lo trataban con cariño y le regalaban ropa interior y vestidos usados. Ya se llamaba “La Paquera”, eran los años en que La Paquera de Jerez, notable cantaora de bulerías, estaba en todo su apogeo. 

En su casa en bata

Murió su madre y el era aún joven. A su padre lo ingresaron en el asilo del Buen Pastor, y a él lo admitieron allí también. Tenía problemas en casa de su hermana de madre, Elena Caballero Esquina, con la que vivió algún tiempo, normal por lo que conllevaba en este país su condición de homosexual, y la persecución policial de que era objeto. Luego el servicio militar –hizo la mili en Artillería 42-, la utilización habitual  en el cuartel siempre limpiando y en la cocina, en el Asilo igual lo explotaban, pues tenía bastante pellejo para el trabajo. Cierto día le contó a mi madre, que las monjas lo pusieron empapado de agua, y él ni corto ni perezoso les dijo en el lugar de la entrepierna que debían echarse el agua, y luego siguió diciéndoles lo que pensaba que eran todas. Claro el despido fue fulminante.

En la calle

Pasó lo mismo que con casi todos los homosexuales en la España “totalitaria”, del general autoritario, que no dictador; persecución, agresiones, desprecio, burla, etc. Cuentan que en Jerez de la Frontera, en un carnaval, le aplicaron la Ley de Vagos y Maleantes, de tan triste memoria, ese cajón de sastre para saltarse cualquier derecho, de los pocos que había, y hasta ingresó en la cárcel. Aquí, en los albores de lo que llamamos democracia, se soltó el pelo en los Carnavales y siempre era el primero en la cabalgata de Carnaval. Desafiando al frío que hacía, pues iba con muy poca ropa.

Un descanso con su perro

Por aquel entonces, después de haber dado muchas vueltas por las pensiones de ese lumpen que era la Corredera, creo que acabó en una habitación en una casa de vecinos de la calle Alcántara. Se dedicaba al blanqueo de fachadas y pintura, además de las clásicas “haciendas”, pero menos. Su aspecto era siempre manchado de gotas de cal o pintura. Un tiempo empezó a inyectarse hormonas y le creció el pecho, de lo que se sentía orgulloso. Nunca me parece pensó en el cambio de sexo, o por lo menos yo lo ignoro No se relacionaba mucho con el resto de homosexuales populares; Chicharito, Niña del Lunar, Mecedora, etc. Corrieron muchos rumores de todo tipo de agresiones que él desmentía. También se prostituyó, siempre hay gente para todo. Su lugar de trabajo era en el aparcamiento de camiones de los alrededores de la Ermita de los Mártires, y el Molino de Martos, donde se le veía de noche. 

En la pila

Nunca de mayor a pesar de conocernos desde chicos, intercambié con él ningún tipo de saludo ni conversación. Siempre me mereció respeto Antonio “El Foco” -La Paquera de mayor y Sara, que fue el último apelativo que se puso, posiblemente por la Montiel, aunque nunca pudo zafarse del de La Paquera-, quizás desde aquella agresión que un tunante cualquiera de mi barrio, le infligió en el Patio de los Naranjos. Tuvo que vivir en un mundo de crueldades y sobrevivir y a pesar de ello era bastante religioso, pero muy “sui generis”. Y allá por 1995, con cincuenta y seis años este popular personaje cordobés, La Paquera, falleció. Lo poco que tenía que era menos que nada, lo heredó su única sobrina, María del Carmen Reina Caballero. El tiempo hace que piensen lo cruel que fue la vida y lo apartadas que estuvieron de él por razones obvias, y lo bien que lo expresa su sobrina nieta Cristina Oliver.


