viernes, 2 de octubre de 2015

MINA DEL CERRO DE LA MONEDA, EN LAGUNA AMARGA (LUCENA)

Fondo del túnel, meseta final

Después de haber estado en el Cerro Acebuchoso, procedía continuar hasta el llamado Cerro de la Moneda en las cercanías de Laguna Amarga. Estas "expediciones" tienen un punto muy interesante, ya no basta sólo con ir a una cavidad visitarla y levantar la topografía, alrededor de eso hay un trabajo de investigación sustancioso, antes y después de la visita. Y sobre todo el goce de disfrutar de unos paisajes maravillosos.

 Vuelo 1956

 Vuelo 1977

Raster del IGN Cerro de la Moneda

El punto de partida fueron las investigaciones de Rafael Bermúdez del G40, que se ha leído muchos documentos de personajes que fueron y siguen siéndolo, autoridades en la geología y minería de este país, buscando referencias a cavidades. Concretamente me estoy refiriendo al trabajo del prolífico D. Antonio Carbonell Trillo-Figueroa, nieto de Carbonell Llacer, el creador de la empresa Carbonell de Córdoba.

D. Antonio Carbonell Trillo-Figueroa

Antonio Carbonell murió en Córdoba a los 62 años, en 1947, había nacido pues en 1885. Fue uno de los pioneros en la investigación de minerales radiactivos y un geólogo de categoría internacional. Otro acontecimiento luctuoso de ese aciago año de la explosión de Cádiz y la muerte de Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", claro que en mi casa, supongo, no sería del todo tan aciago porque fue el  año de mí nacimiento ¿o sí ?.

Detalle del Mapa Geológico Nacional

Las citas de Carbonell, recopiladas por R. Bermúdez, como he dicho fueron el punto de partida de la visita al Cerro de la Moneda. Antes de continuar, decir que la guerra de los toponímicos sigue abierta, en el Catastro figura la finca como Cerro de la Moreda, sólo difiere en suprimir la segunda pata de la ene para que se quede en ere, y a su vez cambie su numismático nombre para vegetalizarse en apuesto árbol de dulces y guerreros frutos infantiles. Nos quedamos sin comprobar del todo, con Cerro de la Moneda.

 Personal en la entrada de la mina, Gloria, Rafael y Abén.

Entrada del túnel

“HIERRO.- Minas de hierro en el término de Lucena se han indicado las siguientes: … Mina la “Anconesa” en la laguna Amarga y en el cerro de la Moneda, donde el criadero está poco aflorado, al sur del camino de herradura de la Dehesa del Marqués; al norte del cerro hay una galería de 30 metros habiéndose puesto el criadero a la vista en algunos puntos y en una cueva. En opinión del Sr. Foudinier de escasa importancia”.


 Abén Aljama investigando los techos

“MANGANESO.- Con las reservas naturales indicaremos que se han señalado minas de manganeso en Laguna Amarga, Cerro de la Moneda, donde hay un socavón de 30-35 metros llamado Cueva de la Moneda, que según el ingeniero que la visitó estas minas es una cueva natural, en las inmediaciones de la carretera de Jauja a Lucena, cortijo de los Riscos y en el triásico y en las inmediaciones del grupo de minas “La Anconesa””.


Detalle de la fractura

Otras citas localizadas a posteriori:

"En el término de Lucena consta la existencia de glauconita, que enriquece de potasa el suelo; hierros de color, que se manifiestan en distintos afloramientos, habiendo sido algunos de éstos motivo de explotación en pasadas épocas; así, las minas Tropea se deslindaron por el Cerro de la Gatera y los Montes de San Miguel; La Anconesa, en la Laguna Amarga; La Boba, en los Derramados; La Catena, en el Cerro de la Monja, y, entre otras más, también ferruginosas, se denunció La Perla en el Partido de Los Arenales, estando ésta en actividad —quizá sólo en fase de investigación— en el año 1863."


Abén Aljama en otro momento de la investigación visual

En Lucena, Carbonell cita, en otra publicación,  minas de hierro entre otras: "En el Monte de S. Miguel, en Dehesa de Granadillos, se ha indicado una cueva en el ayo. de la Carbonera. También en el Cerro de la Casilla existen dos trincheras o cortas antiguas, una de 6 a 8 m. de profundidad y otra de 4 a 5 m."242. Desde 1872, el hierro se investigó con explotaciones y escoriales ferruginosos en el partido de Los Jarales, en las cercanías del Molino de Curado."


Muro en la entrada a modo de "ménsula" hasta el suelo

Detalle del muro y sus piedras perfectamente talladas

A partir de las dos primeras citas, se pone en marcha la expedición. Se echó el ancla en lo que toponímicamente se llama Cortijo de San Joaquín, casi en la orilla de la mayor de las lagunas del Parque de Laguna Amarga -seca en este tiempo-, y que hoy son las instalaciones de un molino abandonado. Al sur del cerro a explorar. Subida por un cuidado olivar en dirección a la cara oeste del Cerro de la Moneda. Antes una pequeña altura de 413 m.s.n.m. que bordeamos.

 Track del recorrido

El Cerro de la Moneda, es una altura sobre una especie de balcón a las lagunas, en la cota de 400 m.s.n.m. que sube a los 439 m. en su cúspide, ovalada, con dirección NE/SO de unos 390 m. de largo por 170 de ancho, y señalada en el Mapa Geológico Nacional por dos grandes fracturas paralelas en la misma dirección, la de la izquierda construye la loma anterior, y una casi perpendicular a las paralelas en el centro, que son posiblemente el soporte sólido de su nacimiento. "Dolomías, brechas dolomíticas y carniolas," su composición, rodeado como el Acebuchoso, de "arcillas, margas abigarradas, areniscas y yesos".

