sábado, 10 de septiembre de 2016

LA CUESTA DEL REVENTÓN, LA TROCHA O LA DE LOS POBRES.

Una vista desde el entronque de la carretera  con la de la subida a las Ermitas

Cuando era pequeño, bastante más que ahora, en mi casa se hablaba mucho de las Ermitas, era un espectáculo subir a nuestra azotea del barrio de la Mezquita, para verlas con un catalejo, de noche cuando estaban encendidas. A mi madre le gustaba mucho eso, era su: -Vamos a ver las Ermitas a la azotea. Era el punto luminoso de referencia de nuestra sierra, que se ve desde mucha distancia. Mi abuela se había criado entre Trassierra y Cabriñana, luego era serrana. Su padre Acisclo Jurado, mi bisabuelo fue aperador en Cabriñana, a finales del siglo XIX y era un gran conocedor de la sierra, de ellos posiblemente el gustarnos.

Plano topográfico de 1899. En verde la actual CO-3314

Pues bien, lo mismo que llamábamos Avenida de Canalejas a la de los Tejares, y Málaga a la calle Cruz Conde, se le llamaba la Cuesta del Reventón, o Trocha al sendero que partía de la Carretera de las Ermitas, para llegar antes arriba, para acortar el camino y que ahora se llama Cuesta de los Pobres. El que subían cantando los piconeros de Ramón Medina. A mí me costó bastante trabajo aceptar el cambio después, incluso tuve una discusión defendiendo el nombre antiguo, era hacer una rectificación de esos tiempos en que se te quedan grabadas a fondo las cosas en el cerebro. Igual que la barbaridad de llamarle a la Cuesta del Cambrón "Catorce por ciento".

 Vuelo de los americanos Serie A, de 1947. Ya se ve la trocha.

Vuelo de los americanos serie B, 1956 en un terreno pelado se ve aún mejor

El pasado día ocho tuve la oportunidad de hacer el recorrido con Paco Lucena, un vecino, que es nieto del último peón caminero de la Carretera de las Ermitas, y me dio alegría porque él, que ha nacido y se ha criado en Melero Alto, y andado por esos lugares muchos años, tenía como abuelo por parte materna el citado funcionario municipal, encargado de reparar los cinco kilómetros de la Carretera o Cuesta de las Ermitas, como se la llama también en el Reglamento de Peones Camineros y Guardas, que no Cuesta del Reventón, claro el Reglamento es de 1863, y lo del "caballo reventado" dicen que de 1904. Pudiera ser una licencia turística, alguien contó la leyenda del caballo reventado y le cambiaron el nombre.

 Vuelo interministerial de 1977, aún más claros los recorridos

Un amanecer de primeros de septiembre de 2016

Luego hay otra cosa que me dijo que me llamó enormemente la atención, Victoriano Porras, su abuelo, le decía que los pobres cuando subían a por la comida, que no era siempre necesariamente habas, subían por otro lugar, una especie de cortafuegos que se ha convertido en torrente, que lleva materialmente debajo del Sillón del Obispo Trevilla, zigzagueando desde luego porque el desnivel es brutal. La entrada al cortafuegos es por el Km. 3,270. Dice que ese sendero lo ha andado con su abuelo alguna que otra vez, y solo con los animales muchas, cuando los llevaba a pastar por esos lugares. Así que él que es conocedor del sitio por ser lugar de su trabajo durante mucho tiempo, llamaba Cuesta del Reventón a la Trocha y dice que los Pobres subían por otro sitio. Y lo que ahora se le llama Cuesta del Reventón, ha sido siempre Carretera de las Ermitas.

 El llamado corta fuegos desde la carretera de las Ermitas, KM. 3.270

El mismo cortafuegos desde el mirador de Trevilla

Y es posible esa subida de las personas, por ser más corta, aunque el problema lo veo mayormente al final al acceder a la explanada. Visualizadas las fotografías aéreas de los vuelos, series A y B de los americanos, de 1945 y 1956 -lo más antiguo que podemos ver-, ya está la Trocha o Cuesta del Reventón -como le llamamos nosotros- visible, aunque no se ve la que decía Victoriano. Hay que reconocer también que posiblemente que, teniendo en cuenta que el asunto de la comida era en finales del XIX o principios del XX, sería un sendero fácilmente borrable. Antes no había tanta vegetación y esas laderas estaban muy desoladas.

