viernes, 1 de julio de 2016

ALCUBILLA Y PILAR DE MIGUEL TOLÍN, CAMINO 83 DE LAS ORDENANZAS DE 1884 O VEREDA DE LA CANCHUELA

Alcubilla y Abrevadero de Miguel Tolín.

Antes para mí era una verdadera institución la obra Conoce tus Fuentes, obra en la que he colaborado algunas veces, y consultado multitud de ellas. Pero desde que intenté con la mayor delicadeza posible, aportar algo sobre lo que consideraba un error, sobre la alcubilla de Cima, que no se llama como figura en el catálogo, pues la llaman del Maestre Escuela, porque este es el nombre que le ha dado quien rellenó primero la ficha. No sirvieron los planos antiguos, documentación y comentarios de expertos en este materia (yo no lo soy), consultaron a quien aportó la primera ficha y esta persona dijo: -Así se llama. Y eso tuvo todo el valor del mundo, adquirió este Sr. categoría de descubridor de alcubillas.

 Topográfico de 1899

 Vuelo de 1956

Vuelo de 1977

Al final dije, con tu pan te lo comas, por guardar una cara no les importa que sea errónea o imprecisa la definición, por lo que quien llega primero bautiza. Sobre este asunto cualquiera podría probar, haga una ficha de cualquier fuente que no esté catalogada, y póngale el nombre que le salga de allí, luego una vez catalogada, otro compañero puede dirigirse a la coordinación y decir que se llama de otra manera. Preguntaran al primero y lo que el primero mantenga eso es lo que vale. Salvo que pase como a Periquín, de Matilde y Perico, que siempre dejaba en ridículo a los padres.  ¿A dónde quiero ir a parar? pues simplemente que la categoría y la seriedad que esa web tenía para mí, ahora tiene muy poca o ninguna.

 Vuelo de Apple actual

 Detalle del vuelo de apple

Raster de IGN

Por qué digo esto, porque es una labor muy compleja tratar de determinar el nombre de las cosas. Porque en los planos están equivocados. Porque los nombres son cambiantes a lo largo del tiempo, y porque no me parece serio que un contemporáneo pueda, por su voluntad, poner nombre a un lugar o accidente geográfico sin más, en este caso una fuente. En el camino 83 de las Ordenanzas de 1884, en documentos elaborados por la Gerencia de Urbanismo, donde figura como camino nº7, Vereda de la Canchuela, hasta enlazar con el Cordel de Écija, en otros lugares de consulta, planos, etc. figura el abrevadero que nos ocupa, como: Alcubilla y pilar de Miguel Tolín, que es el cortijo donde se ubica. Este es el topónimo más usado.

 Camino de las Tablas o SL-A-96

 Almodóvar entre los postes de la entrada a Las Tablas

Bajada al Pilar por la Vereda de la Canchuela o Conchuela

Empezaré el camino desde la carretera de la margen izquierda del Guadalquivir, la autonómica ahora A-3051, por poner un punto de partida, ya que la vereda viene de la sierra, y se llama de la Canchuela. Ojo al otro lado de la carretera, entre ésta y el vado del Guadalquivir está el cortijo de la Conchuela que posiblemente de el nombre a la vereda, pero ya tenemos una letra cambiada, por lo menos en el plano raster del IGN, o un error. La verdad, un verdadero lío. Pero si dejamos a un lado las cuestiones administrativas, que deben estar ahí, tengo que decir que el terreno, el territorio, presenta siempre una inmensidad que abruma. Yo desde luego vengo del Espino al final de la Vereda del Mirador del Toro, o SL-A-96, entré por la Venta del Espino, la del asesinato del ventero en el 1923.

 Campo de pipas bajando al Pilar

Alamos, el Pilar y a la derecha descansadero

Esta mañana casi amaneciendo, visité primero el Judigüelo del Álamo, donde unos metros más arriba enlaza esta vereda con el Cordel de Écija. Luego quise comprobar un lugar al lado de la vereda de Villafranquilla y el Cortijo de la Hazuela, y otro cortijo que llaman de las Tablas aunque el principal esta unos kilómetros más al oeste, un lugar muy definido. A la vista del satélite hay una balsa de considerable tamaño y un terreno correctamente delimitado en la cota de los 260 m.s.n.m. de esa cornisa que configura la campiña. Haré una entrada sobre ella y el cultivo que por lo menos este año están trabajando.

 El pilar

Otra vista y la alcubilla en el bosquecillo

Después de ensimismarme con las perdices -a pesar de no tener muy claro cuando son codornices, claro hay que tener en cuenta que entiendo lo justo de esto también-, tres crías curiosas me miraban en el borde del rastrojo, y así estuvieron hasta que la madre, que pienso era una perdiz roja, se las llevó como diciéndoles que con los humanos lo justo. O una tranquila liebre que me permitió fotografiarla tranquilamente, e incluso hacerle un vídeo. Nada más que estos espectáculos merecen la pena. Ahora llegué a la puerta de la entrada de Las Tablas. Le pregunté a un lugareño que llegaba, por el Pilar que buscaba, y me remitió a unos que subían en un coche todo terreno del camino de la ruinosa Peralera.

