martes, 31 de mayo de 2016

ADECENTAMIENTO DE UN SOLAR EN CALLE MUCHO TRIGO

Aérea de Mucho Trigo (Apple)

Días atrás hemos estado unos amigos, J. Ramírez, F. Pozuelo y yo, echando unas "horas gratuitas", en un solar que estaba comido por la jungla de ailantos malolientes y mala hierba, propiedad de una compañera y amiga, para proceder a su limpieza, como mandan las ordenanzas. ¿Qué por qué me acuerdo de esto? porque acabo de salir de una sesión del fisioterapeuta de esas de antología, como consecuencia del manejo del rastrillo. No es la primera vez desde luego la que participo en la limpieza de este solar, de la que fue la casa del Tintorero (como me comentaba mi tía Rafaela) José Carnago, y donde vivía el picador Carnago, su hermano. Ya me costó una fractura de coxis -ese resto del antiguo rabo-, que me duró más de un año, una limpieza, . 

Calle Mucho Trigo

Fachada

Hace unos años, el solar estuvo cedido gratuitamente a unos "ecologistas", que instalaron un huerto familiar, con el único compromiso de que colaboraran en el pago del IBI (que no pagaron ninguno de los tres años que lo tuvieron), y se marcharon porque se le pidió delicadamente, tratando de no causarles ningún estropicio en la cosecha. Fueron el colmo de la incongruencia, exigieron reparar un muro medianero que no había resistido al tiempo sin mantenimiento y se habían caído de él unos ladrillos. Siempre las reparaciones de los muros las realizaba José Carnago, y claro por esa razón duraban en pie las paredes medianeras, por el mantenimiento.

 Una vista aérea con los límites de la propiedad (Apple)

Otra vista desde el sur (Apple)

La paradoja es que 300m2 para instalar un huerto urbano, gratuitamente solo con atender al IBI anual, 271 euros, que no pagaron nunca. Lo más seguro es que la propiedad no se lo hubiera cobrado, si por lo menos hubieran hecho ademán de querer cumplir el acuerdo verbal. Ellos estimaban que la gratuidad de la sesión convertía a la propiedad en arrendador y como tal en el responsable de las reparaciones de mantenimiento en el solar. Increíble y esperpéntico. La propiedad cede gratuitamente durante tres años un solar de 300m2 y le exigen la reparación de unos ladrillos de un muro. Es el colmo del desagradecimiento que te cedan un solar y le exijas a los propietarios como si fueran los caseros.

La primera por la derecha es la actual propietaria

Los vecinos, el día de la primera Comunión de una vecina

El ser humano es muy especial, estos compañeros que se suponen eran de izquierdas, que podía haber significado un plus especial pero que no lo fue. La casa la derribó el Ayuntamiento -ante la denuncia de un vecino que pensaba peligraba la suya- y el consistorio decía no conocer al propietario,  curioso éste pagaba religiosamente el IBI de la propiedad. Pidieron tres presupuestos a la misma empresa y a ésta le dieron el derribo. Era habitual ese compadreo municipal. Esta casa era una vivienda con unos hermosos patios, empedrados, aún están por allí parte de los cantos rodados que lo tapizaban, y muchas parras que daban sombra. Un portalón de dos hojas enormes que se llevaron los del derribo, además de las tejas y otros materiales, incluida una pila tallada en piedra. Eso fue desde luego un expolio. Seiscientas mil pesetas el costo, sin contar el ejecutivo que lo subió a un millón cuatrocientas mil pesetas. Mejor olvidar, aunque es dificil.

 D. José Carnago Rodríguez

El picador Carnago

Dicen los documentos de compra venta de la casa lo siguiente: "El 8 de junio de 1932, D. Luis Boza Montoro, notario, D. Juan Eusebio Seco de Herrera, canónigo Magistral, como albacea partidor, nombrado por doña Ramona Aroca González, D. Manuel Enríquez Barrios como heredero (llamativo), José Alcaide Molina como padre y representante legal de los menores, José y Margarita Alcaide Irlán, y Rafael Carnago Bonifacio, el abuelo patriarca comprador."