Un sendero que discurre a media ladera en dirección a la rocas de la entrada

Todas las mañanas cuando subo, al pasar por el cortafuegos, es de obligada parada y mirar hacia arriba, pensando en subir algún día, pero me da miedo. Lo mismo hago desde arriba, miro buscando por donde podría ser el acceso, porque la zona más pedregosa y vertical no puede ser. No deja de ser otra teoría que a lo mejor sería conveniente comprobar. Se acordaba también por haber subido, cuando el molino de aceite de la Ermitas era el que prensaba las aceitunas de los contornos, que subían en bestias. Y hablamos cuando por los regueros de los arcenes (entonces estaban perfectamente mantenidos), bajaba el alpechín hasta casi la alcantarilla del Patriarca (túnel debajo de la carretera). Le comenté que un amigo mío, Pepe Toscano había tenido relación con ese molino cuando funcionaba. Hoy es la sede de la Asociación de Amigos de las Ermitas.

Vista desde el mirador buscando el sendero de los pobres

Bueno pues esa es la cuestión el dichoso toponímico, variable según quién dibuje el mapa, o quien cuente la historia. Lo tenemos muy claro en otras ocasiones; Pardo, Leopardo, Leonardo, Lo Pardo, etc. para un cortijo que se llama El Pardo. En cuanto a lo del caballo reventado, la crónica del día 12 de mayo de 1904, no refleja este incidente, bien es verdad que no merecería la pena reseñarlo si hubiera sucedido, pero no lo refleja. En Cordobapedia dice: "La primera visita oficial fue el 12 de mayo de 1904, en la que el rey acompañado por las autoridades visitó la Mezquita, que le fue enseñada por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, el Ayuntamiento, la Fábrica de Productos Esmaltados, conocida como "La Porcelana", en la barriada de Las Margaritas y Las Ermitas, desde donde contempló una panorámica de la ciudad."

Roquedal debajo del mirador

En un periódico decía:
"A las once de la mañana llegó el Rey a esta capital, acompañado por los señores Maura y Domínguez Pascual, el personal palatino, el capitán general de Andalucía, Sr. Luque, y las altas personalidades de Sevilla. Le esperaban en la estación las autoridades, las corporaciones, los jefes de la guarnición, los centros de enseñanza precedidos por sus banderas, los diputados a Cortes, los senadores, los alcaldes de la provincia, las Sociedades y Centros e inmenso gentío, que aclamó y vitoreó con entusiasmo a D. Alfonso XIII. Las calles del tránsito se hallan engalanadas con arcos y colgaduras, ofreciendo un pintoresco golpe de vista. La muchedumbre aclamó al Rey, arrojando a su paso flores y palomas. En la catedral se cantó un solemne Tedeúm. Terminada la ceremonia religiosa, el Rey vio las joyas de la Mezquita. Acto seguido se dirigió al Ayuntamiento, donde se verificó una brillante recepción, siendo aclamados el rey y el Sr. Maura. A las tres y quince minutos S.M. sale de almorzar en las Ermitas.- Martínez."

Otra vista del roquedal
Y en otro:
"En las Ermitas-Regreso a Sevilla. Córdoba 12.- A las tres de la tarde ha llegado el Rey a las Ermitas, siendo recibido bajo palio por un delegado del obispo. Se dirigió al mirador conocido por "el sillón del obispo", donde se había levantado un amplio pabellón, en el que se sirvió un lunch ofrecido por la Diputación y Ayuntamiento. El monarca admiró la grandiosidad del paisaje que se descubre desde aquel sitio, viéndose Córdoba a vista de pájaro. Los ermitaños le han regalado cuatro rosarios de plata con expresivas dedicatorias, destinados al Rey, a la Reina, Princesa de Asturias e Infanta María Teresa. El monarca agradeció el regalo. El presidente de la Diputación le entregó una medalla de oro. 

