miércoles, 3 de agosto de 2016

SOBRE LAS CUEVAS VIVIENDA DE LA CORNISA NORTE DEL PARQUE DE LA ASOMADILLA Y OTRAS

Una de las cuevas

Cuando las dificultades de la postguerra generaron el éxodo del campo a las poblaciones, cuando las persecuciones de las personas, represaliadas de guerra, hicieron que estas y sus familias huyeran de sus pueblos, de pocos habitantes, en los que además de convivir con los criminales fascistas, tenían que soportar sus humillaciones, esas personas huidas de sus lugares de origen tuvieron que acomodarse a lo que sea, en el destino. Si en tiempos de anacoretas, por gusto, algunos para encontrar a su Dios vivían en aislamiento (es un decir), pues no dibuja Giovanni Boccaccio ese panorama en su Decamerón. En estos casos por el contrario, eran los "alojamientos" de suma necesidad.

 Acceso a la cornisa

 La alacenas en otra de las cuevas

Otra entrada

En nuestra ciudad hubo muchas personas que utilizaron ese modo de vivir. Me estoy acordando de los abuelos de Pilar, una buena amiga, y mejor fotógrafa, y las cuevas de la Arruzafa, además de las que citaré después, de la cornisa norte de la Asomadilla, junto a la Huerta del Naranjo; las de al lado del canal (ahora es un jardín) frente al Punto Verde de la Fuente de la Salud y el sombrerillo del Rey que aún queda allí. Estas están desaparecidas entre un precioso jardín que salva el desnivel (lo he subido en bicicleta esta mañana y se las trae) entre la carretera y la preciosa barriada superior.

Otra con restos de hollín, posiblemente posterior a la ocupación

 Otras dos entradas

Y otra

O algunas en la Palomera; sin olvidar el barrio de chabolas que fue el Zumbacón; o el barrio del Naranjo, poblados que surgieron como núcleos de personas desplazadas que se hicieron un chozo y después se consolidó. O sin ir más lejos el barrio de Villacachonda, en el barrio Viejo del Campo de la Verdad. O incluso el cementerio de los protestantes de Duncan Shaw, en el que vivieron personas junto a las tumbas. O los puentes del canal como el que ocupaba la familia Carrasco "Marchena el de la Arena" recién emigrados de Linares. O el del Canal del sifón de Pedroches que también tenía un "apartamento" en unos de sus ojos. O la ocupación de los bordes de las cañadas reales, caso Villarrubia, Higuerón etc..

 Jardín frente al punto Verde. Al fondo el pino singular del antiguo cementerio

 Jardín citado

Plano alrededores de Mirabueno, canal  y antigua vía ferrocarril sierra.

Enumerar todos esos lugares de mal vivir, por imperiosa necesidad, de las familias, sería interminable. El otro día, tomando un respiro junto a los almezos de la noria de la desaparecida Huerta del Naranjo, entablamos conversación con un lugareño, algo mayor que yo, que conocía el terreno por haber nacido en un chozo que se hizo su padre en el barrio, que gracias al primer ayuntamiento democrático de esta ciudad y a la conciencia del partido que lo gobernaba, fue adquiriendo dignidad, toda la que se merecían sus habitantes. Adoquinado de calles, alcantarillado, se acababa la mierda corriendo, como si de un poblado de la oscura edad media se tratara, por los regueros centrales de la calle empinada de tierra, y otras muchas mejoras sociales. La pena es que a la hora de las urnas los seres humanos tengamos memoria de pez.

 Puente vivienda de la familia Carrasco

 Puerta de "Automovilismo" (Foto Eladio Osuna)

Restos del "apartamento" del ojo seco, del Puente de Pedroches

Fuentes, servicios públicos, etc. en el Barrio del Naranjo, para poder ser hoy un barrio que está rodeado, por su ubicación, de otros residenciales. Y el colofón, el maravilloso Parque de la Asomadilla y sus aledaños, gracias al sacrificio y la lucha de muchos ciudadanos, la mayoría amigos, que no cito porque al final se me olvidará alguno, que al fin han visto realizada su obra, que no es de los poderes públicos, sino de ellos. Encauzamiento del Arroyo de las Piedras, aunque la sinvergonzonería -y soy suave en el tratamiento-, de unos cuantos, haya ocupado, usurpado su cauce, con un gimnasio y jardines de un par de chalet, y más abajo de la fábrica del plomo además de las perreras y cuadras, con una empresa de ascensores.

