miércoles, 28 de julio de 2010

CAMINITO DE LINARES...


Fachada principal del Santuario de la Virgen de Linares

/Y un romero te pinto,/ con vestido de lunares,/ y otro de ti se prendó/ la mañana que te vio/ caminito de Linares,/y así te piropeo:/

Eso decía la canción de Ramón Medina que me evoca siempre el Santuario de Linares. A once kilómetros de Córdoba dirección a la Loma de los Escalones, por el antiguo camino romano Córdoba a Mérida. Antes había que pasar por ese "pueblo" uniforme, frío como aquellos de colonización de la seudo Reforma Agraria del franquismo, enquistado en lo que fue un bosque de encinas.

Fachada principal de la Ermita

Con un "monumento funerario" posiblemente por las encinas, que quiere aparentar un arco de triunfo pero se queda en frío mausoleo. El calor era sofocante, a pesar de ser las diez de la mañana. Un perro de lanas, provocador como todos los pequeños, me quería comer a la vez que arrancar el amarre del cancel de la entrada al santuario donde estaba sujeto, y otro grande, negro, más calmado, más seguro de su superioridad o quizás ya plantilla, así como tres gatos fue el recibimiento antes de que la señora santera apareciese detrás de la cortina de acceso a la santería.

Evitando el sol para fotografiar la fachada

-Buenos días. ¡Uf. Que calor! –dijo secándose la frente con el delantal.

-Buenos días. Como todos los veranos ¿no? Deseo hacer unas fotos, ¿Es posible? –le pregunté.

-Claro pero por fuera, para hacerlas dentro hay que tener autorización del Hermano Mayor. –contestó aclarando de antemano mi segunda pregunta que no hice desde luego.

-De acuerdo no se preocupe, ya se la pediré cuando lo vea. – le dije, y era cierto no sé si mí vecino es hermano mayor o menor, o hermano simplemente, pero cuando lo vea le referiré el hecho ya que es una persona bastante tratable.

-Puede usted darse un paseo por detrás y hacer fotos de la atalaya. –dijo la santera volviéndose a su casa.

-De acuerdo señora muchas gracias. –concluí.

Recorrido circular al santuario buscando la mejor perspectiva y fin del trabajo. Me despedí de la señora, le dije nuevamente gracias. Ya no volvió a salir y no la oí si contestó. El perro negro me rondaba tranquilo pero… “Líbreme Dios de las aguas mansas, que de las bravas me libro yo.”, o aquello otro de “Los toros…, bravos” hay que tener cautela con todos los tranquilos.

Vista del local de la Hermandad u Hospedería

El lugar del emplazamiento del Santuario de Linares es hermoso, a la orilla del arroyo del mismo nombre, en la encrucijada del camino romano de la Loma de los Escalones, en una altura del Cerro de San Fernando, terreno de la finca de la misma denominación, en el que la vertiente este da al cortijo de Navalagrulla, desde donde existe una vereda hasta aquí. Los orígenes muchos ciertos y otros en el terreno de la leyenda.

Espadaña

Si parece que la atalaya es una fortificación del siglo IX, y que en el siglo XIII, Fernando III, instaló aquí su campamento para asaltar Córdoba. Luego lo de que traía una imagen, por aquello de que todos los guerreros trataban de estar encomendados a sus dioses respectivos, ya tiene más lecturas, que si el nombre es porque el capellán era de Linares, o se llamaba Linares de apellido, qué más da. Desde mucho tiempo atrás existe la tradición y ésta puede que le haga bien a los que la siguen y con eso es suficiente.

Atalaya

Alrededor una serie de historias y curiosidades, de curaciones milagrosas, de días de fiesta, de romería, de canciones, de peroles, amores, etc. y todo lo que rodea el esparcimiento sano. En la cima del cerro de enfrente, el de la explotación minera, que tiene una pequeña cantera abandonada de tiempo inmemorial, un hincha del equipo nacional de fútbol, impregnado de esa fiebre de españolismo, estimo que temporal, ha colocado una bandera española. Subir allí se la trae.