Vídeo del Carnaval de 1983 (AMCO)


Personajes del Archivo Municipal

Texto del Archivo Municipal:
PERSONAJES DE CÓRDOBA. LA PAQUERA O SARA DE CÓRDOBA

Nació en la Plaza de Maimónides nueve días después de finalizar la Guerra Civil como Antonio Muñoz Caballero, aunque siempre se sintió mujer, encerrada en el cuerpo de un hombre. Lo de Paquera le vino por entonar a su manera las canciones de la cantaora jerezana, de moda en los años de juventud de Antonio. Se definía como travesti y llegó a actuar en un local de Cañero a razón de mil pesetas diarias imitando en playback a Marujita Díaz y a Sara Montiel, de ahí su otro apelativo, y ejerció la prostitución en las inmediaciones del desaparecido Estadio del Arcángel. Hizo la mili y no hizo ni una guardia, eso sí, hacía a diario las catorce camas de su barracón. Se dedicaba al blanqueo, pero no de capitales, sino de fachadas y pisos, que era su principal ocupación. Tuvo que vivir la incomprensión de un padre que le pegaba debido a su orientación sexual y vital. Nunca perdía la sonrisa y junto a sus compañeras la Chicharito, Diego el del Lunar o la Mecedora vivió tiempos oscuros en los que la Ley de Vagos y Maleantes se cebaba con las personas que hacían bandera de su diferencia. Una buena persona por los cuatro costados que, más allá de su aparición en las cabalgatas de carnaval, se dedicaba a vivir su vida sin hacer daño a los demás y a sobrevivir como pintor de brocha gorda. En el Día Internacional de los Archivos, hemos rebuscado en los fondos de Televisión municipal para recuperar a uno de los personajes más carismáticos de una Córdoba ya desaparecida. Nos dejó en 1995, un seis de abril, pero su recuerdo se mantiene vivo en su Plaza de la Corredera, en la calle Montero y en las plazas de San Agustín y San Juan de Letrán. El programa Cita con... colmó su aspiración de poder enfundarse en la piel de Sara Montiel y poder actuar sobre las tablas del Gran teatro.

Fotos del periódico Córdoba y Cordobapedía. Vídeo de AMCO y texto también.

22 comentarios :

Vértice dijo...

Quien no ha conocida a la Paquera.
Quien no la a visto alguna vez pintando y a la vez cantando, (que si que cantaba mal).
Que pueblo tan injusto y entre ellos, yo también lo fui.
Un saludo.
La ultima fecha debe de estar equivocada.

Rafael Arjona dijo...

En efecto, Paco, durante bastante tiempo la Paquera vivió en la calle Alcántara. Iba mucho a la Sultana a comprar "los chuches", que decía él otro y yo que vivía al lado lo veía mucho y, a veces, charlaba con él. Era un tipo genial, con la desgracia de vivir en aquella maldita época que tantas cosas nos robó. En mi calle y por allí la mayor parte de la gente lo trataba con afecto, él iba siempre dando la nota, hablando muy alto o cantando, tenía un gran humor, o lo aparentaba. Un día, en la Sultana, le pegó un silletazo a alguien que se metió con él, o sea que no era ningún tonto. No recuerdo cuando murió, pero debió ser ya en los años ochenta. La que tú das debe de ser un error, ya que, en efecto, estuvo en los carnavales, que no se recuperaron abiertamente hasta la muerte del dictador.

Paco Muñoz dijo...

Pienso que todos Emilio, la sociedad era así. Ya está rectificada la fecha, le di la vuelta al nueve. Emilio el sábado me creí que ibas a la ruta, pero por lo menos a la que fuimos nosotros no fuiste.

Paco Muñoz dijo...

Sabes Rafael que coincido plenamente con las referencias que das de él. La fecha ya está rectificada, fue en el 95. Veo que un error es un medidor eficiente de que los lectores leen, cosa que es de agradecer. Y sí que la época robó más de la cuenta. Esperemos que, por lo menos, nos quedemos como estamos.

Un abrazo

Vértice dijo...

Pues me apunte a la ruta del sábado,pero me mandaron un mensaje diciéndome que ya estaba completa, así que nada otra vez sera.
Pero no desaproveche la mañana me fui a ver unas trincheras en Adamuz.
Un saludo.

