domingo, 27 de enero de 2019

POR QUÉ EN EL GRABADO DE GUESDON DE 1860 NO APARECEN LAS MAQSURAS

Grabado de Guesdon de 1860

Hoy toca subirse a los tejados de la parte sur de la Mezquita de Córdoba. Durante un trabajo de documentación para la Asociación para la Defensa del Patrimonio Industrial de Córdoba, en el que busqué en el grabado de Guesdon de 1860, la chimenea de la fábrica de sombreros de Sánchez Peña, en la Corredera, y haber visualizado de lejos, el balcón de la finca la Favorita, Huerta de los Morales, que perteneció a la antigua Cárcel, y al que Díaz de Morales hizo la prueba de carga con los frailes, creo que orondos, aunque un amigo me decía que de menos peso corporal que los curas históricamente, posiblemente por su ascetismo, pero es igual si era con menos grasa, sumaban más en hueso, que es un peso inamovible hasta el final, me detuve remirando el bonito grabado de Guesdon y descubrí con sorpresa que no estaba reflejada en él la Maqsura de la Mezquita de Córdoba.  

La corredera y la chimenea de Sánchez Peña del grabado de Guesdon

Primero hay que determinar qué es la macsura. El RAE, nuestra ley suprema lingüística dice sobre la palabra:

“Del ár. clás. maqṣūrah '[zona] acotada'. 1. f. En una mezquita, recinto reservado para el califa o el imán en las oraciones públicas, o para contener el sepulcro de un personaje tenido en opinión de santidad.”

Vista desde el norte de las cúpulas (foto Pedro Marfil)

La Wikipedia, la ‘Dalmáu Carles Pla de Grado medio’ actual nos dice: 

“La macsura, palabra proveniente del árabe maqsura, es un término de la arquitectura árabe que sirve para designar un recinto reservado en las mezquitas en donde se sitúa el califa o el imán durante las oraciones públicas y que sirve también para contener el sepulcro de un personaje tenido en opinión de santidad. La macsura está situada normalmente en el interior de la mezquita y generalmente está coronada con una cúpula, reservada al imán. En una iglesia cristiana coincidiría con el crucero.” 

Vista desde el sur de las cúpulas (foto Pedro Marfil)

Y para ampliar el recorrido documental y situarnos en el lugar apropiado, decir que Pedro Marfil arqueólogo, hizo en el verano de 1998 y oct del 99 un trabajo que se llama “Estudio de las linternas y el extradós de las cúpulas de la Maqsura de la Catedral de Córdoba, antigua mezquita Aljama”, Pedro era un activo de las redes, de las que se separó por cuestiones personales y de un tiempo acá está más integrado en su trabajo universitario, creo, porque hace mucho tiempo que no lo veo. 

Fachada y celosía de una de las cúpulas

El citado trabajo es un extraordinario recorrido por las cúpulas de la Maqsura que son tres, y de ahí la pluralidad, que trasladadas abajo, son las tres zonas hoy cerradas, pero que antes fueron accesibles, y durante mucho tiempo pertenecieron a unas capillas, a la de San Pedro (desaparecida) de la cual el Mirhab era la sacristía, de ahí posiblemente, la salvación del lugar sagrado musulmán con otro lugar sagrado católico, durante unos cientos de años y así se evitaron malas ideas. La otra cúpula pertenecía a la Capilla de la Institución del Santísimo, que es la puerta del Tesoro. La que decían tenía una cadena de oro, que lo más probable es que fuera como el reloj del albañil del chascarrillo.

En primer plano la cúpula de la Capilla de Villaviciosa

Bien espero que ya estemos situados. Decir también que en las sucesivas ampliaciones de la Mezquita de Córdoba, ha habido distintos muros de qibla y maqsuras, una por cada ampliación. Primero Abd al-Rahman I, luego Abd al-Rahman II y después al-Hakan II, que es la que nos queda, porque Almanzor no actuó sobre ellas sólo amplió la sala hacia el este. Pedro Marfil en su trabajo dice que ha podido comprobar lo que llama “momento cumbre en el arte hispano musulmán”, que data en los años de su construcción entre el 962 y 965, como puede visualizarse en la detallada documentación histórica de las mismas.