 Detalle del borde y profundidad

La alcubilla

El saludo habitual y la pregunta concreta -Buenos Días. ¿Por favor cómo está el camino hasta el pilar? -el conductor no era muy locuaz, pero el copiloto me dijo: -Hay piedra suelta y a la subida con el turismo podría tener problemas. Ambos iban vestidos de "militares", hay que tener en cuenta que esta ropa es muy habitual entre cazadores y personas del campo. -Muchas gracias y... (hasta luego Lucas, porque no daba la conversación para más). Decidí bajar andando a pesar de que el talón me estaba molestando bastante, desde el rato por el Judigüelo. Dejé el vehículo en el camino del vértice geodésico de Las Tablas y bajé los casi setecientos metros con un desnivel del 10% aproximadamente. 

 Interior de la Alcubilla

Aérea del cortijo de Tolín

Mereció la pena, dejé a un lado el camino del cortijo Tolín y llegué al llano descansadero de ganado, respetado, no ocupado, por los cultivos. Un pequeño vergel delimita la fuente, que es una pequeña alcubilla de bóveda de medio cañón, cuadrada blanqueada con cal y con puerta verde para no salirse de los cánones. Luego la conducción subterránea al pilar que es conocido por el mundo ciclista. Mi buen amigo Paco "Canario" me habló hace tiempo de él, pero... dónde no ha estado Paco. 8 ó 9 metros de diámetro por unos cincuenta centímetros de fondo y un murete de cuarenta centímetros aproximadamente. Bastante sucia como puede verse, pero corre. Vierte al arroyón que nace allí mismo y busca el Arroyo de Valchillón en el cortijo Tolín.

 Aérea de lo que queda del cortijo de la Peralera

Vértice geodésico de Las Tablas

La vereda sigue buscando el cortijo en ruinas de la Peralera, y el trazado de la Vereda de la Canchuela desaparece unos metros más abajo, como puede observarse en los planos raster de IGN. El camino actual del cortijo es el que enlaza con el Cordel de Écija 365 m. más hacia el Álamo Nuevo, que es donde debía enlazar la Vereda. Vuelta a la entrada de Las Tablas ahora sufriendo el desnivel y sobre todo la miserable fastitis plantar o lo que sea, porque el diagnóstico radiológico no ha sido claro. Ya hacía calor y la piedra suelta del camino también molestaba. Decidí salir por la A-3051, porque siempre me gusta ver el arroyo del Muerto, la perspectiva de la pista del aeropuerto de Castellón 2, con su palo, panel batería y la luz de cabecera, todo muy rústico desde luego, y sobre todo gozar la inmensidad de la campiña.

 Amanecer

Una tranquila liebre

Las Ordenanzas de 1884 dicen: "Camino 83. Camino vecinal que también se dirige á Guadalcázar. Parte del anterior en el cortijo del Palomarejo y continúa por los del Cañuelo de la Carnicera y Casanueva. cuyas tierras cruza hasta El Guadajoncillo, atravesando éste por el vado de dicho predio para dirigirse por la Torrecilla del Peral bajo, con el que linda, así como con el de las hazas de la Iglesia, denominado también de poco humo, desde donde prosigue por terrenos del cortijo de Miguel Tolín, en el que existe una fuente pública con abrevadero que mide una extensión superficial de 1 hectárea. 27 áreas, 57 metros y 50 centímetros cuadrados; y después por entre el mencionado predio de Miguel Tolín y la Peralera continúa entre las Tablas, Villafranquilla y la cañada de las Doblas, desde donde se dirige lindando con el de la Orden baja al de Malpartida, por cuyas tierras atraviesa hasta el arroyo de la Marota, en que concluye el término municipal."

 Los curiosos perdigones

La madre les riñó diciéndoles que no se fíen de los homo sapiens

Y mi página preferida de consulta y más completa en cuestiones cartográficas, la de la Plataforma A Desalambrar que dice: "Alcubilla y pilar de Miguel Tolín. Abrevadero en terrenos del cortijo de este nombre, en el centro de la vereda pecuaria. En el mismo camino 83, según dice en las ordenanzas debió ser una gran fuente. En esta zona el camino 83 está arado y reemplazado ahora por otro." Merecen la pena estos paisajes inmensos, hermosos, en este escalón de la campiña que permite ver bien definido el valle del Guadalquivir y enfrente el otro escalón, más agreste, de Sierra Morena, en todo su esplendor y amplio horizonte.



Fotos del autor, GoolZoom y Apple. 
Bibliografía de las Ordenanzas de 1884, GMU, y página Web A Desalambrar

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