Paco Muñoz dijo...

De acuerdo Emilio, es que parece que se completan antes de publicitarlas, hay bastante demanda.

José Manuel Fuerte dijo...

Yo recuerdo haberlo visto pintar en una casa de la calle Mucho Trigo durante unos días. Los niños (yo tenía entre 6 y 7 años solo) íbamos a verlo como una especie de espectáculo, quizás avivado por la chanza que provocaba en los mayores y que les oíamos decir. Canturreaba, se metía con nosotros en plan burla y nos reíamos todos. De todas formas, mi recuerdo de entonces era, desgraciadamente, que me daba algo de miedo. Quizás por aquella espectación que levantaba o quizás porque le notaba diferente y yo no sabía por qué.
Luego, ya yo más mayorcito, sí que lo miraba de otra manera cuando imitaba a Sarita Montiel en la plaza de San Agustín, en playback, por carnaval, o cuando nos enseñaba una teta y nos soltaba una de las suyas. Era más divertido.

Finalmente, con los comentarios que se oían por ahí, no demasiado agradables, que relacionaban con sus problemas de salud, me daba un poco de pena

Yo estoy seguro de que esta persona debió sufrir mucho en un mundo injusto como el nuestro.

Gracias a ti, Paco, con tu entrada hacemos una semblanza de él, o de ella, como más le guste, y lo recordamos con el cariño que da el paso de los años.

Paco Muñoz dijo...

Gracias a ti, José Manuel, por aportar algo más de esta persona, yo me limito a avivar recuerdos y el resto lo pone el respetable.

Anónimo dijo...

MAGNÍFICO.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Anónimo (por favor porque no pones tu nombre al final). Es que hablar con anónimos...

Anónimo dijo...

Estimado Paco,

Muchas gracias por esta entrada. Me ha resultado duro leer el pasaje que relatas de la infancia de la Paquera, mi tio-abuelo. Siempre supe de él aunque mi abuela nos negara su existencia. Una pena que no quisiera trato alguno con él aunque sé que en el fondo ella también sufría por no saber cómo aceptar su condición de homosexual. Mi madre, su sobrina, si que le dedicaba visitas furtivas. Mis únicos recuerdos con la Paquera eran en Carnaval, cuando mi familia se quitaba la careta y nos abrazábamos todos de forma sincera... siento no haber tenido la oportunidad de tener un trato más cercano con él. Gracias a entradas como esta, me hago una imagen más real de este personaje que tendría que haber tenido más protagonismo en mi vida... Cristina

Paco Muñoz dijo...

Cristina, muchas gracias a ti por tu comentario. Yo lo conocí de pequeño cuando jugaba con nosotros en los Patios de la Mezquita, era algo mayor que yo pero sufría la incomprensión del sistema del que estaban impregnados los otros niños. Lo maltrataban, a pesar de que algunos lo quisimos admitir en nuestros juegos, que era lo que él quería. Mientras vivió su madre estuvo más o menos bien, luego (no estoy seguro) creo que se hizo cargo una hermana. Y después la soledad, salvo la incursión en el Buen Pastor, el asilo. Pero nos contaban que las monjas eran unas abusadoras. Como digo la soledad. Hubo un tiempo que iba por las casas de vecinos cantando y le daban cosas. Las que lo aceptaban eran las mujeres que les hacía gracia. Después ya de adulto siguió su vida e incluso en cierta ocasión intenté recordarle su infancia y me soltó una tontería. Y de mal en peor, trabajando con la pintura y mal viviendo, hormonándose para ser lo que era de nacimiento una mujer en un cuerpo masculino. En fin una historia cruel de una sociedad más cruel todavía. Un saludo Cristina si tienes alguna aclaración familiar que hacer numero de hermanos etc. que no esté calara en la entrada me lo dices y lo rectifico o amplio.

juan luis oliver palomo dijo...