La Cuesta del Reventón ahora de los Pobres

El servicio del lunch resultó excelente, siendo servido por los reposteros Pussini hermanos. Al acto han asistido los Sres. Maura, Domínguez Pascual y otras importantes personalidades. Después S.M. estuvo hablando por teléfono con la Reina. A las cinco abandonó tan pintoresco sitio, del que se lleva grato recuerdo. Ha asistido a la corrida regia, viendo la lidia del cuarto y quinto toro. El público tributó al Monarca una entusiasta ovación. Don Alfonso hizo después una breve visita a la fábrica de productos esmaltados, saliendo después para Sevilla.-Martínez Alguacil"

Una vista del desnivel

En ninguna de las crónicas hablan del caballo reventado. Seguro que no estarían obligados a hacerlo los cronistas, pero no deja de ser un acontecimiento notable, que significaba la altura del lugar y la dificultad para subir a él. Otra crónica, esta local dice: "Como en el camino se rompieron las lanzas de varios carruajes, nuestro director cedió un asiento de su coche al Marqués de Santa María de Silvela y subió a las Ermitas por la trocha corta, llegando antes que todos los carruajes, excepto los dos referidos del Rey y el Gobernador. Como la estancia en las Ermitas se prolongó rato, el Rey indicó al Sr. Suarez Alonso, que procurara llegar a Córdoba pronto, y efectivamente, sólo tardó dicho vehículo 29 minutos desde las Ermitas a la Plaza de Toros."

Otra subida real, esta con el padre y abuela de Alfonso XIII

Rotura de lanzas de algún carruaje y lo más llamativo "subió a las Ermitas por la trocha corta,". Luego está claro que había una trocha además de la carretera normal. Si miramos el topográfico nacional de 1899, fotografía de la portada, vemos que la carretera de las Ermitas es la que iba a los Lagares, y a Ntra. Sra. del Rosario, y antes de llegar a la curva de la casilla de peones camineros subía, prácticamente por el arroyo de Valdegrajas, hasta la fuente y había otro camino hasta entroncar con el que venía de la fuente. Se supone que ésta sería la "trocha corta" mencionada en la prensa. También podemos ver que por el Pardo, que aquí llaman Leopardo, también se podía subir, desde la carretera de Villaviciosa. Y había una subida al Lagar del Aljibe desde la misma carretera.

Una vista desde la azotea de mi casa, entonces también se veía Pino Gordo

Ahí queda el reto de tratar de encontrar, en algún documento fiable, si la Cuesta de los Pobres es la que ahora llaman así o no. Ya que de Reventón nada de nada. Las crónicas no hablan nada de ello. No hay que dudar que cualquier bestia reventara un caballo en esa subida y seguro que hasta en el llano, pero parece que no en la visita de Alfonso XIII, el 12 de mayo de 1904, cuando el monarca tenía 18 años.
Crónicas de la visita real

Fotos del autor y de GoolZoom.
Bibliografía Cordobapedia, El Defensor de Córdoba y otros periódicos. 

15 comentarios :

Juan Miranda dijo...

Buenos dias Paco. Yo siempre la habia conocido como la cuesta del reventón, lo que nunca me habia planteado es si allí habia reventado un mulo, un peón caminero o un monarca. Pero lo que si es cierto es que ese lugar fué siempre unos de los sitios predilectos de correrias mio y de mis amigos, que como adivinarás ibamos en bicicleta desde Cañero. Me hubiera gustado ir ahora a Cordoba, para la feria de la Fuensanta, que a mi mujer y a mi nos trae recuerdos de la infancia, pero los motivos de salud que ya conoces nos lo han impedido. Si podemos, queremos pasar las Navidades allí.

Salud y Republica, amigo.

Paco Muñoz dijo...

Gracias Juan, lo que no sé es si lo que has conocido como la Cuesta del Reventón es el camino de las Ermitas, o la trocha que le llaman la Cuesta de los Pobres? Si es así ya somos tres. Ya me hago cargo, ha bajado la temperatura y es asumible , espero que nos veamos en navidades.
Un fuerte abrazo.

Canario dijo...

Como siempre, un placer leerte Paco, y por cierto, que buena la foto de apertura de la entrada al blog, ese rincón lo tengo fotografiado docenas de veces por ser el punto exacto donde suelo recuperarme de la subida en bici por "El Reventón" o "Carretera de Las Ermitas" o como se llame ;-) y aprovecho para tomar fotos con diferentes luces y climas, y esta tuya me gusta particularmente, buen encuadre.

Curioso lo de los topónimos, y más aqui en Córdoba, que somos tan dados a deformar las palabras (aquello del barrio de "La Casa del Viejo" por "Alcázar Viejo").

Un apunte sobre lo del Rey, ¿de donde sacaron en aquella época un teléfono allá arriba?, no deja de llamarme la atención.