Aérea de Google de 2004

El francés Alfred Guesdon, 1808-1876, arquitecto, grabador y litógrafo, mundialmente conocido por todas las litografías aéreas -o panorámicas, para no entrar en el debate de como las hizo-, que tiene de muchas ciudades destacando las ciudades españolas, entre ellas Córdoba. Para ampliar sobre el grabado referido a Córdoba hay un trabajo que se titula: “La Vista Aérea de Córdoba Dibujada por Alfred Guesdon en 1853”, de los autores Antonio Gámiz Gordo y Antonio Jesús García Ortega, ambos de la Universidad de Sevilla, en el que detallas muchas curiosidades sobre el mismo. Los autores hablan de ciertos errores pero ninguna cita el que yo menciona explícitamente, o por lo menos habrá que darle otra lectura (yo leo muy rápido) más templada a ver si hay algo.

Aérea de Google de 2018

Y la pregunta que yo me hago, y dejo en el aire, por aquello de que doctores tiene la iglesia, es ¿Por qué en el grabado de Guesdon de 1860 no aparecen las macsuras? Se ve la cúpula de la Capilla del Cardenal, la de Villaviciosa, otros lucernarios, pero las naves de la diecinueve a la trece, finalizan en el muro sur y no se ven las cúpulas de las macsuras. ¿Es un error de Guesdon? Es lo más probable, pues las cúpulas no son de quita y pon. 

Detalle del grabado de Guesdon de la Mezquita y nos están las Macsuras

Detalle ampliado

Google Earth Pro tiene una línea de tiempo con la que podemos ver fotografías de los sitios desde catorce años atrás, he comprobado, respecto a Córdoba, los distintos vuelos efectuados. Luego está el vuelo de los yanquis de 1956, que es lo más en fotografía aérea y en todos están las cúpulas imperturbables. En los actuales vuelos están tapadas con un tejadillo, pues de esta manera permiten la reparación y estudio. Pero… ¿Por qué en el grabado de Guesdon de 1860 no aparecen las macsuras?

Fotos de Google, del grabado de Guesdon y de Pedro Marfil
Bibliografia la citada de Pedro Marfil y Antonio Gamiz y Antonio J. García.

sábado, 26 de enero de 2019

ACTO DE CONSTITUCIÓN DE LA ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL DE CÓRDOBA


Ayer viernes 25 del enero, se celebró la constitución de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Industrial de Córdoba (ADPIC), en el marco del Centro Cívico de la Corredera, antes cárcel de la ciudad, cuando dejó de serlo la de la calle Comedias (hoy Velázquez Bosco), y después primera instalación industrial de la ciudad, con la fábrica de sombreros de Sánchez Peña, quien utilizó maquinaria de vapor para su industria, cuyo exponente lo tenemos en el grabado panorámico de Guesdon de 1860, en el que podemos ver una chimenea en la corredera y además en pleno proceso fabril, echando humo.

Antigua Cárcel y fábrica de sombreros después

Fachada con los escudos de Córdoba y real

La génesis de la asociación que hoy se constituye, y que no existía en Córdoba, surge de la inquietud de unos pocos, pocos para los que debían de ser, al hilo de la celebración de una exposición en la Diputación sobre la desaparecida Electro Mecánicas. Al comprobar el importante pasado industrial de la ciudad, sin haber sido una ciudad industrial propiamente dicha, se decidió tratar de recupéralo de alguna manera. Es cierto que desde tiempo inmemorial y pensamos en la minería, desde el pueblo íbero y más allá ha sido Córdoba una suministradora de materias primas, sin que quedara en ella la industrialización de la misma. En otras materias, como el algodón o incluso actualmente el aceite, ha ocurrido lo mismo. 