Antigua puerta cementerio protestantes de Duncan Shaw

 Viviendas chozo en el interior cementerio


Restos de tumbas, ahora están en San Rafael
No podemos olvidar el cementerio de coches de la guerra incivil, gracias al golpe de estado oligarca-fascisto-militar-católico -si dijeron aquello de confabulación marxisto-judeo-masónica, pues yo digo esto-, del cuartel de Automovilismo -se llamaba de San Fernando, pero seguro que nadie lo mencionaba así-, que había en lo que hoy es la glorieta de los Almogávares. Allí también vivían personas en los coches cuando se relajó la vigilancia del lugar. Ese lugar parecía sacado de un tebeo de Hazañas Bélicas, era lo más cerca que habíamos estado los niños de material de guerra. Tendría yo cuatro o cinco años la primera vez que vi el cementerio de material de guerra, cuando mis padres me llevaron a una boda que se celebraba en un patio de tierra de una casa de vecinos que hacia esquina, y se cantaba como canción del momento la guaracha "Maria Cristina me quiere gobernar" y la "Raspa"

Chozos en el Zumbacón

 Más chozos en el Zumbacón

Me contaba el vecino que en esas cuevas de la cornisa norte de la Asomadilla, sobre el cauce entonces abierto del Arroyo de las Piedras, y frente a la noria de la Huerta del Naranjo, vivían no menos de seis familias, y muchos niños. El agua potable más cercana, la Fuente de la Salud, o un pilar arriba del barrio, y ya más lejos a la alcubilla de la Palomera. Todavía se observan las alacenas excavadas en las paredes de la cueva, e incluso los restos de hollín en sus techos, aunque estos parecen de recientes ocupaciones. Ahora están cercadas por una valla, caída, y rodeadas de restos de porquería de furtivos amantes o usuarios, al amparo de las cañas que se alimentan de la humedad del arroyo subterráneo, de necesidades fisiológicas de urgencia.

Y más

Una calle entre los chozos (Foto Ladis)

Me comentó también un hecho vecinal de ese tiempo, ocurrido con la persona que por allí vivía que la llamaban Juana la Fea -supongo no sería por gusto-, cuando la Guardia Civil intentó detenerla no sé por qué razón, pero tampoco en ese tiempo era necesario tener alguna, y en el forcejeo con los beneméritos tiró a uno de ellos al arroyo, huyendo como alma que lleva el diablo. Luego se comentó que se había marchado en el tren, en una casetilla de los guardafrenos de un vagón de mercancías, a Cataluña con su compañero. Era muy normal eso que se llamaba viajar en los "topes". Hablamos del Cortijo Fuente de la Salud, Mirabueno y Sansueña, aunque no estaba muy al tanto de la usurpación del dominio hidráulico por parte de los "vivos usurpadores" y además nos dio la impresión que pretendía disculparlos.

Fotos autor, Eladio Osuna, AMC, y Ladis
Bibliografía conversación vecino

15 comentarios :

Juan Miranda dijo...

Buenos dias Paco, que familiar me resulta todo lo que relatas, vamos, como vivido en mis propias carnes. Aquella Cordoba chabolista, escolarizados gracias al Auxilio Social, donde tenias que besar la mano de los responsables de aquella situación, cuando puedas y te apetezca a ver si me, nos, ilustras un poco de aquellos establecimientos falangistas, como eran los de Auxilio Social. Nosotros, los tres hermanos estuvimos primero en una guarderia que habia al costado del Hotel Palace y luego en un colegio que estaba en la calle Alfonso XIII, ambos de dicha institución, de ese colegio salí para un seminario carmelita a Hinojosa del Duque, pero ese es ya otro cantar.

Gracias otra vez amigo.

Salud y pronta Republica.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Juan. Tenemos un amigo (me parece que tu lo tienes también, que se llama Pedro Reinoso, ahora vive en Santa Cruz, y sufrió en sus carnes con otros amigos, el colegio de Santa Rosa en la calle Manríquez, el puede ilustrar, bien lo que fueron esos años de humillación http://www.osonier.net/index.aspx en el apartado Auxilio Social puedes leer la mala leche de la institución. Y aquí su Facebook https://www.facebook.com/ordep.osonier por lo tanto no se puede competir con un actor directo del sufrimiento para contar cosas de ese siniestro invento fascista, tomando como modelo otra institución nazi.
Conozco la guardería de detrás del "Palas", todavía está. En cuanto al colegio de Alfonso XIII, seguro sería en el edificio del Gobierno Viejo. La salida del seminario es muy natural en el afán por redimir a los rojos y adoctrinar al máximo a sus hijos. Muchos amigos han pasado por esa etapa y a mí me la propusieron pero me negué, como a ir a los campamentos (suerte, no imposición mía, mis padres no les pareció bien)
Salud y República

Juan Miranda dijo...

Me equivoque, el colegio estaba en Puerta Nueva. Aqui un entrada en Google : --A uno del Auxilio Social de la calle Alfonso XII, frente al barbero que le cortó la cabeza a uno y lo guardó en su local hasta que lo descubrieron. Por si te sirve de referencia.

Rafael Pulido Jurado dijo...

Paco;siempre sorprendiendo con tus artículos. No conocía esas cuevas, y mira que están al paso. La penúltima foto de la entrada, la de dos chozas-cueva, tienes idea de donde es? Y su autor? Es muy interesante ese documento. Tengo alguna parecida, pero en Palma del Río. Gracias por ilustrarnos.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Rafael. Esto está desaparecido, era el antiguo barrio del Zumbacón, parte lo eliminó la carretera de Chinales y otras calles, las más altas, son el barrio actual. No dudes que si me encuentro cualquier día algo te lo comunicaré.
Un fuerte abrazo

Paco Muñoz dijo...

