sábado, 24 de septiembre de 2016

LA HEREDAD DE SANTA ANA DE LA ALBAIDA

Plano de la Heredad siglo XVII

Una preciosa heredad, la de la Albaida, cuyos poseedores, eran Don Martín de Córdoba y Ana de Hoces, padres de Teresa de Córdoba y Hoces, posesora a posteriori del Mayorazgo de la Albaida. Yo siempre digo que todas estas fortunas, de "nobles" castellanos, fue origen en el botín de guerra de la conquista. Vinieron con la espada y se hicieron ricos, y la iglesia al lado cogiendo una parte y la otra esperarían porque vendría después. Luego, los orígenes de las inmensas fortunas había sido como consecuencia de un primer reparto de Fernando III, y luego se acrecentaba por casamientos entre ellos.

Puerta de acceso a la Heredad

Nombre

 Una vista desde el sur

"...los moros llaman Albaida a cualquier cosa blanca y así a la rica y famosa heredad, que está cabe Córdoba en la halda de la sierra, la llamaron Albaida, porque una monteñuela pequeña donde está el pequeño castillo que allí hay, es toda de piedra y tierra blanca como yeso."

Desde la carretera de las Ermitas o Camino de los Lagares

Un detalle como ejemplo de justicia y que cada uno piense lo que quiera:

"Una causa criminal seguida contra de Martín de Córdoba y Miguel López, su mayordomo, en que hay diferentes declaraciones de testigos tomadas en el año de 1530, por las que constó haber hecho los susodichos una vilipendiosa muerte y poco oída en la Albaida a un pobre hombre; y que habiendo probado que el don Martín que, a la sazón, estaba en Córdoba, y su mayordomo enfermo en cama, los dieron por libres de dicha muerte."

La heredad de Santa Ana de la Albaida desde el aire

La heredad de Santa Ana de la Albaida desde el norte, entrada principal

A saber cómo funcionaba la justicia en beneficio de los poderosos, no hay nada nuevo bajo el sol desde luego, eso lo estamos viendo todos los días. Luego la inexorable guadaña de la muerte va segando por igual, afortunadamente, a poderosos y miserables, le tocó a Don Martín y años después a Doña Ana.

"El testamento de Doña Ana de Hoces, mujer de Don Martín de Córdova, otorgado "inscriptis" a los 3 de marzo de 1564 ante Rodrigo de Molina, escribano público, que fue abierto con la debida solemnidad a los 13 de abril del mismo año, por el que se mandó enterrar en el real convento de los reverendos padres trinitarios calzados; declaró ser hija legítima de Pedro González de Hoces y de Doña Teresa de Aguayo; nombró por albaceas a Don Alonso Fernández de Córdoba, su yerno, casado con Teresa de Córdoba y Hoces, su hija, a la cual estableció por su única y universal heredera."

 Una vista desde el este

La fachada sur

y en "1572, Doña Teresa de Córdoba y hoces, dueña del Mayorazgo de la Albaida, deja a Valparaíso por su heredero universal, después de cumplir toda una serie muy amplia de cargas, las dotaciones fueron inmensa en bienes rústicos, urbanos, de capital, porque en realidad es toda la herencia propiamente dicha de la benefactora." 

Para acabarla de empatar, los que al final ponen la mano debajo de las arras de los contrayentes, acapararon seguro que con la promesa del cielo, otra cosa no podía prometer, toda la heredad. Hubo también un Fray Manuel de Córdoba y Hoces, hijo del Veinticuatro de Córdoba Alonso González de Hoces, que se recogió en el rico monasterio. Aquí está el beneficio de la espera "desde el suelo", porque al final los bienes iban al mismo sitio.

En las cercanías de la Heredad:


Fotos del autor, Apple y AMC.
Bibliografía del libro "Mirando al cielo sin dejar el suelo: Los Jerónimos Cordobeses" de Soledad Gómez Navarro

2 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Bonito trabajo. Yo sólo conocía el castillo de la Albaida. Así que no te acostaras sin saber una cosa más. Paco, los castellanos llegaron como en los entierros, primero la cruz y luego los demás. Ellos llegaron primero con la cruz y detrás la espada.
Se repartieron las tierras, pero como no tenían ni idea de nada, sólo sabían matar, aplicaron el refrán: “La huerta es un tesoro, si el que la cuida es un moro”
Un abrazo, salud y República.
P/S: A ver si el de la viserilla, manguitos y tijera, de la calle Caño, hace mutis por el foro.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Patxi: Cierta definición de como llegaron los cristianos, esos que incluso ahora se quejan de persecución desmedida hacia ellos, esos que cuando de verdad consiguieron el reconocimiento de los gobiernos, se pusieron las botas quitando a gente de enmedio en nombre de su dios. Y hasta el siglo XIX tuvieron poder para seguir haciéndolo. Bonito refrán. A ver si es verdad la postdata.
Salud y República y buenos resultados en tu tierra de adopción, que a nosotros nos gusta mucho.