 D. Manuel Enríquez Barrios, Alcalde de Córdoba

Vista de la parte que tenía dos plantas y el buen estado de la construcción

"La casa tiene una superficie de trescientas sesenta y tres varas, distribuida en planta baja con patio a la entrada, Caballeriza, otro segunda patio de luces con escalera al principal, otro tercer patio de luces, cocina con pozo y pila para lavar, una sala, cuarto y corral y en el principal una sala y un cuarto. Por la derecha linda con la de Francisco Fernández, nº 12 de esa calle, y con la numero catorce del Patronato de los Ríos, por la izda, nº 8 de Doña Socorro Aguilar y con la casa horno nº 1 de la calle Consolación, de D. Juan Cubero, y por la espalda con dicha nº 1 de Consolación. Y el precio de venta fue de ocho mil pesetas." 

La construcción era de una sola planta adosada a la pared noreste, con tejado a una sola agua de teja moruna. Y una construcción más moderna de dos plantas, escalera y dos habitaciones, en la pared oeste, de tejado a dos aguas, luego un corralón al final y una cocina y pila de lavar con un pozo al que nunca se agotaba el agua en un patio a la derecha. 

Los ailantos

Después de la limpieza

De la calle Mucho Trigo dice D. Teodomiro Ramírez de Arellano, que el nombre proviene de un apellido, que la gente creía apodo. Estimaba que así se llamaba uno de sus vecinos. Tiene dos barreras o calles sin salida, la más larga se llama la del Posadero -en esta ibamos a alquilar nuestra primera casa para casarnos- y otra más corta no tiene nombre. Lo más significativo de esta calle es que en ella existía un pequeño hospital llamado de la Misericordia. Pensando el lugar de su ubicación pudo ser la que se llamó después la casa de la Cruz, por tener una en el dintel de la puerta. La fundación del hospital se estima en el siglo XIV, por la cofradía de los asteros, que se unieron para pagar menos impuestos al estar exentos los fabricantes de astas, por un privilegio del Rey Enrique, en 1371.

 Vista desde el norte

Vista desde el sur

La cofradía se llamó de la Santa Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo, la Concepción y Santa Lucía y San Julián. Esto no ha cambiado con el tiempo, los nombres siguen siendo cinemascópicos. El objetivo de la misma era acoger enfermos, socorrer a su compañeros cofrades de menor poder adquisitivo, ayudar a los casamientos de sus hijas, y la parte más social e importante, recoger y enterrar a los ajusticiados por la justicia. Esto fue lo que se pactó en la escritura fundacional el 29 de junio de 1561, pero venido a menos cerró el hospital por el siglo XVIII y las imágenes se trasladaron a la parroquia de San Nicolás.

La famosa pared medianera

El traslado lo justifica D. Teodomiro de la siguiente manera, cuando habla de la parroquia de San Nicolás de la Axerquía y dice: 

"... Al extremo de la nave del evangelio, y sirviendo de paso entre la sacristía y el altar mayor, encontramos una capilla con un retablo de mal gusto donde se venera a Nuestra Señora del Rosario, San José y Santa Lucía; las dos primeras efigies tienen hermandad muy antigua, trasladada de la iglesia de los Mártires cuando se cerró al culto, sin que sepamos por qué se trajo a esta parroquia en lugar de hacerlo a la de Santiago, a que pertenecía. Dicha capilla se llamaba antes de Santa Lucía, la cual tuvo hermandad, trasladada desde un hospital que estaba en la calle de Mucho Trigo, como allí diremos, y cuya principal misión era dar sepultura y costear entierro a los que morían por sentencias judiciales. ..."

Lo que fueron las pilas y el pozo en el rincón de la derecha

Y porqué todo esto. simplemente por la cantidad de hierba y ailantos que cortamos Ramírez, Pozuelo y quien suscribe en un plazo record. Y aprovechando hablamos de una casa, la del Tintorero, de su compra, de los personajes algunos con calle en la ciudad y que participaron del acto, Seco de Herrera y Martínez Barrios, de la calle del Hospital, de su desaparición y traslado a San Nicolás de la Axerquía de los titulares del mismo, de las personas que nacieron y vivieron en esa casa. Un totum revolutum desde luego.

