sábado, 17 de agosto de 2013

ALCUBILLA DE ANTAS

Puerta de la alcubilla de Antas (y los dos refuerzos que le dan su nombre)

Un recorrido cultural con personas como Pancho Gamero y Ángel Martos, que conocen el medio es una delicia. El día 15 tocó un recorrido por la falda de la sierra y la visita de algunas fuentes o veneros. Paralelo a ello disfrutamos de la arquitectura de algunas fincas famosas, cuyo nombre nos evoca el pasado. La falda de la sierra está llena de huertas, estructuradas en bancales, para un mayor aprovechamiento de los recursos hidráulicos del lugar. Recursos que en ocasiones daban para surtir a la misma vez a la ciudad, como es el Venero de Antas. 

Vista aérea

Son muchas las veces que he pasado por su puerta y ninguna la que me haya dado por saber de él. Forma parte de una de las bajadas del nacimiento del arroyo de san Cristóbal, en un hermoso valle donde un pilar rectangular -que en algunos textos lo llaman del Cuadrante-, sirve de cruce de caminos: hacía los Morales una vez se corone el collado; al Lagar de la Cruz, o al propio Cerro de San Cristóbal, por una estrecha vereda que, una vez subida, deja a la derecha otro collado que baja con notable pendiente a la fuente del  Orquín en la carretera CO-3408, que los modernos llaman del 14%, y yo más antiguo de la subida al Cambrón.

Techado piramidal de la alcubila

Pero aquí nos interesa el Arroyo San Cristóbal y más concretamente el Venero de Antas. Francisco Carrasco, el poeta de los "Arroyos de Córdoba", nos dice del de San Cristóbal, relacionado en el tramo del mismo donde está el venero de Antas: "El cauce baja entre pinos, testigos centenarios de las desbordadas crecidas de inviernos pródigos que apenas viven en el recuerdo. Junto a la fuente pasa un camino ancho que inunda el arroyo y une la casa de la finca con el Lagar de la Cruz. 


Otra vista de la alcubilla

Monte abajo va este arroyo apropiándose tierras de Los Morales donde hay recuerdos de mi infancia. Pasa el arroyo ante la casa de recreo que en tiempos pasados era lugar de descanso., en arriendo, de familias pudientes. Cruza la carretera del Sanatorio y pisa el olivar de los Ballesteros donde hay avellanos y una planta muy desconocida por aquí que es el zumaque, utilizado por los musulmanes en el encurtido del cuero para los cordobanes. Alcanza muros de la Casa de Ejercicios San Antonio con almendros que blanquean la mañana cuando enero se aposenta en estos campos."


Espesura del lugar, arroyo

En cierta ocasión, cuando el estado físico acompañaba algo más, intenté bajarlo desde el Cuadrante una vez, y subirlo desde la carretera de los Morales. Ni la bajada ni la subida la llevé a feliz término, la tupida vegetación que lo acompaña en este tramo de su curso, me lo impidió ambas veces. Otras veces, antes de bajar directamente a los Morales, te desviabas a la derecha por un sendero que te lleva a una pequeña explanada mirador, desde el que se disfruta de una vista maravillosa, luego ese sendero nos lleva después a cruzar el arroyo de San Cristóbal por un puente que está integrado en el terreno y al otro extremo del mismo está el Venero de Antas.

Un tramo del arroyo casi seco

Luego por la trasera de esa famosa finca orientalista, que hoy está reformada en su totalidad, con una entrada a través de un arco árabe, que tenía una hermosa torre con un amplio salón, arcos y un jardín, que si bien en ese tiempo era jungla por el abandono, y no por ello nos permitía sustraernos de su pasado esplendoroso, salíamos a la carretera asfaltada y entre un frondoso naranjal de bancales y palmeral, para llegar por el sendero de la Cuesta de la Traición al Cerrillo, ventorrillo de cafés de novios, de domingos por la tarde en invierno, en motocicleta Vespa o Lambretta.