No lo entiendo bien Juan. la referencia "Frente al barbero" supongo se referirá al Crimen de la calle San Pablo, por lo tanto no es la calle Alfonso XII. Yo no recuerdo de que hubiera un colegio allí pero pudiera ser. En esa zona, pero en los callejones de Santa Marta, estaba la Cocina Económica que dependía de esta gente, pudiera ser que allí hubiera algún tipo de colegio también.

Salud compañero

Jose dijo...

En la calle Alfonso XII estuvo el auxilio social de niños al pasar junto a sus ventanas siempre cerradas (yo tambien era un niño)se oia el rumor de una gran cantidad de niños y a veces veias como unas monjas con unos tocados increíblemente grandes sacaban a estos miños con un babi gris pantalones cortitos pelados casi a cero y en fila de a dos los llevaran no sé a donde. Muchos años lo conoci pies mi madre tenia un despacho de leche en ancha de la Magdalena y para mi era paso obligado. Hoy es una sede de algo de la Junta. En su facha colgaba el yugo y flechas.

Jose dijo...

Se pasó señalar que este edificio de encuentra en dicha calle esquina con Cruz verde. Y de paso agradecerte en mi nombre y en el de mis amigos tu dedicación al recuerdo de nuestra ciudad desde el punto de vista que lo haces.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, gracias por seguir escarbando en mi memoria. En mi deambular macuto al hombro buscando fósiles he visto las cuevas. La gente no se acercaba a ellas por miedo. A mí me daba igual, ya estaban deshabitas, y hubiesen estado que…
Los que vivían en ellas fueron alojados en las casitas portátiles de Las Moreras y Cantarranas.
En Córdoba como en otras muchas ciudades la miseria era un terror, recuerdo que cuando pasaba cerca del Zumbacón en olor de la miseria se extendían por todas partes. No tenían saneamientos de ningún tipo. Bueno, lo dejo porque me estoy me estoy poniendo enfermo.
A otra cosa. Recuerdo la “Guardería” que había detrás del Palas, así como la pista de trafico infantil que había en sus proximidades.
Estoy de acuerdo con Paco, el crimen del barbero fue en la calle San Pablo. Se decía, por el boca a boca, que el este crimen fue obra de la Mano negra. Donde estaría la referida organización que era de mediados del siglo XIX, pero había que darle leña a los Anarquistas por si quedaba alguno.
Quiero recordar la obra que el Padre Ladrillo, hizo en el barrio Naranjo. Fue similar a la que hizo el Padre Llanos en el Pozo del Tío Raimundo. En el Pozo arrimábamos el hombro todo el mundo. Digo todo el mundo, porque había desde falangistas a antiguos miembros de la F.A.I. con uno de estos últimos fui. Era compañero de trabajo. Yo estaba por aquel entonces trabajando en Madrid, concretamente en la estación de P.Pio. Desde el dolor de los recuerdos, os mando un fuerte abrazo.

Angel GB dijo...

Excepcional entrada, como siempre, y excelentemente documentada. Gracias por la labor histórica y divulgativa que haces de nuestros patrimonios.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Ángel.

Un abrazo

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Patxi. Buena relación de historias y aclaraciones. Lo del barbero fue otra intoxicación más del régimen, también escuché yo que habían sido los masones, a los que se trataba de criminalizar por todo. Y el Pozo del tío Raimundo fue un ejemplo para mucha gente.
Respecto a la pista del Parque Infantil de Tráfico, me tocó a mí asfaltarla en 1992, se le echó una capa y luego después se modernizó. Como no dices fechas te referirás a cuando ambas cosas convivían en el tiempo, porque la Guardería fue muchos años antes.
Me alegro reactivar recuerdos, ese es el objetivo
Salud y República

Paco Muñoz dijo...

José muchas gracias, efectivamente, esquina Cruz Verde en Puerta Nueva, ese edificio contiene ahora la residencia los pequeños que le han sido retirados a sus familias por ser conflictivas. Conozco a personas que trabajan allí y al final depresión por su trabajo. Hay muchos dramas y muchas criaturas necesitadas de cariño que el Estado es incapaz de dárselo. Un abrazo

charnes flamenco dijo...

mUchisimas gracias por este aporte yo también estuve en auxilio social , entre con dos años en el cerro muriano, me pasaron a santa rosa y a los 16 años me sacaron de san gonzalo. tRiste muy triste experiencia, solo aquellos que hemos mamado tanta inquina , tanto sufrimiento y sin ofender a nadie , podemos entender las vivencias citadas. saludos !

Paco Muñoz dijo...

Gracias a ti por tu aportación a la historia, a nuestra historia cercana. Conozco a amigos que han estado allí, mi madre era amiga de la portera de Santa Rosa, y por unos y por otros teníamos una idea muy clara de lo que allí pasaba. y aunque la vida era muy mala, el trato a los niños de familias represaliadas era humillante. Creo que Carlos Dickens se queda muy atrás con sus internados.
Un fuerte abrazo y siempre es muy importante vuestro testimonio.