Fotografías del autor, de la familia Carnago y de Apple
Bibliografía de Paseos por Córdoba y de los documentos de compra venta.

sábado, 28 de mayo de 2016

DOCUMENTOS Y REFLEXIONES SOBRE LA MANIDA PINZA

Pinza: instrumento que utilizan militantes honestos en determinados partidos para ponerselo 
en la nariz y votar, y que además se utiliza también para colgar la ropa en los tendederos

El nivel cultural de muchos políticos actuales es lamentable. D. Antonio Gala decía que la cultura era lo que quedaba de poso en el sujeto cuando se olvidaba lo aprendido en el colegio. Y que un campesino andaluz podía ser más culto que un catedrático, por muchos títulos que tuviera el docente. Y no voy a hablar de nombramientos "honoris causa", ya que hemos visto que estos se los han concedido en este país a muchos delincuentes, y los tienen también otros presuntos. Conclusión la incultura forma parte de nuestro bagaje actual.

Escrito de J.M. Aznar a Julio Anguita Coordinador General de IU

La presencia en las tertulias televisivas, o radiofónicas, sean cavernícolas, medias o algo más digeribles, no justifican la razón de nadie, y mucho menos la cansina presencia de algunos presidentes de autonomías, en esos mismos medios, alguno "de su propiedad", no demuestran más masa gris, ni más brillantez neuronal. Dogmatismos y populacheros comentarios, con palmeros agradecidos de estómagos sin ruido de tripas por no estar vacíos. Remarcación molesta de frases, burdamente acentuadas no son atributo de razón ni de intelectualidad. Y no es cuestión de títulos universitarios como dije antes, es de voluntad de pensar. 

Contestación de IU a la anterior carta, Hoja 1

Eso sí, si el nivel intelectual de los dirigentes/tas es bajo, ellos tienen su público fiel que por lógica debe tener más bajo coeficiente, salvo que existan intereses y esa escasez aparente esté supeditada a ellos. La mayoría de las veces es pereza para pensar, de una parte de la ciudadanía a la que no le interesa discurrir nada, prefiere le den digerida la solución de sus problemas, si es que los tienen. El tonto de mi barrio habla de un país a muchos miles de kilómetros, del que no sabe ni su ubicación geográfica, ni su sistema de gobierno, ni sus logros ciudadanos. Y la tonta de mi comunidad... de vecinos, habla de pinzas sin conocer el verdadero fondo de la cuestión.

Hoja 2

Y más lamentable aún, sin preocuparse de lo que es verdad y lo que no. Hoy he tenido la ocasión de hablar con un actor principal sobre este tema, que los medios trataron de enquistar en la opinión de los cortitos de los noventa y algo, y lo consiguieron, porque muchos de estos (con el perdón de los verdaderamente afectados por enfermedades mentales, que somos muchos) la siguen usando, al formar parte de los manuales mentirosos. Publico la carta que le envío J.M. Aznar a Julio Anguita, y la respuesta que dio la Presidencia Federal de IU, donde quedaban claros todos los pormenores, que nadie comentó a pesar de ser documentos firmados y también una recopilación del libro de Sesiones de las Cortes, donde figuran las votaciones de los diferentes grupos, y los emparejamientos.

Hoja 3.



Pero eso no interesa, no interesa porque son documentos, lo que interesa es el discurso del gurú del medio, o del hermano mayor de la cofradía del embrollo y la mentira, y en ocasiones el chisme de lavadero. A todo esto quiero añadir que se da también en queridos compañeros en los que no debía darse, pero son inevitables las fobias y las filias, eso es humano, aunque sea más doloroso por la proximidad. Por lo tanto para el que quiera consultar los documentos y pensar sobre esto, estos son los que circularon. 




Fotos del autor y red
Bibliografía de la red

viernes, 27 de mayo de 2016

LA MANZANA QUE CONFIGURAN LAS CALLES PARALELAS A LA ACTUAL RONDA DE ISASA Y SUS BIENES PROTEGIDOS.