Arroyo donde inicia una pequeña caída

Antas. ¿Qué significa Antas o Anta en singular? Si lo buscas en la red es difícil, no te va a salir una palabra rara, como aquellas de gallina joven, o maleza, no, te dirige al nombre de una  población. Pero sin embargo, en un diccionario, mi diccionario de toda la vida, un diccionario "como Dios manda" -¿dónde habré oído yo esta frase pegadiza?- dice lo siguiente: Anta.- 1.-Menhir. 2.-Arq. Pilastra que en lo antiguo se alzaba a los costados de la puerta de la fachada de los edificios principalmente en los templos. 3.- Pilastra de refuerzo o que decora el extremo de un muro. (Fin de la cita)


Alcaparra que estaba bien servida

Me quedo con la segunda acepción, y además como tiene dos por ello el plural. Pues ya está, este raro y desconocido nombre (hasta ahora para mí), seguro que ampliamente usado por los estudiantes o profesionales de la arquitectura, esta estructura es la que se lo da al venero. Su puerta o fachada principal, que mira al este, está reforzada por dos antas. No entramos, pero mis amigos Pancho y Ángel, me explicaron que la alcubilla se surte de una mina un determinado número de metros arroyo arriba, con un par de registros intermedios, donde una amplia sala recibe las filtraciones del plioceno al mioceno, o al revés.

Otra vista aérea

Otro lugar de nuestra ciudad, cercano, bonito, y que puede visitarse siempre cuidando el entorno, que éste, salvo las construcciones que lo acosan, aún está aceptablemente bien.

Arco de entrada a la finca que fue orientalista plena.

ADENDA 

Fotos de la mina que surte a la alcubilla de Antas y que se cita en el texto, realizadas el día 23-1-16

Puerta de la mina, la vegetación dificulta hacer la fotografía

 Puerta de la mina buscando un ángulo mejor que tampoco favorece

 Registro arriba de la mina, en el camino

 Entrada a la mina desde el cauce

 Bajada por el cauce, imposible con agua

 Cauce


Fotografías del autor y aéreas de Google y Bing.
Bibliografía Francisco Carrasco "Arroyos de Córdoba" del Ateneo y mí diccionario de toda la vida.

9 comentarios :

werrybee dijo...

Este y el de Vallehermoso son los únicos veneros que he podido encontrar. Dentro del recinto del depósito de Antas se conserva la antigua conducción de agua, lógicamente ya en desuso. El miércoles y el viernes estuve allí, así que no nos vimos por muy poco. Respecto a la finca de la portada oriental, hay una postal antigua en la que sale muy bien retratada; se llama finca Las Antas, precisamente.

Paco Muñoz dijo...

Antonio, por lo que se ve ya no se aprovechan esas aguas. En el de Vallehermoso no he estado, sí por el contrario en uno que le llamamos de la Casilla del Aire en el arroyo de Peñamelaria. Es cierto finca de las Antas, por eso el camino se llama así. Cuando estaba abandonada he estado dentro muchas veces, debió ser un sitio especial. Ahora ha cambiado me imagino para mejor pero ya no tiene el tinte oriental que en ese tiempo era moda. Un abrazo y gracias Antonio.

José Manuel Fuerte dijo...

Veo que sigues a tu ritmo, y muy bien acompañado, de lo cual me alegro.

Otro lugar para apuntar y no olvidar. Veo, por las fotos, que está cerca del Hospital de los Morales. Espero que no te haya pillado el pequeño incendio que se propagó allí.

Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

José Manuel estoy bajo de forma y de moral, no te creas. Es muy fácil de llegar. Hoy ha sido otro día que te iba a llamar lo que pasa es que se han dejado caer mis nietos por casa y ya no he salido. Si mañana te parece bien podemos dar una vuelta. Yo te recojo con el coche. podría ser a las ocho. Ya me dirás.

Paco Muñoz dijo...

Fue un par de días antes la visita. Se me olvidaba.

José Manuel Fuerte dijo...

No te preocupes por quedar. Cuando surja, ya está. Mañana tengo planes. Tranqui, ya quedamos en otro momento.

Laurentino dijo...

Felicidades de nuevo Paco.

Y por si quieres una curiosidad, el puentecillo que cruza el arroyo junto a la alcubilla es en realidad parte del acueducto que llevaba las aguas del mismo (su última fábrica es de finales del XX cuando lo compró el Ayuntamiento para comenzar, por fin, un verdadero servicio municipal de aguas). Y en su camino aguas abajo pasaba por la alcubilla de los Morales de la que hablaste hace tiempo en otra entrada magnífica.

Lo de siempre, un abrazo.

Laurentino dijo...

Perdón, quise decir "finales del XIX"...

Paco Muñoz dijo...

Que interesante. Entonces cogía a la derecha y la traza seguiría dirección este. Me llamó la atención la considerable altura y la poca luz de su arco y pero pensé que no podía ser natural.