miércoles, 2 de enero de 2019

MUSEO BELLVER, SEVILLA

Portada del folleto

Fue uno de los dos motivos principales de nuestra visita a Sevilla el pasado diciembre, uno ver el Museo Bellver y otro la magnifica exposición en el Bellas Artes del IV Centenario del Nacimiento de Murillo. Al hilo de estas visitas, estuvimos también, a la vez que disfrutábamos de esa gran ciudad que es Sevilla, sin entrar en los motivos de su grandeza, que son muchos y variados, viendo los palacios de Casa de Pilatos y de la Condesa de Lebrija.




Vistas de fachada y del hermoso patio principal

En un periódico local leímos que, el balance de visitas al Museo Bellver había superado las 11.000 personas en un mes, su inauguración tuvo efecto el 12 de octubre de 2018. El continente es verdaderamente precioso, una bonita casa como lo es la llamada Casa Fabiola, y el contenido lo es de excepción, 567 obras de arte que se dividen en: pinturas 299; esculturas 112; figuras de marfil y hueso 57; 44 muebles diversos; 42 piezas de porcelana y cerámica; y 13 preciosos y elaborados relojes. 




A medida que entras en las diferentes salas, unos folios plastificados con el contenido de la sala están disponibles en unos expositores para, una vez leídos volver a depositarlos allí. En ellos te explican resumidamente el contenido de la sala. Es posible que sea un método, en época de modernidades de audio guías y otras medidas audiovisuales, un poco anticuado, pero es lo que hay. Yo hubiera implementado, hoy que todo el mundo tiene móvil, un sistema que pudiera hacer uso de éste, para escuchar la explicación del contenido de cada sala. Es una opinión.




Según los planos de Planta Baja y Primera, se distribuye el museo en siete grandes temáticas. Los números se corresponden con los del plano, en catorce salas. El estado de las obras excelente. En el vídeo del final del presente artículo un recorrido por todas las salas y están casi las 567 obras, digo casi porque posiblemente alguna se me haya quedado fuera, aunque estimo que muy pocas. Los textos entrecomillados y en cursiva son los de la exposición, incluido el folleto manual.


“PLANTA BAJA: Pintura romántica en Sevilla (1830-1860).Salas: 0, 1, 2, 3, 4. Esculturas de Ricardo Bellver: A. PRIMERA PLANTA: Pintores sevillanos en Roma y París (1870-1895). Salas: 5, 6, 7. La constante del costumbrismo. Sala: 8. Arte religioso, Sala: 9, 10. El paisaje en la escuela sevillana. Salas: 11, 12. La escultura. Sala: 13.


Otro patio

Casa Fabiola 

La casa está documentada con títulos de propiedad desde el año 1548, aunque según la leyenda ya existía como vivienda importante en época de Alfonso XI. Posteriormente, perteneció al Tesorero Real Samuel Levi, judío, en la primera mitad del siglo XIV. Según Ortiz de Zúñiga (Sevilla 1636-80) existió en la parte antigua de la casa una cocina conventual que daba a un patio, del cual se bajaba a otro patio que tenía un aljibe de tiempos remotos, al lado del mismo había un corredor que pasaba por debajo de la casa y salía a la calle Farnesio.




La casa fue reconstruida por las religiosas del monasterio de Madre de Dios que la convirtieron en hospedería del convento, donde en cierta ocasión se alojó Isabel la Católica. La casa, entonces llegaba hasta la esquina de Madre de Dios y se conectaba con el convento por medio de una arco doble, razón por la cual la calle se llamaba "del Arco". Cuando se desamortizó el convento en 1836 la compró un inglés llamado J. Cunningham, acometiendo grandes reformas sobre la fábrica que disminuyeron considerablemente el tamaño de la casa. 




Cunningham volvió a venderla al sr. Mac Andrew, quien la arrendó a los Sres. Wiseman. Don Diego Wiseman nació en la casa y llegó a ser cardenal y arzobíspo de Canterbury, por lo que a su fallecimiento el Ayuntamiento de Sevilla rotuló la calle con el título de su novela más famosa. "Fabiola". El Sr. Mac Andrew vendió la casa a D. Roberto González y a su muerte la casa pasó a su hijo político D. Joaquín Sanarán Domínguez, Conde de Saint Claude, Marqués de Isla Hermosa y Marqués de los Ríos.




Se accede a la casa a través de un gran portón enmarcado por una magnífica portada de piedra caliza blanca, decorada con una moldura que resalta el dintel y escudo de armas del centro. Presenta un magnífico apeadero que da acceso al patio principal de la casa, de arcos semicirculares sobre columnas toscanas y balcones cerrados en la parte superior. Está revestido por un zócalo de azulejos, de la fábrica de Mensaque y Rodríguez. En la planta baja posee azulejos de diferentes técnicas: cuerda seca y planos con decoración vegetal, realizados mediante plantillas en el siglo XX. 




Se observan también azulejos por tablas. La escalera es de ida y vuelta, cubierta de bóveda revestida de mármol italiano. Las dependencias más representativas de la casa dan a la galería de la primera planta, donde se encuentra el salón de baile (sala 8 expositiva) y las salas previas a éste. Cuentan estas salas con techos de vigas de madera policromada. zócalos de madera y paredes pintadas con motivos florales La casa cuenta con numerosos artesonados de gran calidad, utilizando profusamente la caoba.





La planta segunda de la casa, como era habitual, se destinaba a los lavaderos y servicio de la casa. Presenta una planta de trazado irregular y se distribuye en torno a un patio central. Tiene un segundo patio del siglo XVII con una espléndida fuente original. La extensión de la casa se ha visto reducida como fue habitual en el desarrollo histórico de los inmuebles, en dos puntos. Por una parte se deslindó una parte que actualmente constituye un establecimiento de restauración con una vivienda encima. El otro solar que se ha visto deslindado es uno que tiene una planta de unos 180 metros cuadrados y que únicamente tiene salida a la calle Farnesio. 