Plano de la atalaya y el ábside

El arroyo viene corto de caudal pero sigue siendo agradable en ese lugar. Esa construcción de tejado con mucha inclinación, más propio de otras latitudes más al norte, al lado del santuario, está remozada. Forma parte de la propiedad también.

Restos de piedras posiblemente originales

Al buscar en el plano del Catastro me llamó la atención que la ermita no está catalogada como de uso religioso ¡qué raro! La cantina del aguardiente mañanero para matar el gusanillo, que está a la izquierda de lo que se llama la Hospedería, tenía su azulilla puerta cerrada a cal y canto. La realidad es que con el calor que hacía pocos gusanillos se pueden matar, están todos muertos.

Dorso de la espadaña

No voy a entrar en el contenido interior del santuario, ni religioso ni arquitectónico porque existe una página Web de la Hermandad muy completa que se extiende en esas cuestiones, sólo tocaré algunas curiosidades. Sí, recordar que en la primavera, en el primer domingo de mayo, se celebra el acto multitudinario de la Romería, el día de campo por excelencia.

Es curioso, se llaman romerías cuando debían llamarse así sólo las visitas religiosas a Roma, pero bueno. Lo cierto es que alrededor de lo religioso está siempre lo profano, posiblemente en mayor medida, y lo mundano y laico es un vehículo utilizado por la autoridad religiosa para encausar los sentidos. Siempre todo esto es según mi percepción de las cosas y desde un, creo, laicismo y agnosticismo convencido, pero respetuoso por ello con las creencias de los demás.

Otro plano de la espadaña y el ábside

De todas formas el sabor de las canciones, evocadoras de tiempos pasados, de juventud, de historias de amor, siempre ocupará un espacio en la memoria de las gentes. Los molestos cohetes que anuncian la romería “una mañana florida de mayo”. Los caballistas. Las coloridas carrozas llenas de guapas cordobesas y menos guapas, porque no. Claro eso no es tan evocador en la soledad de una mañana horrorosamente calurosa de finales de julio, en estas fechas hay que hacer un esfuerzo de voluntad muy grande. Pero hay queda.

Ábside

Otra vez a pasar por esa ciudad, imitación a las ciudades americanas del norte de similares casas, cruel atentado a la zona, de estereotipada arquitectura, con un arco feísimo, hortera, como los gustos arquitectónicos de nuevos ricos o parcelistas que quieren aparentarlo, que pone que el constructor ha donado a la ciudad de Córdoba, sin que se lo haya pedido nadie, y que supone que el mantenimiento del mismo será del Ayuntamiento, de todos los cordobeses, como las calles donadas por patrióticos y aristocráticos próceres del siglo XIX.

Curiosidades

Como he manifestado, existe una completa página Web que recoge muchas anécdotas, actividades y fotografías. He seleccionado de entre ellas algunas que me resultan significativas. Una de ellas la primera fotografía de la imagen que existe del fotógrafo malagueño Oses de 1881. Y otra en el que se ve un grupo de personas en 1885 también del mismo artista.

Vista de la explanada

Luego está la anécdota del vaso del Obispo. Este vaso parece ser que fue un regalo, que la Hermandad le hizo al Obispo José Proceso Pozuelo y Herrero, con motivo de una visita de éste al Santuario, y luego cien años después lo encontró el Sr. Ruiz Tamajón en el Rastro de Madrid. El Cronista, ya desaparecido, D. Miguel Salcedo, escribió un relato sobre el hecho concreto del vaso del Obispo.