Aérea de la manzana

En la manzana que configura la calle Cardenal González desde su cruce con la de La Feria, en lo que fue el Arco de la Pescadería y Ronda de Isasa hasta el Caño Quebrado, hay cuatro casas protegidas en el Catalogo de Bienes Protegidos del Conjunto Histórico de la Gerencia de Urbanismo (GMU); El antiguo Hospital de la Lámpara; La Casa de Los Cueto; la Solariega de la calle de la Cara; y la de la Plaza de la Alhóndiga; esa que fue Casa del Pueblo y que construyó el republicano Azorín. Cuatro lugares del patrimonio histórico de nuestra ciudad que merece la pena conocer.

 Plano de los franceses de 1811

Plano de 1851

Tres párrafos dedica D. Teodomiro Ramírez de Arellano al Hospital, luego reflejado en la novela histórica cordobesa. Habla del barrio de cristianos nuevos y gitanos. Llama fea a la iglesia de la Ermita, destacando que sólo tenía tres altares, que "nada de particular ofrecen" (no se cortaba en la critica D. Teodomiro). Luego cita la fundación del hospital y cofradías que en el tuvieron sede. Y al final en el siglo XVIII la dedicación del Hospital al recogimiento de mujeres perdidas. Después su derribo y el actual estado de solar en el que ahora se encuentra.

 Plano de 1854

Plano catastral de la zona

Sigue la actual calle del Amparo, y como figura en los planos de 1851 y 1811, se llamaba calle de Ferro-Agudo, así como al ensanche, la plaza de Ferro-Agudo, cita que allí había un cuadro de San Antonio en la fachada, y que estuvo hasta 1841. Menciona una calle sin salida dirección Ribera -hay que señalar que en aquel tiempo aún no estaba construida la Ronda de Isasa y todas las calles no tenían salida a la Ribera-, que llama del Malfraile, dedicada a un clérigo castigado por la Inquisición por su escandalosa vida. Al que le quitaron sus bienes para hacer la Ermita del Cristo de las Ánimas en el Campo de la Verdad (Era la tónica de la Inquisición quedarse con los bienes del reo, pero lo hicieron también los emperadores romanos). Y luego siguiendo para la calle de la Cara, la Plaza de Pozo de Cueto, por el nombre de uno de sus vecinos que tenía casa allí.

 Fachada del Hospital del Amparo o de la Lámpara

 Cuadro en la fachada del hospital

Casa de los Cueto

Esta casa es la Casa de los Cueto, que está considerada como el exponente de las casas barrocas de Córdoba del siglo XVIII. Un solo patio y la estructuración de la vivienda a su alrededor. Dos galerías de arcos de medio punto, dos vanos al norte y columnas y capiteles procedentes de derribos o de acarreo, de tres vanos y columnas toscanas al sur. En la fachada principal que mira al noreste, portada adintelada con un frontal triangular, secundado por dos escudos de armas, partido por un balcón que remata otro frontón entero y semicircular.

 Fachada principal actual de la Casa de los Cueto

 Otra vista de la fachada

Detalle del dintel, escudos y balcón

La fachada oeste tiene tres plantas y es más alta que la principal que tiene dos. Tiene además una especie de torreón rectangular con ventanas ajimezadas en los laterales este y oeste, los más estrechos del rectángulo y una galería de arcos en los anchos, norte sur. En la fachada principal se pueden observar los elementos de relieve geométrico que justifican al barroco cordobés. Sigue diciendo el cronista de la Córdoba del XIX, que tenía esta plazuela una Ermita dedicada a Ntra. Sra de la O, propiedad de la familia de los Velascos, y que trasladaron después a la capilla de Los Santos Varones de la Catedral.

 Torre cubierta de la Casa de los Cueto

 Nueva fuente en la Plaza Pozo de Cueto

Detalle de la fuente

Cita la curiosidad que aquí existía la costumbre de unirse una serie de mujeres para rezar el rosario y luego procesionar por las calles adyacentes. Otros días el rezo lo hacían delante de la Sra. de la O. Poco varían las costumbres de las actuales, y estamos viendo como proliferan por distintos lugares de la ciudad, es una especie de colonización eclesial fuera de los ámbitos naturales y lógicos para el culto, las iglesias o el ámbito privado, sobre todo teniendo en cuenta que "pueden herir la sensibilidad de los no creyentes o creyentes de otra religión". Es ironía pero es verdad. La calle de la Cara -donde vivió la familia de mi buen amigo, ya fallecido, Joaquín Ruiz Rodríguez, cariñosamente apodado, "El Pegoletes"-, se llamó así por un cuadro que representaba a Jesucristo que había en una pared de aquel lugar.