Lo de "La Trocha" o "Los Pobres", entiendo que debe ser bastante oficial y antiguo, porque los escalones que le dan inicio en su entronque con "El Reventón", parecen indicar que se construyó a conciencia, ¿o eso es más reciente y heho por Medio Ambiente u organismo similar?

Un Saludo, siempre me fijo por si nos cruzamos cuando subo por ahí a La Sierra!

car res dijo...

A ver Paco,desde el Cañito Bazán(aproximadamente),salía una carretera con sus cortamiedos de
mortero,que en los 50-60 ya estaba muy deteriorada e impracticable para los coches.No se si te
refieres a esa carretera como la de las Ermitas,hoy día hay una carretera asfaltada pero que no llega hasta el final,está cortada y su aspecto es deplorable,al menos cuando yo la ví hace
ya unos años,jeringas,condones...En fin lo clásico.

En lo que hoy día es el final de esa nueva carretera,a esa altura(más o menos)había un sendero muy pedregoso,que se puede considerar un cortafuegos,porque no crecía ninguna hierba,a la que
entonces se llamaba Cuesta del Reventón,porque así lo era para las personas como tú y yo
ahora.Por supuesto que con 19 años la subida lo hacías en cuatro zancadas y era la mejor forma de subir hasta la explanada.Bueno había otra mejor,que era desviarte de ese sendero y seguir
más en la vertical y llegar al muro que rodea a todas las casitas de ermitaños,saltarlo(no ha
bía mucha dificultad),corrías el peligro que algún ermitaño te viera y te reprimiera,con
buenas palabras.Había un grupo de chicos,que cada domingo nos gustaba oír misa en la iglesia
y disfrutar del ejercicio físico.

Todo el mundo llamaba a ese sendero pedregoso,Cuesta del Reventón,pero lo mismo
estaba mal dicho.También hay que decir que esa "carretera" (impracticable) al final hasta su
encuentro con la carretera de Trasierra,se volvía muy empinada para un vehiculo o para un
mulo.En los 50,aún tenía asfalto(poco grosor) y se veía algún Land Rover,pero luego fue desa
pareciendo y abandonada . Menos mal que a nadie se le ocurrió recuperarla,bueno excepto ese
trozo de carretera nueva que no conduce a ningún sitio.

Ya ves,que el menú de sitios para oír misa,en aquella época era grande y muy diferente:En la
Catedral(con su música y cánticos),en las Ermitas con sus vistas celestiales,en San Hipólito
con sus niñas "bien"...Era lo que había....
Saludos "ben"

Paco Muñoz dijo...