Azulejo conmemorativo de 1991

Para terminar el exvoto del Dr. D. Gonzalo Antonio Serrano de 1717. Es un relato curioso de un atentado en la calle La Pierna. Antes se llamaba la calle de la Pierna a parte de la calle Barroso, y el grabado está situado delante de la actual Bodegas Pozo y en la esquina de lo que fue Casa Adriano, al fondo se ve la curva para acceder a la Plaza de San Juan. Determina lo que dijimos antes, a este Sr. por su devoción y creencias seguro se le activaron mecanismos de regeneración de las heridas que, si hubiera sido gallego y dicho “me morro”, se hubiera muerto de la herida en la mano. El texto es difícil de leer por eso está traducido. Dice así:

El fútbol llegó hasta el cerro de enfrente

“En Córdoba, año de 1717, día 18 de julio el Dr. D. Gonzalo Antonio Serrano, saliendo de la calle de la Pierna, al volver para Santa Ana, alevosamente fue acometido y herido en la mano derecha de una cuchillada por uno que le esperaba detrás de la esquina, acompañado de otro. Luego que recibió el golpe, invocando el nombre de la Virgen Santísima de Linares, aun que el alevoso le tiro otras dos cuchilladas, la una en un brazo, que totalmente le cortó hasta la camisa, la otra en la cabeza. De ninguna de estas recibió lesión en la carne y la de la mano aunque con nervios y huesos cortados fue sano en tan breve tiempo que, admirados los ciudadanos lo tuvieron a milagro, y a su devoción se puso ésta Año 1717”

Existe publicada en la citada Web un texto del Fuero de Córdoba que le otorga Fernando III a la ciudad, en 1241, teniendo en cuenta que posiblemente sólo afectaría a los castellanos y leoneses que traía con él, ya que los cordobeses fueron los conquistados. De todas formas hay algunos párrafos que no tienen desperdicio.

“Mando, e otorgo, que ninguna viuda nin virgen non sea dada a marido sin su grado, por poderío de ningún ome.

Otrosí mando que ninguno non sea osado de forzar ninguna de las mujeres mala ni buena, cualquier que sea, nin en la cibdat, nin fuera de la cibdat, nin en carrera; e si alguno forzare, o robare alguna mujer, sea muerto por ello en aquel lugar”.

Otros preceptos son todo lo contrario, pero hay que tener en cuenta que son leyes de conquistadores sobre los conquistados.

Epílogo

Es un bonito paseo, en coche, en bicicleta y andando, no recomendado en este tiempo. Y si no le funciona bien la sesera como a algunos, hay que hidratarse bien para evitar complicaciones.



Fotografías del Vídeo y parte de la Bibliografía de la Web de la Hermandad.
Resto de fotografías del autor.

8 comentarios :

Eladio Osuna dijo...

Pues de vuelta de las vacaciones uno vuelve a deleitarse con esos retazos que publicas para solaz de todos.
Al hilo de la bandera, he recordado que la primera excursión escolar que hice como alumno del colegio San Rafael de Ciudad Jardín, allá por 1959, fue precisamente a este paraje. El ínclito don Faustino nos subió peñas arriba y nos enseñó unos agujeros en la roca donde según él, se habían puesto las banderas y estandartes de Fernando III, que estuvo allí acampado con sus tropas antes de la conquista de Córdoba en 1.236.
¿Verdad o fantasía? ¿Serán los mismos agujeros donde ahora está la bandera futbolera?
Curiosa coincidencia
Saludos

Paco Muñoz dijo...

Eladio, bienvenido, espero que con las pilas a máxima intensidad. En el 1959 ya estaba yo trabajando (12 años)y escuchaba por la radio como Bahamontes ganaba el Tour de Francia, a los Anquetil, Poulidor, Loroño, etc. y luego recortaba las clasificaciones del Marca que compraba mi padre.
Eres un pozo de recuerdos y vivencias, pues D. Faustino tenía valor de subir allí a las criaturas pues tiene tela. Yo no había caído en ese detalle de los estandartes, conocía algo pero no he subido a esa altura. Y me imagino a los "cruzados" con esos ropajes y sucios, subiendo al monte a poner el estandarte o el "pendón". Valientes "pendones" estaban hechos.
Pero me supongo que si tu te acuerdas será el mismo sitio aunque el pendón no lo ven nada más que desde el Santuario, y a lo mejor desde la Laboral, pero desde Córdoba seguro que no.
Un abrazo Eladio y bienvenido nuevamente al "caló"

Alimoche dijo...