Patio interior

El balcón

También es verdad que en la época de la revolución industrial, tuvo esta ciudad soñadores que, en el plano de la empresa familiar crearon industrias que no pasaron, en líneas generales, más allá de la producción local, aunque alguna destacara allende fronteras, pero era la confirmación de la regla. La realidad es que no existió una burguesía que crease riqueza y sí por el contrario una parásita clase “noble” de rentistas, que se dedicaron al arte de dilapidar fortunas que muchas de ellas derivaban de repartos de botines de guerra. El último posiblemente es el motivo de querer echar tierra en sentencias ilegales y confiscaciones de propiedades en la incivil guerra fascista pues podrían dar lugar a grandes reclamaciones, y se les vería el plumero a muchos.

Guesdon de 1860, vemos la chimenea de la fábrica de sombreros

Bartolomé Olivares, portavoz

Mesa de los conferenciantes: Palencia, Morales, Olivares y Penco

Es inevitable la crítica a esa clase que no se preocupó nada más que de su bienestar y asiento del casino, bendecida eso sí por los de siempre, mientras los de abajo pasaban todo tipo de calamidades. Justo es no generalizar, porque hubo emprendedores, pero inmersos en una decadente sociedad no cuajaban. Hoy nos queda el pasado de la gran industria que fue la Electro Mecánicas, y quedan las derivadas de ella, luego estuvieron fundiciones e industria dedicada al mundo de la agricultura principalmente, pero como he dicho con anterioridad en un nivel más familiar que otra cosa. 

Fernando Penco, Arqueólogo director Museo del Cobre

 Rafael Morales, historiador

 José María Palencia, director del Museo de Bellas Artes

Tomó la palabra el portavoz y un poco alma mater de este proyecto, Bartolomé Olivares, para presentar la asamblea constitutiva y sobre todo a una serie de conferenciantes que iban a hablar sobre esta industrialización y patrimonio desde distintas ópticas. Del programa previsto faltaron algunos (ignoramos la justificación) pero la calidad y conocimientos de los que estuvieron es indudable, y por ello no se notó la falta. Abrió la serie Fernando Penco, Arqueólogo, escritor y director del Museo del Cobre y habló de lo que él conoce muy bien, la historia de la explotación minera de Cerro Muriano, deteniéndose en señalar que en Cerro Muriano se luchó por la defensa del patrimonio minero en este caso, pero han perdido algunas batallas.

 Fernando Penco durante su interesante exposición

Rafael Morales, que tocó la parte sensible de la industria

José María Palencia que habló sobre la historia

Morales, Palencia, Olivares y Penco (foto Organización)

Luego Rafa Morales, conocido y comprometido historiador de la historia de nuestros lares y sindicalista, como lo presentó Bartolomé, habló sobre la simbiosis industria clase obrera. Para completar la terna José María Palencia, director del Museo de Bellas Artes, que versó sobre otros aspectos de la industrialización, edificio en el que estábamos y proyectos de musealización. Como están los vídeos de las distintas conferencias es absurdo reseñar su intervención cuando se puede comprobar en el original, de esta manera se evita la interpretación personal del cronista aficionado. 

Un momento del acto (foto Organización)

Previo a las conferencias

Una vez finalizadas las intervenciones se procedió a debatir, en primer lugar los Estatutos que fueron aprobados sin nuevas aportaciones, con su redacción original, para que sean presentados al organismo correspondiente encargado de darle el viso de legalidad y la composición de la Directiva. Al final la fotografía de rigor de parte de los asistentes porque otros ya se habían marchado y el intercambio de parabienes para empujar en la mejor de las direcciones a la asociación recién creada.
  
Otra vista del público

Más asistentes

 Dijo el Presidente:

“Hoy hemos constituido la Asociación en Defensa del Patrimonio Industrial de Córdoba con la intervención de Fernando Penco, José María Palencia, Rafael Morales, ellos como conocedores de nuestra historia han apostado por este proyecto. Me siento muy satisfecho por la participación, por estar ahí apostando por el futuro, por nuestro Patrimonio y la defensa de este. Está claro que no será fácil , pero lo que estoy seguro es que estamos haciendo historia, nuestra ciudad ya es hora que abra una nueva etapa para poner en valor este pasado lleno de pequeñas grandes historias. 

