jueves, 21 de julio de 2011

CUARENTA Y DOS ANIVERSARIO DEL PRIMER PASEO LUNAR

Bajando la escalerilla hacia la Luna

Tal día como hoy 21 de julio de 1969, hace 42 años, el Apolo XI aterrizaba en el Mar de la Tranquilidad de nuestro satélite, mares sin agua que muchos no entenían. Algunos estábamos “marcando el caqui” en Lepanto 2, de cabo cuartel como siempre, por eso figuro en el record de los Guinness, de haber hecho más servicios de cabo de cuartel que nadie en Lepanto. Pues bien, Neil Angstroms, como Pipi Langstroms alcanzaba lo imposible, la Luna. 

Escudo del Apolo XI

Antonio, el cocinero del cuartel, salió de su cocina a ver el televisor del comedor, en directo, eran las 2,56 de la tarde, luego nos hartamos de verlo. Angstroms borroso; Angstroms dando saltitos; Angstroms brillante; Angstroms como se veía el TV sintonizado en el comercio de la Calle de las Tiendas del Campo de la Verdad, en los albores cordobeses de la TV, con una enorme antena del canal 4 apuntando a Guadalcanal, sierra norte de Sevilla, y que nos iba a dejar ciegos delante del escaparate;  Angstroms de todas maneras.

Equipo del Apolo XI

Cuando el Apolo XI hacía la maniobra de aterrizaje, perdón de alunizaje, los astrónomos del observatorio de Jodrell Bank, en Cheshire noroeste de Inglaterra, vieron como otro artilugio, este ruso, maniobraba en las cercanías. Era el Luna 15 (Lunik 15), ya había habido otros catorce, unos exitosos otros menos, que pretendía dejar un artefacto no tripulado para extraer muestras de polvo lunar (15 gramos), y que desgraciadamente se todo el polvo del satélite, se estrelló.

Nos podíamos haber quedado ciegos

Lo que se sospecha es que el Luna 15 pretendía saludar desde el córner, como los tontos en los partidos de fútbol, o como el feo del bigote de la Vuelta a España, que siempre estaba detrás del ganador de la etapa, como hombre anuncio que era. Mi madre disfrutaba cuando lo veía en los finales de etapa. La  frase era:

-¡Pepe, has visto al feo! –le daba igual el ganador.

Así todas las etapas. Lástima que ya no pueda decirlo. 

Grupo de militares e ingenieros soviéticos del proyecto Lunik 15

El detalle de la Luna era, cuando la cámara enfocará a Angstroms, a su vez en el mismo plano se viese, al fondo, la rutilante bandera roja de la hoz y el martillo. Hubiera sido desde luego un punto. Pero los astrónomos de Jodrell Bank decían:

-¡Los rusos van muy rápidos, demasiado rápidos! –gritaban los astrónomos.

Escudo del Lunik 15

Y como era lógico ante tal velocidad de aproximación, el Lunik 15, que así se llamaba en ruso, se estrelló. Por un fallo del altímetro, éste se tragó todo el polvo, y ya no eran los quince gramos que iba a devolver a la Tierra, era todo, como decimos más arriba.  

La famosa huella

Este acontecimiento se retransmitió a toda la Tierra desde Australia. Entonces la comunicaciones no eran todo lo buenas que son ahora. Los saltitos lunares se iban a retransmitir desde Goldstone (California, Estados Unidos), estación de seguimiento a la Red del Espacio Profundo, al igual que las instalaciones MDSCC, de Robledo de Chavela en Madrid, que colaboró durante la ida y el regreso, pero ante la pobreza de la señal se decidió utilizar la que enviaba la estación Honeysuckle Creek, cercana a Camberra (Australia). Luego, durante el resto del paseo, volvió a enviarse la señal desde California.

Todavía no ha dado el saltito

Pues ya hace cuarenta y dos años, con todos los dimes y diretes, las luces y las sombras, la opinión de Pepe, mi suegro, y su hermana Magdalena que decían que era una película, la competencia entre bloques, que hoy no existe, el equilibrio de las dos potencias, que tan bien nos vino a los trabajadores, no como ahora, que no hay nada frente del ambicioso e insaciable gran capital, que campa a sus anchas y nos está devolviendo al siglo XIX a la clase trabajadora . 

Ya en la Luna

Sea bienvenido pues el cuarenta y dos aniversario del paseo lunar del Sr. Armstrong y lamentar que no exista un referente para la clase trabajadora en esta época que nos ha tocado vivir, y que los logros de ésta se vayan diluyendo poco a poco, con la complicidad de quienes no tenían que haber sido cómplices. El “riesgo” de la guerra fría era mucho menor que el futuro incierto de la juventud y los menos jóvenes actualmente. 

Fotografías de la red

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