Soy Juan Luis Oliver Palomo padre de cristina y marido de la única sobrina de Antonio (Sara)Maricarmen Reina Caballero hija de Elena Caballero Esquina hermana de madre de (la Paquera)Antonio nació en el museo taurino en aquellos años casa de vecinos,su hermana (mi suegra mientras vivió su madre estuvo relativamente bien junto a su hermano, al faltar su madre separaron a los hermanos mi suegra fue llevada a Belmez y Antonio se quedó con su padre en Cordoba,hasta que se enfadó con las monjas del asilo se ha contado,mi suegra ya casada y vecina de Cordoba recibia a su hermano cada vez que podía hasta que su marido dijo vasta porque habia un revuelo en el vecindario enorme, en aquellos años perseguidos por la policía, desde entonces mi suegra visitava regularmente a su hermano acompañada de su hija,despues mi señora acompañada de mis hijas la visitaron de tarde en tarde, yo como chirigotero (mas negros quel cerote)entre otras muchas hemos estado muchas veces juntos y con mi familia, en mi chirigota y en casi todo el carnaval me conocian por el sobrino de la Paquera nunca lo hemos negado todo lo contrario, mi señora estaba puesta en la cartilla de Antonio tras su trajica muerte fue la heredera nosotros tenemos muchas fotos y recuerdos de nuestro familiar,con su dinero se pagó un abogado se pagó la lapida que se le puso junto con su padre y nosotros cuando vamos por Cordoba nunca dejamos de limpiarle la lapida y ponerle flores,creo que desde donde esté que seguro estará en el cielo, estará FELIZ.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias por la exhaustiva información Juan Luis. Claro la información que teníamos en el barrio al respecto era muy parecida, salvo que yo creí que se había quedado Antonio huérfano del todo, y ahora veo que primero se quedó sin madre. Efectivamente los problemas surgen por la persecución del franquismo a los homosexuales. Queda dicho todo Juan Luis, Antonio era una buena persona, yo así lo consideraba, él podía haber vivido tranquilo con lo que era y sin embargo la miserable sociedad en la que vivimos lo destrozó. La marginación lleva a muchos sitios complicados y luego castiga la sociedad al marginado cuando la culpable es la sociedad. Muchas gracias por toda la información que sirve para que la memoria de las personas sea más real, aunque en mi memoria de niño Antonio fuese un niño tímido con necesidad de tener amigos, pero que tuvo pocos. Si eres chirigotero y carnavalero, mi cuñado es Pepe Carnago "El Pespuntes", no sé si lo conoces creo que sí. Un abrazo.

Antonio Pérez dijo...


Qué gran personaje, ¡¡qué gran Cordobesa!!............. de mi época.

La recuerdo perfectamente con su sonrisa eterna, blanqueando o pintando fachadas metiéndose y piropeando a todo hombre que pasaba.

Córdoba la quería, y ella la disfrutaba.

¡Gran vídeo, grande Paquera/Sara!

Paco Muñoz dijo...

Una buena persona Antonio Pérez.
Un saludo y Gracias

Unknown dijo...

Hoy he visto una entrevista en Tvm de La Paquera del año 93, y no la conocía.
Ahora llevo un rato buscando información para saber más sobre ella, y he dado con este blog.
Me da pena que una persona tan buena, que no le hizo daño a nadie y que se le ve tan inocente, haya sufrido tanto en su vida. Por lo menos me queda el consuelo de que hubo gente que gracias a La Paquera descubrieron la homosexualidad cómo algo natural y llegaron a quererla.
Solo una duda. De que murió?

Paco Muñoz dijo...