Hola Paco, yo subí hace poco a donde está la bandera, y efectivamente hay varios agujeros. Lo curioso de ello es que se encuentran acompañados de varios grafittis de época moderna, (ss XVIII- XIX?)que merece la pena visitar. Muy probablemente estas peñas, cuyo cerro se denomina Cerro de Jesús, eran objetivo de excursiones y romerías, ya desde tiempo inmemorial. Por cierto, para otra vez, es fácil llegar, hay un sendero, un poquito más al Sur y cerca de la carretera, que puedes tomar para accedera la cumbre dando un paseo...

Saludos

Paco Muñoz dijo...

Gracias Alimoche, es una referencia interesante, las cosas no son según parecen. Con esto contestas a Eladio que preguntaba si los agujeros serían los mismos. En cuanto a la dificultad si existe un sendero -en Google o Sigpac no se ve bien- pues mejor, lo que pasa es que está muy espeso el monte en ese lugar. Grafitis de los siglos XVII XIX dices, me imagino que figuraran las fechas.

Un saludo.

José Manuel Fuerte dijo...

Y una vez que nos instalábamos para hacer el perol buscábamos leña y piedras grandes para la cocina improvisada, y metíamos las bebidas en el arroyo, y sacábamos la pelota para dar pelotazos para arriba y pelotazos para abajo.

Luego llegaba la hora del Ángelus y las mujeres (¿por qué siempre las mujeres?) se subían a oir misa en la ermita, mientras los hombres hacían su propio ángelus abriendo las botas de vino empapadas por el agua del arroyo o los tercios de cerveza embotellados.

Después de comer, a subir la colina, para ver los agujeros que habían dejado los "¿patrióticos?" nacionales de la guerra civil (o eso nos contaron) y grabar con un cuchillo en la piedra las iniciales de tu nombre, dejando constancia de que habías sido capaz de atravesar el bosque bajo de jaras y zarzas.

Y mucha gente alrededor, siempre mucha gente... ese es mi recuerdo.

Paco Muñoz dijo...

Muy bonito. Muy bien dibujado. Y muy fresco el vino. Pero ya ves que ha dicho Alimoche que se sube cómodo por un camino por detrás.

Bueno los nacionales eran los de Fernando III, según una amiga de Facebook, Carmen Pérez.

Manuel Estévez dijo...

Amigo Paco:

Somos muchos los cordobeses a los que se nos pone el vello de punta cunado oimos hablar del "Caminito de Linares".

Yo durante algunos años, acudí ha hecer labores de monaguillo con Antonio Ruiz Rubio.

Eran los tiempos en que Baldomero Moreno, arregló el "Puerto de la Salve", para que pudieran pasar camiones (1954-55).

Al margen de la Romeria fueron muchas las veces que los chavales de San lorenzo, nos ibamos al Cerro San Fernando a jugar a "Alto". por todos aquellos tarajes y echábamos la tarde.

Lógicamente para ir y venir es escogía el "camino más corto" que no era otro que el que nos señalaban los postes de la luz que llevaban la corriente al Santuario.

Estos postes empezaban "En el Canasto de la vagonetas" y desde allí y cruzando por Peña Tejada, se llegaba a Linares en un santiamen. Hoy ya desgraciadamente no se puede seguir ese camino que por otra parte era precioso.

Paco Muñoz dijo...

Hubo un tiempo que lo hacia diariamente en bicicleta Manolo. Nunca he subido al cerro. Y me imagino que el no poder hacer ese camino por la línea de la electricidad por las distintas parcelaciones que tienen invadida la sierra.