En los planos de la casa puede observarse el estado de la casa que hacia finales del siglo XIX conservaba ambos espacios como parte del inmueble. La planimetría más reciente conservada de la casa Fabiola se remonta al año 2001, levantada con motivo de su rehabilitación por parte de la Fundación Lara para convertirla en institución cultural. Gracias a esta Fundación la casa fue recuperada tras un gran trabajo de restauración y conservación del edificio. La cultura y el arte, por lo tanto, vuelven a ser los nuevos propietarios.”




Del folleto
“La donación de la colección de Mariano Bellver a Sevilla constituye un acontecimiento cultural extraordinario. La ciudad ha contemplado en el pasado, hace ya casi un siglo de ello, afortunadamente, generosos legados de obras de arte, particularmente los que se encuentran en el Museo de Bellas Artes, entre los que destacan los realizados por José Gestoso, Rafael González Abreu y, poco más tarde por Andrés Parladé. Aunque cada una de ellos es de naturaleza diferente en cuanto a su contenido, todos tienen en común el hecho de ser un reflejo fiel del gusto y la personalidad de sus propietarios, aparte de constituir una generosa aportación a la cultura de la ciudad en todos los casos.





La donación realizada por Mariano Beliver al Ayuntamiento de Sevilla consta de un total de 567 obras. Las obras donadas son mayoritariamente pinturas con un total de 299 obras, 112 esculturas de materiales y épocas diversas, a las que hay que sumar 57 figuras en marfil y hueso; 44 muebles, 42 piezas de porcelana y cerámica, y finalmente, 13 relojes. 





Es por tanto, una donación muy numerosa y diversa que, aunque centrada en la pintura sevillana del siglo XIX, permite contemplar las preferencias personales del artífice de la colección. Una cuestión particularmente significativa es que el conjunto pasa a estará disposición del servicio público, tal y como desea el donante, y que además se encuentra en un estado de conservación excepcional. 





La colección Bellver, tenida como un conjunto de obras con una historia y un destino común, se conforma gracias a la experiencia personal, a la biografía del donante y a su gusto artístico. Está vertebrada por casi 300 pinturas, la gran mayoría obras costumbristas andaluzas del siglo XIX, que incluyen lienzos de conocidos pintores, en su mayor parte sevillanos, como Manuel García y Rodríguez, Valeriano Domínguez Bécquer, Ricardo López Cabrera, José García Ramos, Antonio Cabral Bejarano, José Pinelo Llull, José Gutiérrez de la Vega y Gonzalo Bilbao. 






Entre las últimas obras que se han integrado en la colección se encuentran cuadros de pintores extranjeros como Pharamond Blanchard, Worms, o John Phillips entre otros que se corresponden con su afición a las obras de pintores españoles y extranjeros que han tratado temas andaluces. A las pinturas hay que sumar un nutrido número de tallas policromadas y de barro entre los siglos XVI y XX, marfiles, cerámicas, relojes, muebles y otros objetos de arte decorativo.





Aunque desde hace casi 20 años tenía clara su intención de donar sus obras, su voluntad se ha materializado con la donación de una amplia selección de lo más representativo de su colección. Finalmente, en2015, el matrimonio formado por Mariano Bellver y Dolores Mejías firmaron con el Ayuntamiento de Sevilla el protocolo de donación del conjunto de bienes a la Ciudad de Sevilla para ser expuesta con carácter permanente. 






En noviembre de 2016, el Ayuntamiento de Sevilla anunció la compra de la conocida como Casa Fabiola, ubicada en un lugar privilegiado en el entorno monumental de la ciudad, junto al barrio de Santa Cruz, con la finalidad de convertirla en museo donde se expondría la colección, cuya apertura al público tiene lugar el día 12 de octubre del año 2018.”


Dedicatoria: “El 23 de Noviembre murió D. Mariano Bellver Utrera empresario, educador y mecenas. Decía Philipp Blom que "todo coleccionista se convierte en un faraón" y desgraciadamente "las colecciones siempre han tenido connotaciones de funeral y entierro", como ha sucedido 40 días después de la inauguración de su Donación de Arte a Sevilla. Coleccionar es llenar un vacío, y él se entregó apasionadamente a recuperar obras de arte de una Sevilla que tanto inspiró a pintores, poetas y soñadores, que vieron en su cielo, rincones y personajes historia y leyendas de mitos modernos como Fígaro o Carmen o actores populares como bandoleros y majas. Todo coleccionista es un D. Juan y para D. Mariano sus conquistas pasaban por conseguir reunir la belleza de la ciudad a la que vino a vivir desde el norte, porque toda colección es un teatro de los recuerdos de pasados personales y colectivos. Quedan sus palabras "compartir la belleza, mostrarla a los demás para que también la disfruten". Condolencias a su esposa Dolores Mejías y familiares. Descanse en Paz.”

Una valiosa y variada muestra de arte que merece una visita.


Dirección: Calle Fabiola, 5, 41004 Sevilla, Teléfono: 955 47 02 95
Horario: El horario de acceso es de martes a domingo de 11:00 a 20:00 horas.
Precio: Es gratuito para todas las personas empadronadas y/o nacidas en Sevilla capital. El precio para no empadronados es de 3 euros con una serie de reducciones del 25% en el precio para: mayores de 65 años, titulares del carné joven, titulares del Bonobús Joven, estudiantes entre 18 y 25 años y personal docente.


Fotografías del autor y folleto
Bibliografía la citada de los textos del Museo

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