domingo, 19 de agosto de 2012

BAÑOS MUDÉJARES DE DOÑA LEONOR NÚÑEZ DE GUZMÁN, EN EL ALCÁZAR DE LOS REYES CRISTIANOS

Sala caliente

Llegan los conquistadores castellanos a Córdoba, de la mano de Fernando III. Poco a poco se van repartiendo el botín, las tierras, los palacios, las riquezas. Los apellidos de muchos advenedizos se cristianizan. Le sucede su hijo Alfonso X, El Sabio, el ilustrado. Y a éste Sancho IV. Y a éste Fernando IV el Emplazado, que no se sabe cómo murió, pero se le acercó la señora de la guadaña en Jaén. 

Pórtico, muro norte del Alcázar

Antes había sido emplazado en Martos, al ordenar despeñar por la Peña a los Carvajales. La Peña de la ciudad de Martos, la que dice el refranillo “que si fuera de azúcar, estarían las marteñas, chupa que chupa”. Y su hijo Alfonso XI, después de muchas vicisitudes, todas ellas reales, por la sucesión, por el poder, por el control del Estado, asume éste en el año 1325, con 14 años.

Patio

Alfonso XI había nacido en Salamanca en el 1311. Lo casan con Constanza Manuel, hija de Juan Manuel de Portugal, matrimonio que no se consumó, por lo que fue anulado. Después por razones de Estado se casó con María de Portugal en 1328. Inicialmente no tuvieron hijos, eso y la belleza de la viuda sevillana, hija de Pedro Núñez de Guzmán y Juana Ponce de León, Leonor Núñez de Guzmán (1310), inclinó la balanza a favor de Doña Leonor y acrecentó la famosa relación extramatrimonial del Rey. 

Patio, entrada, ventana  a pasillo este sala mudéjar

Todo resultó perjudicial para María de Portugal, aunque al  final tuvo dos hijos con el rey;  Fernando que murió en 1333, con menos de un año y Pedro I (1334) que sucedió a su padre en el trono de Castilla a la muerte de éste. Sin embargo aquella a la que describió Alfonso XI como:

“Era, dueña muy rica y muy fija dalgo y era en fermofura la mas apuefta muger que avia en el Reyno.”

Entrada desde el patio, zaguán y hall

le dio diez hijos, a saber: Pedro de Aguilar (1330–1338) (8), señor de Aguilar de Campoo. Murió en la infancia; Sancho Alfonso de Castilla (1331–1343)(12), llamado «el Mudo», fue señor de Ledesma, Béjar, Galisteo, Montemayor del Río y Granadilla; Enrique II de Castilla (1333–1379)(46), señor de Trastámara, fundador de la Casa de Trastámara, de quien vienen las casas reales de Castilla y de Aragón; Fadrique Alfonso de Castilla (1333–1358)(25), gemelo del anterior, Maestre de la Orden de Santiago y señor de Haro, de quien descienden los Almirantes de Castilla-Duques de Medina de Rioseco (Casa de Enríquez). Fue el primero de los hermanos asesinado por orden del rey Pedro; Fernando Alfonso (1336–1350)(14), señor de Ledesma, recibió los señoríos de su hermano Sancho (fallecido en 1343) por la incapacidad de éste;

Entrada a sala fría desde el hall

Tello Alfonso (1337–1370)(33), primer señor de Aguilar de Campoo y Lara, señor de Vizcaya y de quien descienden los marqueses de Aguilar de Campoo; Juan Alfonso (1341–1359)(18), señor de Badajoz y de Jerez de la Frontera a quien su hermano Pedro mandó matar; Juana Alfonso de Castilla (1342–¿?), señora de Trastámara, casada en primeras nupcias con Fernán Ruiz de Castro y en segundas con Felipe de Castro; Sancho Alfonso (1343–1374)(61), conde de Alburquerque, señor de Ledesma, de Albade Liste, Medellín, Tiedra y Montalbán. Sucedió a su hermano Tello como alférez mayor en 1371; y Pedro Alfonso (1345–1359)(24), lo mandó matar su hermano Pedro.

