lunes, 4 de noviembre de 2013

LA TORRE MOCHA DE GUADALCÁZAR

Torre Mocha cara este, y nido de cigüeñas


Jesús, un amigo y propietario de mi "bazar de cabecera", concretamente Electrodomésticos Naise, de la Avenida de Rabanales de Córdoba, es natural de la muy noble villa de Guadalcázar, enclavada en la campiña cordobesa, a corta distancia de la ciudad, el va y viene cuatro veces al día. Días atrás, entablamos una conversación sobre su pueblo, y a raíz de ésta quise aprovechar la mañana del domingo para visitarlo.

Calle escalonada

Ya lo había hecho alguna que otra vez, cuando el DNI me permitía esa ruta en bicicleta, por la margen Izquierda del Guadalquivir, una vez pasada la estación de Vachillón, el inicio de la vía verde "marchenera", y la incorporación del "Río del Pan", el Guadajoz a su hermano mayor, seguimos la A-3051, dejando a la derecha el cruce con la CO-3310, donde se inician una serie de rampas de verdadero suplicio para las dos ruedas.

Iglesia parroquial y la Torre Mocha

Plinio citó a una ciudad romana del siglo IV que llamó Cárbula, y que según algunos eruditos podría ser Guadalcázar. Ya en tiempos de los árabes parece que una alberca en la Huerta Jonda es de ese origen. Por otro lado, dicen los historiadores que el nombre de la ciudad en árabe significa "río de palacio". Luego vienen los conquistadores cristianos, en la misma fecha de la conquista de Córdoba, 1236, Fernando III, la suma a su cosecha, y se la regala a Gonzalo Fernández de Córdoba, que éste permuta por el señorío de Montilla. En el siglo XVII se erige en Marquesado y, el Virrey del Perú, Diego Fernández de Córdoba la "gestiona". 



Diego Fernández construyó su palacio en 1616, cuando era primer Marqués de Guadalcázar. Las medidas de ese palacio, cuyo único vestigio que queda es la Torre Mocha,  dicen que eran las siguientes:  la fachada oriental tenía 70,20 m. de longitud y 45,30 m. de fondo, con 12 balcones enrejados, repartidos entre su planta baja y alta.  La fachada norte tenía siete balcones enrejados. Por el lado que estaba unido el palacio a la iglesia citan la construcción de una tribuna alta. Por el lado de atrás, en poniente, un jardín pequeño y diversos servicios. En ambos lados de la fachada principal se levantaban dos torres cuadradas de 9 m. de lado, de dos plantas de altura más que el palacio, lo que es lo mismo que tres plantas desde al suelo. 

Calle Julio Romero de Torres e Iglesia parroquial.

En el interior citan los historiadores que había un patio claustrado, en piso bajo y alto, con 40 columnas de mármol.  Este Palacio sustituyó al primitivo Castillo que fuera residencia de los señores de la localidad. Rodrigo Méndez Silva, en 1675, Cronista general de España y Ministro del supremo Consejo de Castilla y, posteriormente, en 1783 Antonio de Capmany y Montpalau diputado a las Cortes de Cádiz, proclamaron la magnificencia del palacio del Marquesado.

Escudo de la ciudad y torre

Tanto el Padre Ruano, como Bernardo Espinalt también, citaron la hermosura del palacio del Marqués de Guadalcázar en sus escritos. A mediados del siglo XIX ya se encontraba en un gran estado de abandono, lo que motivó el traslado de su columnata a mediados del XX, a un palacio que el Marqués tenía en la calle Ancha de San Bernardo, en Madrid, y que ahora ocupa el Ministerio de Justicia. Los pasos que dan los nobles materiales de construcción en su reciclado.

Palacio en Madrid donde se llevaron la columnas

La parte que miraba al Norte estaba adornada con 7 balcones y otras tantas rejas. En el costado que le unía a la iglesia parroquial había una tribuna alta y por el lado de Poniente, es decir, a espaldas del edificio mirando al campo, tenía un jardín pequeño y otros patios de servicio. De aquel palacio antes fortaleza sólo queda la Torre Mocha. Dice el cronista local D. Francisco Aguayo que: 

Fachada principal de la torre y entrada al Museo de Ciencias Naturales

"Parece ser que la torre fue destechada por uno de sus últimos propietarios, el señor Eduardo Cadenas de Llano Rejano, ante las insistencias del párroco de la localidad que pensaba que podía desplomarse sobre la iglesia parroquial"


Museo de Ciencias Naturales

Hoy, afortunadamente, la Torre Mocha está recuperada y contiene un extraordinario Museo de Ciencias Naturales que se inauguró el 9 de abril de 2003. Dedica sus cuatro plantas modernamente estructuradas a: paleontología, mineralogía, gemología, entomología y un taller dedicado a observación de la naturaleza. Lo cierto es que el mismo es una envidia, ya que en la capital no encontramos un museo parecido. Lamentar no haberlo podido visitar el domingo por no haber seguido el protocolo de aviso previo.

