viernes, 28 de diciembre de 2018

MURILLO IV CENTENARIO, MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA

Entrada al Museo

Sevilla es una gran ciudad y su Museo de Bellas Artes es una de las pinacotecas más importantes de España, tanto por el contenido como por el continente. El edificio es sin duda otra obra de arte. Y parece que va a recibir -el proyecto es de años- la incorporación del Palacio de Monsalves, que le añadirá unos 2800 m2 útiles más al espacio expositivo del antiguo Convento de la Merced. En Córdoba aún ni siquiera se sabe que va a pasar con el proyecto de al lado de la Calahorra, para nuestro museo y eso que no era ni mucho menos un Palacio del Sur, eso sí se echó toda la carne en el asador con el C3.

 Estatua de Murillo en la Plaza del Museo

La desamortización de Mendizábal en 1835, supuso la desaparición del Convento de la Merced de Sevilla y el Museo se creó por Real Orden de 16 de Septiembre del mismo año, el objetivo era reunir las obras de arte de las órdenes religiosas suprimidas. Muchas obras de arte fueron “distraídas” en las casas de algunos expriores que las guardaban en ellas, otras fueron vendidas al extranjero, como algunos cuadros de Zurbarán, y otras quedaron en otros emplazamientos, pero al final de todo el contenido expuesto en el museo es muy importante.

La cola de la entrada

Planta baja, en almagra la exposición

Claustro

En estos días que se celebra el IV Centenario del nacimiento de Murillo, acoge el Museo de Bellas Artes de Sevilla una extraordinaria exposición de su obra. Como a primeros de este mes estuvimos en Sevilla, el sábado día siete, por la mañana fuimos a disfrutarla. A las nueve y media de la mañana llegamos y tuvimos que hacer una cola de más de cuarenta y cinco minutos de espera para poder entrar. Es una alegría que se hagan colas para ver el arte. El acceso de los grupos es reducido y hay que esperar para que no se colapse el interior.

Patio del aljibe

Otro hermoso patio

Teniendo en cuenta que Bartolomé Esteban Murillo, murió relativamente joven, 65 años, llama poderosamente la atención su enorme producción artística. Cabe pensar que una legión de “selectos aprendices” fuesen la mano de obra barata, que colaboraran a cambio de las lecciones del maestro, en la producción que, a la vista de su cantidad y el tamaño de algunas obras, podría catalogarse como de industrial.

Escalera imperial y Portada catálogo

Luego cuando ves la procedencia internacional de muchos de los préstamos, se acentúa, aún más, la sensación de la grandeza e importancia de su obra, a pesar de que posiblemente llevaran muchas de ellas sólo las pinceladas maestras del, y valga la redundancia, maestro. Y si consultas el libro “Murillo: Catálogo razonado de obras”, del Catedrático Enrique Valdivieso, quizás uno de los mejores trabajos sobre el pintor sevillano, te das cuentas de la magnificencia de su categoría pictórica, sin obviar el descomunal trabajo de recopilación del citado catedrático historiador de arte, a pesar de las muchas obras desaparecidas de las que se tiene noticia sólo por algunos escritos.

1. El Buen Pastor 
Hacia 1665 Óleo sobre lienzo, 123 × 101,7 cm 
Museo Nacional del Prado, Madrid

Alte Pinakothek, Munich; Gemäldegalerie Alte Meister, Dresde; Gemäldegalerie Akademie der bildenden Künste, Viena; Colección BBVA, Madrid; Museo de la Real Academia San Fernando, Madrid; Museo del Prado, Madrid; Musée Thomas – Henry, Cherburgo; Musee du Louvre, Paris; National Gallery, Londres; Dulwich Picture Gallery, Londres; Walker Art Gallery, Liverpool; The Barber Institute of Fine Arts, Birmingham; National Gallery of Ireland, Dublin; Galleria Nazionale d'Arte Antica di Palazzo Corsini, Roma; Museo de Arte Antiga, Lisboa;

7. Sagrada Familia 
Hacia 1670-1675 Óleo sobre lienzo, 96,5 × 68,5 cm 
The Devonshire Collection, Chatsworth

The Metropolitan Museum of Art, New York; Kimbell Art Museum, Fort Worth, Texas; Museum of Fine Arts, Houston;  Galleria Nazionale, Parma; Meadows Museum, Dallas; Museum of Fine Arts & Hungarian National Gallery, Budapest;  The Frick Collection, Nueva York; Colección Abelló, Madrid; Colección Colomer, Madrid; National Trust, Dyrham Park, Swindom. Austria, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Portugal, Usa, Hungría, México y colecciones privadas, en suma todo el mundo.