Hall, arco cegado que da a la sala anexa de la sala templada

Lo que demuestra el funcionamiento de la entrepierna de Doña Leonor y Don Alfonso, y a cada nacimiento un título para el nacido y más poder para la madre que llegó a sí a ser una de las mujeres más poderosas de su época. Bien es verdad que algunos murieron pronto, pero los que duraron llegó lejos. Ante esta demografía me he preguntado muchas veces ¿si ésta gente era la poderosa, la que tenía todo a su servicio, los mejores médicos, la mejor alimentación -de limpieza no hablo porque no eran en ese tiempo muy adictos-, qué pasaría con los hijos de los campesinos, que no tenían nada? Buscando la comparativa, sin llegar a aceptar al cien por cien los datos que nos vienen, que decían que en Córdoba, en los tiempos de su tatarabuelo, había más de novecientos baños, creo que no hace falta dar más detalles relativos a la higiene de una civilización, la que salía y la que entraba.

Sala templada pared norte

A pesar de haber ordenado Alfonso XI, enterrar los baños árabes del Alcázar califal, y los almohades posteriores, con una capa de más de cuatro metros de tierra, enterramiento que dio lugar a lo que se vino en llamar el Campillo del Rey, espacio delante del Alcázar, lugar que hoy es el Campo Santo de los Mártires, decidió también la construcción, aprovechando los conocimientos de Maese Mohamad al que se los encargó, de unos en el Alcázar cristiano. Y estos son los que nos ocupan. 

Sala fría, puerta de entrada de los baños y salida a sala templada

Hay que decir que, “protegiendo” la moral del pueblo, el Rey había ordenado el cierre de todos los baños del país. No cabíamos en casa y parió la abuela. Comenzó la construcción de estos baños reales y privados, en 1338 y los hizo en honor de Doña Leonor, que como concubina, favorita, querida o mantenida del rey, pasaba mucho tiempo en Córdoba, en espera de la vuelta de las correrías de moros de su amante. La reina titular estaba en Sevilla con la Corte, humillada, humillación que nunca olvido su hijo Pedro, después llamado El Cruel, pero que no era ni más ni menos que cualquiera de ellos.

Puerta sala anexa sala templada, pared oeste

Estos baños están debajo del Salón de los Mosaicos actual. Adosados a la muralla norte del recinto. En principio fueron de planta rectangular y se modificaron con posterioridad, pero siguiendo los cánones del baño árabe. Entrada esquinada, sala fría, sala templada, y sala caliente. Lucernarios estrellados de seis puntas, bóvedas de cañón y de arista. Parece que la torre del Homenaje tenía una cisterna que era la que servía el agua para el baño. Así como que  el calentamiento del agua y el servicio del baño estaba más allá de lo que ahora es la sala caliente, alimentando por tuberías de barro a cada uno de los baños individuales. 

Sala templada, pared sur

La entrada a los baños es por el patio mudéjar. El pasillo lateral este nos lleva a una puerta, a la que da una escalera con cancel que baja desde la puerta de la muralla norte. Unos escalones nos suben a un pórtico de dos arcos, a cuya derecha tiene un patio con un naranjo que es el que da luz al balcón este de la Sala de Mosaicos y pasillos. Debajo de ese balcón está el acceso al baño. A la derecha, en el patio,  una ventana nos permite ver todo el pasillo este del patio mudéjar. Un pequeño habitáculo hace de zaguán, para pasar a otro algo mayor con una característica entrada en ángulo recto para la privacidad de sus usuarios.

Sala caliente pared norte

Esta nos lleva a la sala fría de bóveda de cañón con siete lucernas estrelladas, tiene en su pared norte una puerta y una ventana que dan a la sala templada. La sala templada tiene una habitación en su lado oeste, el techo es de bóveda de arista, con lucernas, y un arco nos permite acceder a la sala caliente, bóveda de cañón y tres lucernas en el techo. En su pared sur tiene un banco a lo largo de la misma, el enlucido de esa pared contiene el nombre y la fecha en la que muchos tontos y tontas los dejaron allí. La pared norte de esa sala tiene una pilas a cada lado y en el centro un arco donde se encontraba el horno.