La Mesa de la Asamblea

 Antonio Ramón Caro comenta y Sanchiz y Olivares lo escuchan

Como la de José Borrero Limón que vivió en Cerro Muriano y que fue directivo de SECEM para después casarse con una hija de Sánchez Peña y vivir en este lugar la Casa de Sánchez Peña uno de los primeros empresarios industriales  de esta villa, lugar donde hoy hemos constituido nuestra Asociación, Antonio Ramón  Caro Crespo  un pariente de José Borrero Limón forma parte de nuestra Asociación… Gracias a los compañer@s que se hacen cargo de la directiva."

Olivares, Pozuelo y Suárez

Fines de la Asociación:

"a) Dar a conocer el Patrimonio Industrial de Córdoba. b) Sensibilizar y concienciar a las empresas y entidades, a las distintas Administraciones Públicas, a los  profesionales y a la sociedad en general acerca del valor y la importancia que tiene el Patrimonio Industrial de Córdoba. c) Defensa, conservación, promoción y difusión del Patrimonio Industrial de Córdoba. d)  Constituirse en un referente de consulta, de garantía del Patrimonio Industrial de Córdoba. e) Fomentar la protección institucional de los continentes y contenidos del Patrimonio Industrial de Córdoba. f) Colaborar con las Administraciones Públicas, empresas y particulares en todas aquellas iniciativas orientadas a la conservación, salvaguarda, protección y divulgación del Patrimonio Industrial de Córdoba. g) Participar en las principales asociaciones y órganos nacionales e internacionales para la conservación y divulgación del Patrimonio Industrial de Córdoba. h)  La conservación y restauración de bienes del Patrimonio. i)  El estudio e investigación del Patrimonio Industrial de Córdoba, en sus aspectos técnicos, culturales, sociales y económicos. j)  Propiciar la exposición pública de los bienes que integran el Patrimonio Industrial. k)  Cualquier otra finalidad complementaria o accesoria de las antes relacionadas."

Francisco Pozuelo y Antonio Suárez

Atendiendo a las preguntas de los asistentes

Y para su consecución se desarrollarán las siguientes actividades: 

"a) Organización y participación de jornadas divulgativas, conferencias, coloquios, entrevistas, exposiciones y excursiones. b) Publicaciones informáticas y en papel, propias de  la  asociación o en colaboración con otras asociaciones. c) Impulso y patrocinio de la edición de libros, monografías y catálogos, conservación y divulgación. d) Rescate de incunables y otros fondos bibliográficos (tratados de máquinas, catálogos de fabricantes, planos, fotografías, proyectos, etc.), con objeto de garantizar su conservación, así como permitir su consulta. e) Realización de campañas de sensibilización y concienciación tendentes a evitar el expolio y destrucción. f) Realizar el rescate, adquisición y conservación de piezas. g) Realización de un Museo Virtual del Patrimonio de Córdoba. h) Impulsar la creación de un Museo de la Industria e Historia de la Industria de Córdoba, en el que se custodiarán y expondrán testimonio físicos del Patrimonio Industrial, procedente tanto de fondos propios como de cesiones."

José Suárez

Marcelino Ferrero

Composición de la Junta Directiva: 

Bartolome Olivares (Presidente); Manuel Sanchiz (Vicepresidente); Antonio Suárez De Tena (Tesorero); Maria Pilar Galvez Suárez (Secretaria); Vocales: Miguel Barron, Jose Suarez, Francisco Pozuelo, Manuel Herencia y Antonio Ramón Caro. ” 

La foto final de familia

Sea bienvenida la nueva Asociación para la Defensa del Patrimonio Industrial de Córdoba (ADPIC), sólo resta desearle una mayoría de edad que redunde en la recuperación de nuestro patrimonio industrial perdido para conocimiento de futuras generaciones.