Bocetos a mano alzada de la planta y alzado (a ojo por ciento)

Sin grandes dificultades, siguiendo unas de las dos fracturas que señala el Mapa Geológico de España, la oeste, en su hoja Benamejí 1006, 16-41, allí estaba la boca de la mina. Casi ocupada la puerta por el material extraído de la misma, posiblemente gangas o escorias, que dificultaban la entrada. Se nos presentaba un pasillo de unos treinta metros, o algo menos -mis medidas no son las de los expertos, con instrumental científico o cinta metrica vulgaris, ya que yo mido al ojo por ciento-, por una anchura media de unos dos metros, y una altura de dos y medio. Todo ello aproximado.

Socavón al norte del camino y la boca de mina

Derrumbe en el socavón

Fractura al aire al norte del camino, la misma inclinación

El suelo terroso gris, salvo en algunos lugares que tiene piedras desprendidas -mayoritariamente en la parte más baja- posiblemente del lateral derecho, que a lo largo de todo el tunel presentaba un plano fuertemente inclinado. Era la misma fractura que después, al final del cerro, en su parte norte, afloraba a la superficie con la misma inclinación. La entrada que andaría por los dos metros y medio o tres, y con plano descendente suave hacia el túnel, tiene a la derecha un muro de piedra perfectamente cortada como para sostener el dintel, de unos cuatro metros de longitud, y uno y algo de anchura que se introduce en la galería estrechándola.

Majano gigante, norte del Cerro de la Moneda

Al ver este muro y por buscarle la púa al trompo, se me ocurrió que un ancón es una ménsula que en arquitectura, sirve para sostener un dintel, y como la mina la llamaban "La Anconesa", pues de ancón... pero eso es buscarle la púa al trompo. Aunque los ancones están normalmente en alto. Los espeleólogos se quejaban de un olor desagradable en el interior, achacable por ellos al citado manganeso, que yo no conseguí oler. Aunque creo que el manganeso no huele en estado sólido. He de decir que entré en este túnel, porque presentaba todas las facilidades para mis facultades mineras o espeleológicas. Salvo que pisara un piedra suelta no tenía ninguna dificultad.

Cortijo de San Joaquin y molino, al sur del cerro

 Interior molino y piedra

Otros compañeros Manolo Palma y Pancho Gamero, enlazados por radio con nosotros, se dedicaron a rodear el cerro buscando alguna otra boca, sin resultado positivo. Luego, mientras que el equipo topográfico y de redacción, Gloria Lara, Rafael Bermúdez y Abén Aljama, realizaba su trabajo, Manuel Palma, Pancho Gamero y yo, recorrimos todo el camino de salida hacia el olivar, que posiblemente fuera el de extracción de mineral, en dirección norte, cruzando después el olivar hasta una especie de majanos gigantes, que coronaban las lomas, que no presentaban más interés que el visual.

Laguna seca, al fondo la segunda laguna, del conjunto de Laguna Amrga

Antes de salir del olivar afloraba la misma fractura inclinada del interior del túnel, que cité anteriormente y había un socavón al lado del camino, de unos cuarenta metros de longitud por tres o cuatro de anchura y uno y algo de profundidad (medidas aproximadas). Que se interpretó como la cueva que visitaron los geólogos y por la acción de la explotación dejó de serlo, para quedar a cielo abierto. A lo largo del camino existían montones de piedras escoria de la explotación, seguramente. Y cosa curiosa alguna botella de plástico y residuos de la civilización.

Torre del pozo

Pozo de unos siete metros de profundidad

Vuelta al túnel y como el equipo aún continuaba su trabajo, decidimos bajar al Molino y tratar de ver la laguna que estaba totalmente seca. Antes pasamos por un pozo, al lado del arroyo estacional que discurre por la vertiente oeste del cerro, entre él y la carretera. Luego la visita a la desembocadura del arroyo, que en su entrada a la laguna ahora seca, estaba recién construida, y después a las ruinosas instalaciones de Cortijo de San Joaquín posteriormente molino aceitero.

Casa en ruinas del Lagar del Río, al otro lado de la carretera, al oeste del cerro

Bajaron los compañeros redactores pasado un buen rato, una vez realizado su trabajo de recopilación de datos y medidas, y partimos buscando un "aguaero", hasta recalar en el cruce que citamos en la anterior entrada, en la Venta de la Camila. Allí entre unos jugosos trozos de chorizo y morcilla con patatas, y unas aceitunas, regado con cerveza y refrescos americanos, y agradable servicio, intercambiamos opiniones sobre la mañana que a mis ojos -indiscutiblemente de inexperto-, me pareció muy fructífera.

Venta de Camila, buen chorizo y morcilla

Citar un interesante trabajo de Rafael Bermúdez, titulado "Estudios espeleológicos en el Cerro de la Moneda", publicado en la página del G40, donde puede seguirse de una forma más profesional, que estas crónicas mundanas, los recorridos por los Cerros Acebuchoso y de la Moneda.

Fotografías del autor, Vuelos 56 y 77, Apple 
Bibliografía de diferentes  trabajos de Carbonell Trillo-Figueroa

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