miércoles, 1 de junio de 2011

BAELO CLAUDIA

Maqueta de Baelo Claudia

Estrabón, en el año 18 d.C. escribió: “…Baelo es un puerto donde generalmente se embarca hasta Tingis (Tánger) en Mauritania. Es también un emporio que tiene fábricas de salazones…”

Acueducto principal

La primera vez que visitamos Baelo Claudia, corría el 2006 y estrenábamos coche. El primero, porque los cuatro anteriores y la moto, habían sido de segunda y alguno hasta de quinta mano. Veníamos de vuelta de Barbate y Zahara de los Atunes.

Otra vista del acueducto principal

Hizo en aquella ocasión mejor tiempo que hoy veintiséis de mayo, pero en aquella ocasión al ser lunes nos quedamos sin pasar al yacimiento por estar cerrado, por lo que nos contentamos con, playa, duna y los alrededores.

Basílica

En aquella época, en la falda de la serranía norte, existía una inmensa mole de cemento, fantasmagórica, que se nos antojó similar al famoso Algarrobico de Almería. Aquello era un proyecto mastodóntico del centro de visitantes de Baelo Claudia.

Basílica

Los “indignados” del momento –siempre los ha habido y los habrá- le pusieron el mote de El Escorial. Hoy ya está terminado. A diferencia del de Medina Azahara, guardando las distancias, que es hacía el subsuelo, éste es hacía arriba con un absoluto descaro estético.

Duna de Bolonia

El Centro alberga una correcta interpretación del conjunto, con hermosos miradores hacia la playa y la Duna, y unas salas expositoras que nos trasladan al siglo II a.C., y a los sucesivos de su descubrimiento. Hay que tener en cuenta la ciudad surge en el citado siglo II a.C. y culmina cuatro siglos después, en el siglo II pero ahora d.C., donde se le apellida Claudia

Foro

–como nuestra nieta mayor si se puede llamar mayor a cuatro años- momento máximo del esplendor de la ciudad, e inicia su decadencia en el siglo III, posiblemente cuando el terremoto, hasta su total abandono en el siglo VII. Sin darnos cuenta hemos recorrido casi nueve siglos de su existencia, en cuatro renglones.

Fuente y escalinata a los templos

La visita está bien estructurada y la comenzamos en el acueducto oriental, uno de los tres que abastecían de agua a la ciudad. Éste venía desde una distancia de unos ocho kilómetros, desde Punta Paloma. Era el más importante en cuanto a longitud y caudal. Luego está el occidental que venía desde la cercana Sierra de la Plata, que suponen surtía los baños. Y el tercero venía del norte que acababa en una gran cisterna que aún se  conserva en la parte alta de la ciudad.

Decumanus maximus

Rodeamos las murallas desde su lado oriental o este, que están flanqueadas de torres. En sus cercanías la gran necrópolis de Baelo Claudia. La Puerta de Carteia nos introduce en el decumanus maximus, nada más recorrerlo unos metros se intersecciona con un cardo que, en dirección sur nos lleva hacia la playa y la factoría se salazón, una de las mayores de la península. Volvemos sobre nuestros pasos y nos situamos en la plaza meridional, donde se nos presenta majestuoso, en la Basílica, un colosal Trajano de tres metros de altura.

Mercado

Si continuamos al oeste llegaremos a las Termas, después de haber pasado el Macellum o mercado, y a otra puerta principal, la Puerta de Gades. Volvemos por el decumanus maximus en dirección oriente y subimos hacia el Foro.

Muralla y torre

Este lugar es típico de finales de la República y Siglo I. La Basílica donde espera Trajano, el Archivo o Tabularium, la sala de votaciones, lo que pudo ser una Schola y algunas tabernae en la parte oriental de la plaza pública. En su parte norte tiene una tribuna arengatoria, y una monumental fuente.

Muralla

Luego hacia el norte, el área de religiosidad de la llamada triada capitolina, Juno, Júpiter y Minerva y, a la derecha, dirección este, un templo dedicado a la diosa egipcia Isis, que se construyó en una época floreciente para los cultos orientales. Es el único que conserva toda su planta.