 Casa Solariega Cara , 5

 Esquina del torreón

Vista del torreón de la casa de la calle Cara nº 5

También en ella hay una excavación eterna de lo que fueron unos baños públicos y una coqueta escultura. En esa calle está otra casa protegida, la del número 5. Típica casa solariega o principal de la familia, barroca, del siglo XVIII remodelada en el XX. Vivienda particular pero en un excelente estado de conservación. Es preciosa, dos plantas y dos patios interiores. Contiene una galería que los separa por arcos de estilo mudéjar. Un torreón en la esquina sudeste y fachada principal barroca. combinada con enfoscado y ladrillo visto. Dos frontones triangulares partidos, uno sobre el otro. Cinco ventanas, todas enrejadas. Las de la primera planta mayores, y en el centro encima de la puerta una ventana pequeña enmarcada con dos pináculos y el segundo frontón partido encima.

 Plaza de la calle la Cara

 Dintel adornado con una madera en una casa de la calle de La Cara

Plazuela de los Gitanos

En la calleja de los escalones a la Ribera, que antes era sin salida, vivía un panadero compañero de mi padre, la familia Serrano, cacería de pajaritos en Torrescabrera. Después continúa D. Teodomiro diciendo que por una calleja estrecha que se llamaba de la Imprenta, porque allí existía una de las primeras de Córdoba, se salía a la Plaza de la Alhóndiga, la Institución destinada a la compra y venta de cereales, y que en la mitad del XIX aún seguía. También habla de una posada que se llamó de la Cadena, por una que tenía en la entrada. Nosotros la hemos conocido como la Plazuela de los Gitanos, por la cantidad de personas de esa etnia que allí vivían. Recuerdo un personaje que creo vivía allí, que daba a los nenes un cierto repelús, pero en el fondo era inofensivo, el tonto Julián le llamábamos, y a mi me asustaba cuando nos pedía pipas o altramuces en el cine de verano Goya. 

 Portada de la que fue Casa del Pueblo de F. Azorín

 Fuente de la actual Plaza de la Alhóndiga

Otra vista de la plaza

Desde allí se salía a la actual Corregidor Luis de la Cerda, el valiente gestor municipal que le plantó cara al Cabildo cuando decidieron mutilar la Mezquita, y que perdió la guerra como la hemos perdido muchos ante el poder omnímodo de la curia y su desmedida ambición. Estos como los Jerónimos mirando al cielo pero sin dejar de mirar al suelo. La salida es por tres calles cortas a la antaño llamada Carrera del Puente. Fue la "N-IV" durante mucho tiempo, una importante vía interior de la ciudad. En casi dos mil años la salida al otro lado del Guadalquivir desde el norte, era por el único puente conocido que ha tenido durante veinte siglos el gran río en Córdoba. 

 Casa de Azorín reformada

 Puerta

Inscripción en la piedra

Y en esta plazuela está el cuarto bien patrimonial protegido, la que fue Casa del Pueblo en el siglo XX, y que construyó el republicano F. Azorín. En su fondo o rincón suroeste existe un edificio de estilo moderno, de redonda puerta, que siempre me había parecido de tinte oriental, japonés. Cuando se remodeló la plaza y se construyeron viviendas protegidas en ella, se realizó una cata arqueológica, y en las dovelas de piedra de su arco de herradura y se encontró una inscripción que aún es visible, con la fecha de la construcción 1917 y el nombre de su creador F. Azorín. Fue sede de la Casa del Pueblo, luego propiedad privada y después un restaurante que es lo que contiene ahora. La plaza se remodeló y es un bonito espacio público, saliendo a la antigua Cardenal González, enfrente estaba la Alcaicería el mercado de la seda, pero eso da para más.

Para saber más de estos bienes:

Catalogo Bienes Protegidos del Conjunto Histórico





Fotos del autor y AMC
Bibliografía de Paseos por Córdoba y Catalogo Bienes Protegidos del Conjunto Histórico GMU