Amigo Paco Muchas gracias, yo también me alegro de leerte. La verdad es que es un lugar muy bonito.
Los topónimos son un verdadero lío, y tenemos que aceptarlo así o polemizar.
A mí me llamó la atención lo del teléfono, lo que pasa es que en la crónica dice que habló con su esposa, abajo me parece, por eso no le di mayor atención, pero verás cuando el Pimentel era ministro y se venía a la casa de su ex-mujer, gente de telefónica que conozco, me decían que le instalaban una centralita exprofeso en el cortijo. Claro estamos hablando en 1904, pero tampoco sería extraño que hubieran tirado una línea hasta allí nada más que para eso, por cuestión de dinero no iba a quedar.
Los escalones son recientes, cuando arreglaron y rotularon el camino. Por los planos aéreos por lo menos, en 1945 estaba la "trocha" (yo voy a seguir nombrándola como cuando chico), Luego en el topográfico de 1899, también aparente estar, pero no es seguro.
Ahora 29 minutos desde allí a la Plaza de Toros, en coche de caballos... parece poco tiempo.
Yo también me fijo en todos los ciclistas, claro la criba es el que me pretende arrollar ya sé que no eres tú, y los que no contestan a los buenos días (no son muchos) tampoco.
Un fuerte abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Carlos, veo que eres otro que tiene en su memoria que la Cuesta del Reventón era otra. Efectivamente el primer tramo que señalas desde el Cañito Bazán de peroles familiares, y hasta esa "cuesta del amor", es una zona eminentemente urbana. El final de esa zona urbana, es el Km. 3, pues la subida en vertical que cito, casi hasta el sillón de Trevilla, está en el KM. 3,300. Bien esa carretera es la Carretera de las Ermitas. Dices alquitranado y me parece que era un camino de tierra compactada. Pero es lo de menos, esa carretera era el acceso a los Lagares a Ntra. Sra. del Rosario (el coche que está en el barranco casi al final era de esa finca), y a las Ermitas.
La Cuesta del Reventón o la Trocha, está algo más arriba, en el 3,500 km. y es un sendero estrecho pedregoso que te lleva a la Fuente de arriba. Entonces parece que tú subías por la vertical, ya que te lleva directamente a la pared del recinto. Esa es la que Victoriano Porras, el peón caminero, llamaba que era la que cogían los pobres para la comida. Y si todo el mundo llamaba a ese sendero pedregoso la Cuesta del Reventón estaba bien dicho, porque ahora le llaman la Cuesta de los Pobres.
Y en cuanto a lo empinado de la carretera tiene una media del 8%, que será más en algunos tramos pero en otros mucho menos, por lo que era fácilmente practicable. El coche abandonado que cito creo que es un 600. Lo que pasa es que la tierra que cubría la misma, con las aguas y la falta de mantenimiento desapareció, y quedo a la vista las rocas que hay debajo y ya para los coches no era posible pasar por allí. Menos mal que no se llegó con los chalets a ese sitio porque el proyecto de esa cuesta sucia estaba destinado a la especulación urbanística.
Afianza tu memoria lo siguiente: El sendero pedregoso hasta la Fuente se llamaba la Cuesta del Reventón. La carretera se llamaba de las Ermitas, y el otro sendero más vertical hasta la parilla del recinto es el que el peón caminero decía era la natural Cuesta de los Pobres. No me has hablado del abrigo rocoso, que ahora llaman Cueva de los Pobres, seguro porque no lo habrás recorrido. La idea Carlos, es no perder los nombres de las cosas, y ya estamos tres de esa época que coincidimos, como no podía ser de otra manera porque las fuentes en las que bebimos eran las mismas.
Un abrazo y muchas gracias por la aportación.

car res dijo...

Paco,gracias a ti por traernos todos esos recuerdos de mi juventud.Añadirte que ese muro que
te encontrabas al final de lo que ahora llaman "cuesta de los pobres"(vaya nombrecito),estaba medio destruido,por lo que el paso al recinto era fácil,no sé si intencionadamente pero,siempre que subíamos por allí,había esperándonos un fraile para amonestarnos por el hecho,al final nos dejaba pasar,porque en el grupo había un chico muy simpático y hablador que
dialogaba con él.Ese chico era del barrio de la Mezquita,lo mismo tú lo conoces,vivía enfrente
de la callejuela cerrada de las cabezas,trabajaba en una tienda de ropa del centro y creo que
su familia era originaria de Puente Genil.No recuerdo su nombre,a ver si tú sabes de quién
hablo.
La carretera,era de tierra,pero en el transcurso del tiempo de los 60,muchos agujeros y zonas
los habían tapado con un asfalto muy malo.Por lo que el resultado era una mezcla de rocas,tierra y asfalto de mala calidad,para intentar hacerla transitable,pero cuando llovía
esa "carretera",se convertía en un río de agua y piedras.Antes de su abandono,muchas veces
he subido andando con la bicicleta hasta las Ermitas,luego me iba a Trassieras montado y me
volvía por la carretera de las Margaritas,a "toda pastilla".
Saludos."ben"

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco:

En el año 1956 o cosa así, y en un día de San Rafael, lo recuerdo porque todavía había bellotas, íbamos un grupo de amigos y decidimos subir a la ermitas por una zona muy inclinada y dificil, dejando a la izquierda la carretera propia de la Ermitas. Sólo mirábamos para ello la especie de balcón de piedra que se nos presentaba desde la cuesta en que ibamos subiendo.

Después de algunas anécdotas con alguna que otra torcedura de tobillos, abundantes "camisas" de suponíamos pequeñas "bichas" llegamos al frontal de piedra del "citado balcón" y el más vivo decidió que debíamos "escalarlo" y con bastante trabajo lo logramos hacer todos. Una vez arriba (era la primera vez que íbamos a aquel recinto), observamos el Corazón de Jesús, y pasamos por una puerta en la que había un fraile, y decidimos "entrar", El fraile nos saludó y nos abrió la puerta, nuestra sorpresa fue mayúscula, pues lo que acababamos de hacer era salir.

No sé el nombre de aquella cuesta que entre la maleza y las piedras llegamos a escalar.