Vídeos del acto


 


 


 



EPÍLOGO INTERVENCIONES Y AGRADECIMIENTOS

  


 
  


ESTATUTOS PROVISIONALES

Fotografías y video del autor, unas de la Organización.

viernes, 25 de enero de 2019

EL CINTURÓN VERDE DE LA CIUDAD DE CÓRDOBA


Es un proyecto ambicioso, el Cinturón Verde de la Ciudad de Córdoba, en alguno de los lugares de su trazado complicado, se conoce que es muy fácil trazar en un mapa sin un trabajo de campo previo, pero en el fondo merece la pena. No he podido encontrar su génesis documental para poder dotar este artículo de datos concretos, pero tiempo habrá de incorporar esos aportes. Sirva esta entrada por tanto como una aproximación a esa obra.




El trazado del Cinturón Verde de Córdoba empieza en el punto geográfico 37.915194,-4.734053, concretamente en el entronque con la Vereda de la Alcaidía y discurre, con cambios de orientación variados, hasta un punto al SO de la ciudad. A partir de la Vereda de la Alcaidía, bajamos en dirección SO, cruzamos un afluente del Arroyo de las Adelfas, luego el titular y a continuación el canal, a la altura de los terrenos de la Campiñuela Baja. Ahora se comprende el vallado de terrenos paralelos al canal, a la altura del cortijo donde te comen los perros de una perrera cuando pasas por la puerta, y por cuya esquina sur han desviado ahora el Camino Mozárabe.




Cruza la N-432 por debajo de la actual Cuesta de Pedroches, un túnel peatonal, sube al roquedal del mismo nombre para describir una curva al sur y buscar los terrenos de la antigua venta y cruzar después el antiguo puente de Pedroches. A partir de ahí sube por el Arroyo de Pedroches en terrenos del Majanillo hasta la correa transportadora de la piedra para la fábrica del Cemento. Discurre por el cerro de Casitas Blancas, rodea las ruinas del antiguo cebadero por el sur, y se une al trazado de la antigua vía de Almorchón o Cerro Muriano, para dejarla después a la altura de la antigua estación de Mirabueno. Abraza el Camino del Maimón por la Palomera, hasta la entrada del cortijo Palomera Baja, antigua propiedad de los Sres. Aparicio.




Sigue por el margen izquierdo del Arroyo de la Palomera y lo abandona cuando este se cruza con el Camino de Carros de Santo Domingo. Ahora se une al camino de la Viñuela Baja, pasa por arriba del cortijo y sale por el que cortaba la propiedad cuando se unía a las carreteras CO-3407, a Santo Domingo, y CO-3408, a los Villares. Sube por esta última unos metros hacia el norte para girar al sur en tierras del Jardinito y Morales. Sale a la carretera del Sanatorio, en el cruce de ésta con la que viene de Ballesteros, busca la vereda del Villar que cruza, camino del arroyo de San Cristóbal por el puente de la alcubilla de Antas, por terrenos de Morales.




Ahora por el forzado camino que sube a la derecha a la Casilla de Buena Vista y el depósito de aguas abandonado, continúa para salir a la Vereda del Pretorio en los terrenos de la Cuesta de la Traición que la toma unos cientos de metros. Gira bruscamente ahora al S. por los terrenos de la Aduana, para discurrir por encima del antiguo noviciado, pasar por debajo de su depósito de agua y salir a la carretera de Villaviciosa, donde se incorpora el camino de Torrebermeja. Rodea este último cortijo para salir a la CO-3314 y bajar paralelo a ella hasta la Fuente de las Ermitas. Ahora discurre por la Cuesta del Reventón, la Trocha o antiguo Camino del Bejarano.



Baja por la Carretera de las Ermitas o Camino de los Lagares, para incorporarse a la vereda que sigue bajando a los terrenos de Santa Ana de la Albaida. Se une ahora al arroyo de Valdegrajas por su margen izquierdo y discurre junto a él, cruza el arroyo de la Tinajita, cruza la CO-3402 siempre al lado del arroyo de Valdegrajas, al que se ha incorporado el de la Albaida. Cruza el Canal del Guadalmellato y sigue con el arroyo, ahora llamado Cantarranas, al que se incorpora Nogales. Llega a la carretera de Palma del Río en los 37.880636,-4.823875, donde finaliza el Cinturón Verde de Córdoba.





Planos del Catastro parcelario