Teatro

Volvemos atrás y una vez pasados los templos cogemos un cardo hacia el norte, que nos lleva al coqueto teatro, que está ubicado en una ladera que domina el urbanismo de toda la ciudad. Un nuevo decumanus dirección este, después de andurrear por el teatro y sus vomitorios, nos traslada nuevamente a una puerta secundaria de la muralla, cercana al acueducto principal, y de ahí al Centro de Visitantes.

Vomitorio del teatro

Ya en el siglo XXI, disfrutamos otra vez de la vista de la Duna inmensa, de notable extensión y altura, cuyos paseantes por ella nos aparecían minúsculos en la distancia y su inmensidad. África se nos presentaba al fondo y con una enorme voluntad, ayudada con el zoom de la cámara, vislumbrábamos Tánger.

Centro de visitantes.

Lastima de un cielo casi gris, con nubes que dejaban caer unas tímidas, afortunadamente, gotas de lluvia que, desde luego como no hay mal que por bien no venga, generaban un ambiente primaveral “con olor a tierra mojada como aquella vez”, sin dejar de tener en cuenta que eran las doce de la mañana, el sol en su cenit, y la nubes no nos protegían de algunos de sus radiaciones dañinas.

Centro de Visitantes desde el acueducto

Embarque, una última mirada y enfilamos la salida. Ojo, salida hacia la derecha, que es la dirección al Lentiscal, ya que no está señalizado y, si tomas la dirección oeste, acabarás en un conato de urbanización, que por intrincados y elevados caminos nos llevaría al faro del Caraminal, o la playa de los Alemanes, con suerte, no sin antes dejar a la izquierda la pista que acaba en una batería de costa de la Fuerzas Armadas.

El Estrecho de Gibraltar

El Lentiscal, la CA-8202, buscando por sus suaves lomas la salida a la N-340, dirección Tarifa, no sin dejar de tener en cuenta que esta ruta de la N340, es una de las que mayor porcentaje de accidentes siniestramente atesora. Esta ruta Cádiz-Barcelona, hay que tomársela en serio. Después de pasar Tarifa, parada para disfrutar del espectáculo del mirador sobre el Estrecho, que no es tan estrecho, como el del chiste, y que siempre resulta impresionante.  

4 comentarios :

Rafael Arjona dijo...

Como siempre, Paco, tu reportaje perfecto. El lugar es grandioso, la playa espectacular, aunque últimamente se oyen noticias de que va a por ella, como por casi todo. Baelo Claudia, que algunos llaman Bolonia, un asombro en semejante sitio. Tengo entendido que el garum que allí fabricaban apestaba lo suyo, pero los romanos eran gente de estómago fuerte y narices poderosas. Han mejorado mucho los restos de la ciudad en los últimos tiempos. Hoy es una visita imprescindible para todo el que quiera hacerse una idea precisa de Andalucía.

Paco Muñoz dijo...

De la primera vez que estuvimos a esta, ha cambiado bastante. El "mazacote" del centro de visitantes que aunque es exagerado, luego te acostumbras a él. El paraje es maravilloso y la playa privilegiada, salvo el levante. Efectivamente le llaman Bolonia. Hay en Almuñecar otra factoría de salazones muy similar. Pero lo maravilloso es pensar que, hace dos mil y pico años estos señores, estaban organizados y fue su momento en la historia, era la civilización a la que todos querían pertenecer.

Vértice dijo...

"BAELO CLAUDIA", me encanta, la conocí hace bastantes años y cada vez que voy por la zona intento visitarla y si que ha cambiado el entorno de aquella primera vez.
Un saludo.

Paco Muñoz dijo...

Emilio a nosotros nos pasó lo mismo, la encontramos cambiada en pequeñas cosas. Aunque lo esencial es el conjunto, y como en casi todos los yacimientos tiene excavada una mínima parte.