José Luis en primer lugar muchas gracias.
Es verdad era una buena persona y bastante trabajador. De niños jugaba con nosotros en el Patio de los Naranjos, a pesar de ser mayor unos años. Éramos del mismo barrio. Tuvo que sufrir mucho como persona, por parte de un padre cruel y antiguo. Y luego la discriminación continuada. Al final buscó su espacio en el mundo y en el fondo supongo era feliz. Puedes ver en los comentarios dos de ellos que son de familiares directos y muy interesantes. Los motivos de su muerte quedaron en el olvido, no lo sé, sólo que se lo encontraron muerto en su casa, bueno en la habitación donde vivía, ¿Qué pudo ser? Me imagino que habría autopsia y en ella estarán determinadas las causas. En ese momento se dijeron muchas tonterías de las que sobrevuelan siempre los casos extraños, pero ninguna seguro realidad. Yo me inclino por una muerte natural, de esa que sobreviene directa, sin prolegómenos, esa que entonces se titulaba "de repente". Mi padre y mi madre murieron así, lo que pasa es que mi madre estaba acompañada por mi padre y luego mi padre estaba solo y nos lo encontramos en el suelo fallecido, pero seguro que a La Paquera (antes el Foco y al final Sara) le pasaría lo mismo, salvo que lamentablemente más joven. Lamento no ser más explicito.
Un cordial saludo

Juan-Ramón Barbancho dijo...

Muchas gracias por la información en su blog y por todos los comentarios, son muy interesantes y aportan gran información.

Soy Juan-Ramón Barbancho, estoy haciendo una investigación sobre la memoria de la homosexualidad en Andalucía y esta información me es muy interesante.

No conocí a la Paquera, la vi algunas veces por la calle y en los carnavales, pero realmente no la conocí personalmente, ya me hubiera gustado. Sólo conocí a alguna amiga suya que me contaba cosas.

Si saben de alguien más de esta época en Córdoba les agradecería mucho la información jrbarbancho@gmail.com

Muchas gracias.

Saludos cordiales.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias a Vd. por su presencia Juan Ramón. Yo si lo conocí a pesar de ser algo mayor que yo. Entonces era el "Foco" su apodo, en el barrio, luego fuimos testigos de cómo iba cambiando y pasando vicisitudes hasta su muerte temprana. Le deseo mucho éxito en su trabajo.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Nací y me crié en Córdoba, aunque con 10 años mi familia se mudó por temas laborales. Pero un recuerdo imborrable que tengo de mi infancia es de ir a ver el carnaval con mi madre, recuerdo algún año hacerlo en República Argentina si la memoria no me falla, y allí estaba ella, la Paquera, abriendo el desfile con una banda de miss y un bikini con el que desafiaba el terrible frío que hace en febrero. Y era como estar viendo lo más parecido a una celebridad que yo había conocido por entonces, porque realmente era una institución en Córdoba y todo el mundo le conocía, según me contaba mi madre. De esto hace ya casi 40 años, pero sigue viva en mi recuerdo, quizás por la imagen tan chocante que sería aquello en su momento, aunque desde mi inocencia de aquellos años lo veía como algo muy solemne.
Muchos años después, mi madre me comentó un día que la Paquera había muerto de una pulmonía tras el desfile de carnaval. Seguramente no sería así, porque mi madre como buena andaluza siempre ha sido de novelar todo, aunque tampoco me extrañaría tanto, porque yo pasaba frío con solo verla. Y aunque el único recuerdo que tengo de ella es los pocos segundos que desfilaba delante mía en febrero, se quedó en mi memoria para siempre, me parecía alguien entrañable y me dio mucha pena su pérdida.
La Paquera ha salido más de una vez en conversaciones con otros cordobeses "en el exilio", y todo el mundo la conocía, así que aunque haya fallecido, seguirá viviendo para siempre en nuestra memoria como la gran estrella que fue.

Paco Muñoz dijo...

Creo que no procede que te conteste, porque estoy de acuerdo con muchas cosas, algunas las ha aclarado tú, porque hay mucha leyenda. Yo lo he conocido de pequeño, incluso hemos jugado en los patios de la Mezquita, era una buena persona. Pero la sociedad que tenemos y de la que venimos es así de cruel. Un abrazo