24. Inmaculada Concepción, la Colosal 
Hacia 1650, Óleo sobre lienzo,  436 × 297 cm 
Museo de Bellas Artes  de Sevilla

Traté de recopilar en la red las obras que no tenían disponibles la fotografías, porque como he dicho no te permiten en la muestra hacer fotografías, puede que por los préstamos, y no llegué a recopilar todas, me faltaron algunas, sobre todas las de las colecciones particulares. Tengo la suerte de contar con amigos muy expertos que me aconsejaron consultar el catálogo de Valdivieso arriba citado, e incluso me lo ofrecieron. Fruto de la casualidad, me encontré a otro amigo que tenía uno y me lo prestó unos días, pudiendo completar las obras que me faltaban.  

28. Ecce Homo, 
Hacia 1660, Óleo sobre lienzo, 166 × 107 cm 
Colección privada


Siempre he sido muy aficionado a la pintura, especialmente al dibujo. He hecho algunos pinitos, como he dicho en otras entradas de este blog, y regalado algunas de mis “obras”, concretamente una copia del “Puente de Arlés” de Van Gogh, y otra “Las Señoritas de Aviñón” de Picasso; la primera de la que estaba muy satisfecho, la tiró y cambió el receptor, un “buen” amigo, por un cuadro de mercadillo; la segunda Doña Paca Rodríguez, la echó directamente a la basura; otras, “Niños en la Playa” de Sorolla –que mi madre tenía en su casa como oro en paño-, y un Miró, desaparecieron de las paredes de mi casa como por arte de magia.

31. Magdalena penitente 
Hacia 1655,  Óleo sobre lienzo, 166 × 121 cm 
Colección Arango, Madrid

Llevo viviendo cuarenta y cinco años con una pintora, además de diez de noviazgo previo, creo, que digo creo, estoy seguro, que cada vez pinto menos en mis lares, en el supuesto que el posesivo esté bien aplicado también. Eso sí, la obra de la pintora que es muy buena sin lugar a dudas, tapiza las paredes de la casa, en una cantidad que hubo que fotografiar las mismas, antes de que pasarán los pintores, para volver a cuadrar el espacio y, evitar la tediosa tarea de taladro, tacos y alcayatas.

 32. San Jerónimo penitente 
Hacia 1650-1652 Óleo sobre lienzo, 190,4 × 135,2 cm 
Museo Nacional del Prado, Madrid

Pero esto va de la exposición de D. Bartolomé Esteban Murillo, en la conmemoración de los cuatrocientos años de su nacimiento, 1618/2018, no de quejas personales sin remedio. Transcribo el texto que acompaña el dossier del proyecto de la exposición, cuya docta descripción nos aclarará el sentido de la misma, mucho más que lo que pueda decir yo:  
  
38. Las Bodas de Caná 
Hacia 1669-1673 Óleo sobre lienzo, 179 × 235 cm 
The Henry Barber Trust, The Barber Institute of Fine Arts, 
Universidad  de Birmingham 

“PROYECTO EXPOSITIVO El proyecto se propone ofrecer una visión depurada y selecta de la obra de Murillo, con pinturas relevantes que representen las diversas temáticas que trata a lo largo de su producción, de acuerdo al conocimiento actualizado a lo largo de todos estos años. No se trata, por tanto, de una exposición numerosa, sino compuesta por obras muy escogidas. El discurso irá estructurado sobre la diversidad temática de su producción, partiendo de los temas protagonizados por personajes populares, hasta las obras donde muestra una mayor sensibilidad por lo espiritual y en las que el artista representa temas  de carácter religioso.

39. La adoración de los Reyes Magos 
Hacia 1655-1660 Óleo sobre lienzo, 190 × 146,1 cm 
Toledo Museum of Art, Toledo, Ohio, USA


De este modo se pretende la revisión del prejuicio simplista, pero lógico que se ha arrastrado hasta hoy, donde Murillo aparece como el “pintor de las Inmaculadas”. Sin embargo, el artista dio un tratamiento verdaderamente novedoso de los temas tradicionales, simplificando las iconografías, ofreciendo una versión más intuitiva y directa de los temas que habían sido tratados desde siglos atrás.