Jardín,  lado oeste de la torre, plaza de la Torre Mocha.

Dice la información del Museo:  "El museo se puede visitar todos los días pero se necesita concertar cita, siendo el horario el sábado solamente por la tarde de 16:30 a 18:30, y los domingos por la mañana desde las 12:00h a las 14:00h y por la tarde de 16:30h a 18:30h. Las visitas de deben concertar con Srta. Mª José Aguayo Sánchez (Tlf.669-272400). Tiene el inconveniente de no estar preparado para personas discapacitadas o con problemas para subir escaleras, pero por lo demás asombra la calidad de las colecciones para el tamaño del pueblo que lo alberga."

Una vista del lado oeste de la torre

Por lo tanto, esa pequeña villa, que espera su visita, cuna del marquesado de Guadalcázar, reminiscencia de una aristocracia decadente -cuyas riquezas las obtuvieron a costa de los mismos de siempre-, o la Cárbula citada por Plinio posiblemente, es hoy una ciudad dormitorio a poca distancia de la metrópoli, 30 km. por la A4, dirección Sevilla, salida 420, por la CP-093, pasando el vértice geodésico del Rosario, y con unas preciosas vistas de la campiña, del valle del Guadalquivir, con el majestuoso Castillo de Almodóvar al fondo, y alguno menos por el margen izquierdo del Guadalquivir A-3051.

Fachada posterior

Otra vista desde el jardín 
Fotografías del autor una de la red.
Bibliografía de la Web de la villa y cronista de la misma.

7 comentarios :

Eladio Osuna dijo...

Buen trabajo como siempre. Solo para hacerte una pregunta ¿no había ahí un radiofaro de esos que sirven para el tráfico aéreo?
Saludos y gracias por todo

Paco Muñoz dijo...

Amigo Eladio muchas gracias en primer lugar. El radio faro está en Belalcázar. A mi me ocurre esa confusión. Pero echo mano del mnemotécnico Guadal para arrimarlo al río Guadalquivir y diferenciarlo del de los Pedroches. Castillo del río el más cercano, y Castillo Bello el lejano, o lo que es lo mismo Guadalcázar y Belalcázar. Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Me he enrollado tanto con el trabalenguas de los nombres que al final no he precisado, el radiofaro o VOR está en el término de Hinojosa del Duque: aquí lo puedes ver:
http://www.alltravels.com/spain/andalusia/hinojosa-del-duque/photos/current-photo-80474754
Disculpas Eladio.
PD: Al músico lo tengo en Tailandia, ahora vuela hacia Bangkok para esta noche hacerlo a Dubai y luego a Madrid.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Magnifica lección histórica. Como estamos en tiempos de eufemismos has dicho: “Los pasos que dan los nobles materiales de construcción en su reciclado” yo habría puesto casi lo mismo, pero habría dicho expolio. El otro día comentábamos las humedades de los monumentos. Triste, pero claro ejemplo es la fachada posterior. ¿Cuánto tiempo estará de pié? Has hablado de la vía verde “Marchenera” dos curiosidades de antes de que fuese vía verde. Era el trayecto ferroviario más corto entre Córdoba y Sevilla, y que yo sepa, hasta 1969 o más, Renfe utilizaba el Morse como medio de comunicación telegráfico. Un abrazo y muchas gracias.

Paco Muñoz dijo...

Patxi muchas gracias. Es que en el fondo era suyo, las columnas eran de su casa y se las lleva a otra casa que tiene la criatura en Madrid, que hoy es sede del Ministerio de Justicia.
No sabía que ese ferrocarril era el camino más corto, o si enlazaba Marchena con Sevilla, que sería lógico a todas luces. Telegrafía entre las estaciones, ahora no están aún muy al día pero ya es la radio y las comunicaciones digitales. He querido expresar en los trenes convencionales no en los modernos. Un abrazo.

FRANCISCO dijo...

Francisco Aguayo
Hola, Paco, gracias por citarme, pues veo que has utilizado mis publicaciones, pero dile a Eladio que tiene razón con lo del radiofaro para el tráfico aéreo.

Paco Muñoz dijo...

Entonces Paco Aguayo, hay o no un radiofaro en Guadalcazar?. Eladio te leerá. Un abrazo.