Saludos




Paco Muñoz dijo...

Saludos

Querido amigo Manolo:
1956, ya ha llovido desde entonces, seriáis unos nenes desde luego. Seguro que subiríais por lo que ahora es un cortafuegos que lleva debajo de los contrafuertes de la explanada del monumento. Y si escalasteis esa pared ya estabais dentro, por eso lo curioso de la salida. Algo más a la derecha del soporte de la explanada, está la parilla del recinto, y me ha dicho un amigo que una vez entró por ahí al recinto porque había una pequeña puerta. El debate, si es que puede llamársele así, es que lo que ahora llaman, hasta en la señalectica Cuesta de los Pobres, ha sido siempre la Cuesta del Reventón o la Trocha, mientras que los que dejasteis a la izquierda es la Carretera de la Ermitas, antes de los Lagares. Ahora le llaman la cuesta del Reventón a la carretera de las Ermitas antigua.
Paco, el nieto de Valeriano Porras, el peón caminero de esa carretera, que ha andado mucho esa zona de joven por su trabajo, dice que su abuelo le decía que las personas que subían a comer arriba, subían por un sitio más o menos como tú, muy pendiente.
Muchas gracias y un abrazo.
PD/: el otro día observé que habías colaborado con el libro de Antonio Jaén Morente, cuando la visita a Córdoba en 1954 posiblemente. Pero hay una errata a la hora de transcribir los datos que facilitaste, le han puesto a Manolo Soriano, Mariano, sin embargo en la página siguiente está bien. Ya se lo he comunicado al editor para una próxima edición que lo rectifiquen.

Anónimo dijo...

Hola buenas tardes,soy jaime un enamorado de cordoba,mi pregunta es muy sencilla,como un lugar con tanto encanto y tan hermoso,se tiene que acudir a base de cuestas,se llamen como se llamen,este ayuntamiento no es capaz de construir una carretera o un paso accedible para que todos los ciudadanos podamos acceder a tan bello paraje,sin tener que andar trepando por diferentes cuestas,se llamen como se llamen !! Un saludo.

Paco Muñoz dijo...

Jaime, dicen que dijo el Rafael Guerra el torero, que "había gente pa to". Y preguntas y deseos para todo. Para acceder a Las Ermitas hay una carretera para aquellos que quieran "disfrutar el encanto de subir en coche, motocicleta o en bicicleta". Por lo tanto no es necesario construir nada, pero para subir andando, como le gusta a la mayor parte de la gente, está el sendero. Y salvo que pusieran un funicular, para pasar de la cota 120 a 400 metros andando, hay que subir cuestas, salvo que sólo quiera bajarlas, en cuyo caso deberán subirlo como sea y luego dejarse caer. Ah, y además de enamorado de Córdoba creo que lo es también de la comodidad. Saludos.

Canario dijo...

Tu lo has dicho, Paco, la Sierra no necesita más obras ni transformaciones artificiales, sino dejaría de ser Sierra para ser ciudad, disfrutemosla como está, dejándola limpia y accediendo cada cual hasta donde su capacidad física o comodidad le permitan o aconsejen...

Un saludo!

Paco Muñoz dijo...

Eso creo yo amigo Paco, tenemos demasiadas carreteras y demasiado asfalto. Necesitamos más caminos y sobre todo libres.
Un abrazo

Bubo dijo...

Pues el quince, sin siquiera pensarlo en condiciones, terminé por subir a las Ermitas. La "cuesta de los pobres" o Trocha está muy bien encaminada. Es penosa, o quizá yo estoy un poco pocho, pero accesible. La bajada la hice por la antigua carretera que ahora si, me dejó unas vistas espectaculares sin llevar la lengua arrastrando. En vez de seguir hasta llegar al asfalto por la "Carretera de las Ermitas" bajé por el Patriarca. Ahí los senderos se difuminan un poco y puedes marearte pero como solo es bajada no es tan penoso.

Un gustazo leerle y felicitarle por la fotografía de inicio, como ha dicho otro compañero de comentario por ahí.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Bibi, es verdad la cuesta del Reventón o la Trocha, siempre se atraganta, el año pasado preparándome para subir a la Tiñosa la subía y bajaba dos veces. Luego la bajada por el Patriarca merece la pena. Hay otro sendero que baja a Santa Ana de la Albaida, merece la pena. Un saludo y enhorabuena.