 43. Cuatro figuras  en un escalón 
1655-1660 Óleo sobre lienzo, 109,9 × 143,5 cm 
Kimbell Art Museum,  Fort Worth


Por otra parte, Murillo es el pintor que en la España de su tiempo dedica un mayor esfuerzo a la pintura de género, debido a la nueva clientela procedente de los Países Bajos, interpretando de modo muy personal este tipo de pintura, más extendida en Italia y en el Norte de Europa, alcanzando en ella unas cotas de calidad sin precedente y que serán objeto del incipiente comercio de sus obras con carácter internacional. Sus acertadas composiciones, que se adelantan al gusto de la época, serán un referente que contará con numerosas reinterpretaciones en toda Europa desde finales del siglo XVIII fundamentalmente en Francia e Inglaterra.

44. El joven gallero 
Hacia 1660 Óleo sobre lienzo,  54 × 40,4 cm 
Colección Abelló


Su pintura religiosa, amable y emotiva, resuelta en acertadas composiciones, fue del gusto de coleccionistas de procedencia y sensibilidades muy diversas desde su época hasta mediados de siglo XX e incluso aún hoy. La calidad técnica de Murillo, la facilidad de comprensión de los temas a los que se enfrenta, y su capacidad de empatizar con el espectador hicieron de sus obras un temprano objeto de colección desde las más diversas procedencias.

45. Vieja despiojando  a un niño 
Hacia 1655-1660 Óleo sobre lienzo, 143,7 × 109,0 cm 

Bayerische Staatsgemäldesammlungen, Alte  Pinakothek, Múnich


Precisamente esa proyección de su obra fue su principal perjuicio al reproducirse sin calidad y en exceso las imágenes de algunas de sus pinturas. El Museo de Bellas Artes de Sevilla cuenta en su colección con más de veinte obras suyas siendo junto al Museo del Prado la institución que más obras de este artista alberga.”

48. Niños jugando a los dados 
Hacia 1670-1680 Óleo sobre lienzo,  148 × 114 cm 
Gemäldegalerie der Akademie der bildenden Künste, Viena

Y el del folleto propiamente dicho, que nos dice: “Con motivo de los cuatrocientos años de su nacimiento, este museo reúne una selección de cincuenta y cinco obras de Murillo. El artista universal se identificó con Sevilla interpretando los temas de su devoción, decorando con sus pinturas algunos de sus más señalados monumentos y retratando a sus habitantes cualquiera que fuera su categoría social.

50. Autorretrato 
Hacia 1655-60 Óleo sobre lienzo, 107 × 77,5 cms 
The Frick Collection,  Nueva York, Gift of Dr. and Mrs. Henry Clay Frick II 


La exposición se desarrolla con un criterio temático, reflejo de la personal visión del pintor sobre el contexto religioso y civil que le rodea. La profunda e intuitiva observación del ser humano le permite mostrarlo de una manera esperanzadora, ya fueran mendigos o nobles. Su capacidad creativa y su sincera espiritualidad se manifiestan asimismo en la producción de una pintura devocional que incorpora detalles de la vida cotidiana, con una conmovedora concepción de lo trascendente, que transmite mediante imágenes de gran originalidad y belleza.

54. Retrato de Íñigo Melchor Fernández de Velasco 
(Madrid, 1629-1696) 1659 Óleo sobre lienzo, 208 × 138 cm 
Museo del Louvre, Departamento de pintura, París


A lo largo de nueve ámbitos se muestra el mundo a través de los ojos de Murillo; desde la pintura religiosa, que fija prototipos indelebles en la historia del arte –particularmente afortunado en el caso de la Inmaculada–, hasta la realidad social de la Sevilla del siglo xvii, la de los menesterosos y los santos, la de los pícaros y los adinerados nobles o comerciantes que podían permitirse ser retratados por el más afamado maestro de la ciudad. Esta exposición constituye una oportunidad única para el reencuentro con muchas de sus obras y para el descubrimiento de otras. La muestra permite contemplar cómo en ellas se unen la genialidad de los recursos técnicos y compositivos con la mirada profundamente humana que les confiere.”

55. Retrato de Josua Van Belle 
1670 Óleo sobre lienzo, 124 × 102 cm
National Gallery of Ireland, Dublín

Si hay posibilidades, es de obligado cumplimiento la visita a Sevilla y a la Exposición que no defrauda. Las obras se pueden ver en el catálogo, en fotografías, o en el vídeo en el que están todas las expuestas, pero la sensación tan especial que se experimenta al verlas en persona, sobre todo la grandeza de algunas es inenarrable. Hace pensar en la tesis que en el cuarto párrafo de esta entrada expongo. Si no le hacían otros gran parte del trabajo preparatorio, tuvo que estar trabajando las veinticuatro horas, del día todos los días de su vida de pintor.





Fotografías del autor y del folleto
Bibliografía “Murillo: Catálogo razonado de obras”, Enrique Valdivieso, web y folleto

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