Sala caliente, pileta izquierda y horno

Poco más de una década disfruta Doña Leonor –en el supuesto que lo usara- del baño del Alcázar de Córdoba, en 1350 la peste negra hace que muera el rey en el sitio de Gibraltar, con 39 años. Único monarca que muere en Europa de la peste bubónica. En Jerez es embalsamado y entierran sus intestinos en el Alcázar jerezano. El cuerpo lo llevan a Sevilla y veintiún años después, en 1371 lo trasladan a Córdoba siendo depositado en la Cripta Real de la Mezquita.

Sala caliente, horno y pileta derecha

Más de trescientos años, es el inquilino de la cripta junto con su padre Fernando IV. Eso significa la subida al trono de Pedro I y la detención y cárcel, primero en Carmona y después en Talavera, de Leonor Núñez de Guzmán. La ciudad de Talavera se llama "de la Reina" por ella, en la que un año después, 1351, la Reina madre Doña María de Portugal la hace asesinar. Pedro I venga los agravios a su madre procurando que Doña Leonor y el rey no sean enterrados juntos.

Los nombre de los tontos/as en cualquier sitio

En 1736 tanto su padre Fernando IV como Alfonso XI son trasladados a San Hipólito, Colegiata que fundó el segundo en 1343, conmemorando la batalla del Salado, y allí están los dos desde 1846 en dos sarcófagos  de mármol rojo. Y el baño mudéjar de Doña Leonor, en el Alcázar de los Reyes Cristianos de la ciudad.

Única representación conocida de Doña Leonor, en la Catedral de León

Plano de planta a mano alzada sobre la marcha. Pido disculpas.



Fotos y vídeos del autor
Bibliografía de Wikipedia y Arte en Córdoba

Las gracias al personal municipal del Alcázar por la facilidades dadas y su amabilidad.

4 comentarios :

José Manuel Fuerte dijo...

No paras, afortunadamente.

Magnífico artículo sobre parte de nuestro patrimonio, y con datos históricos "realmente" interesantes.

La verdad es que cuando he ido al Alcázar, y me he asomado a los baños, a uno se le quitan las ganas de bañarse en esa especie de palangana grande. Yo creo que los califales tienen un "no sé qué" que invita a mojarse. Sin embargo, estos...

Gracias por compartir y enhorabuena por la entrada.

Paco Muñoz dijo...

Gracias José Manuel, pues he tenido que ir tres veces, una el domingo y me dejaron pasar exclusivamente a los baños, por eso el agradecimiento al personal. Antes venía del Botánico que iré el martes otra vez, hay una exposición de lucernas modernas en la rosaleda. Yo me imagino que con el enlucido y el suelo en condiciones estarían aceptables, aunque en esa época todo era gris, para mí es una de las épocas más oscuras de los tiempos. Eran espesos y ellas... Luego estarían los olores, aunque a todo te acostumbras. En la mili regaba el fondo de la gorra con colonia, al llegar a la compañía -(trescientos tigres)cuando aún no se habían levantado los soldados de infantería-, me la ponía en la cara a modo de marcara antigás, y cruzaba la sala hasta el fondo. Una vez allí te la quitabas y ya estabas en ambiente, daba igual la mezcla de olor a humanidad habías sido inmunizado. El olor formaba parte de lo natural.
Un abrazo.

fus dijo...

Paco, tengos tantos sitios que visitar en Còrdoba que tendrè que ir varias veces. Los olores deberìan ser algo muy especial, porque en esa época tan oscura la higiene era muy escasa.
Como siempre hay que venir a visitar al maestro para conocer mejor Còrdoba.

un abrazo

paco

Paco Muñoz dijo...

Sabes que a tu casa vienes y nosotros muy honrados de servirte de guías. La verdad es que por muy hermosa que fuese Doña Leonor, no sería yo el que me acercara a una de sus ingles, y que decirte de las de la Católica Isabel. Puff. Aunque los mismos malos olores tienen las monarquías actuales, algunos putrefactos.
Donde se ponga un jazmín, en tu tierra biznaga, que se quiten los olores monárquicos.
Un abrazo