viernes, 30 de mayo de 2014

OTRA SUBIDA A LA ERMITAS

Fotografía de 1900 cuando repartían comida a los pobres  en la puerta de la Ermitas

La  mañana del 29 de mayo he subido otra vez a las Ermitas, que también es camino de toreros que comienzan. No hay ningún pío motivo para ello, es un lugar bonito y un paseo agradable. Me he cansado es la verdad, y dado cuenta de que el carnet de identidad no perdona. El cayado ayuda, trato de ser comedido y no arriesgar, cada paso en su sitio, una torcedura o una caída es complicado. Me doy cuenta que hacer los caminos solos es mejor que mal acompañado. Pero sigo comprobando que el educado saludo de buenos días o buenas tardes, va desapareciendo, yo lo fuerzo siempre que puedo, pero creo que hago el tonto.

La fuente de la Ermitas

Todo el recorrido lo he hecho amenizado por la cadena Ser. Es la única emisora que oigo en la "era facha", bueno conservadora y corrupta, es la definición. Antes era adicto a RNE, pero desde su deriva a la derecha y con el control estalinista -esto sí que es estalinista-, del Gobierno, ha desaparecido de mi dial, están bloqueados junto a los del TDT Party, o las radio Party, que son lo contrario del Primperan en cuanto a sus tertulianos y comentaristas. Curioso, el diario monárquico ABC dice que el gobierno debe vigilar la deriva a la izquierda (es de risa) de TVE, será Mariló, aquella Sra. que trabajaba en canal Sur, seguro que por recomendación de su marido, y por el cartel que le estuvieron haciendo "peloteramente" al Presidente de la Junta. Eso es lo más cercano a la izquierda -que tampoco la considero- que veo.

Cartel indicador del sendero

El arroyo destila, porque no es correr, un hilillo de agua. Algunos derrumbes. La habilidad que hay que tener para sortear a algún ciclista desesperado bajando, porque subiendo no son peligrosos, de todas formas son admirables. Yo he llenado la cantimplora en él alguna vez, pero este año es malo de agua. Casi arriba, a la derecha abajo -parece un trabalenguas-, siempre busco al seiscientos entre la maleza, y no puedo evitar el preguntarme como llegó hasta allí. Desde luego es un esqueleto. Pero yo lo he hecho un símbolo personal.

El tímido torrente

No puedo remediar tampoco acordarme de mi amiga Tere Alcántara a la que me encontré un día en el puente de madera, no me puedo olvidar de lo buena persona y cumplidora que era, que me lo demostró cuando se fueron mi padre y mi madre, y no puedo tampoco dejar de lamentar que cuando le tocó a ella, bastante joven por cierto, me enteré cuando había ya pasado todo. Todo el camino, Macarena, la locutora, me parece que es la de "Hablar por hablar", comentaba sobre el mundo del taxi -no sé que le pasará a la Sra. Nierga-. 

El puente casi al final, ya hemos pasado el seiscientos

Se me vino a la memoria una vez que cogí uno y el taxista era un enamorado del General de atiplada voz, unitesticular, del que llevaba una ristra de estampas en el salpicadero como otros las llevan de San Cristóbal, claro cada uno busca la protección de quien quiere, pero además me hizo tal proselitismo de su persona, que me obligó a decirle:

-¡Pare por favor! cuánto le debo, me bajo aquí -sólo habíamos andado unos metros- que no sigo en su coche. 

Me preguntó el porqué y le dije:

-Mire yo no tengo, primero el porqué estar viendo a ese personaje y mucho menos oyendo su panegírico sobre él.

Despotricó le pagué y me bajé. A la mierda.

Cruce de caminos y distancias

No entré al recinto, los adultos euro y medio, no estoy por la labor. No había precio para los jubilados. Y no estoy de acuerdo en el pago de ciertas cosas y a ciertas instituciones. Por esa razón no disfruté del asiento de Trevilla ni del paisaje desde el balcón. Me limité a asomarme al balcón del lado del camino a ver el tejado de lo que fue en su momento el molino de aceite, que siempre lo relaciono con mi amigo Pepe Toscano, creo que él fue en su juventud gestor del mismo. Hasta la cuesta del sexo, he visto llegar el alpechín. 

La explanada al frente las canteras del Rodadero de los Lobos

"Disfruté" la lápida de agradecimiento de la comunidad de carmelitas descalzos, al orondo director de la caja antaño de la Iglesia, por las dádivas a que era aficionado. Antes en ese lugar, ahora está dentro, estaba la de Fernández Grilo. "...aquellas casitas blancas como palomas..." Desde allí los tejados de las famosas naves de Colecor, símbolo de la inutilidad de la institución municipal y de algo más, que no se si lo sabremos algún día, también eran una enorme mancha blanca.

Una de las muchas lápidas de este Sr. con notable jubilación

Otra contradicción cordobesa más, como lo de los Olivos Borrachos, con la sede de Álcali, el Cementerio de la Salud y Vistaalegre con la Once. El mayor deudor del consistorio cobra un sueldo de los cordobeses y opina además en el pleno. Esta ciudad puede, como decía Carlos Cano de Andalucía, tener un premio Nobel y un Paquirrín (ahora se llama de otra manera) a la vez, sin alterarse. 

Los precios

Luego la vuelta, fui testigo de la primera subida de un chavalín con su padre. Estuve hablando con ellos un rato, felicitando al iniciado y continúe la bajada, ahora eran las plantas medicinales de la que hablaban en la radio, interesante. Coincidió el entrevistado que la función de estas era distinta en cada tomador de ellas, a mi también la Valeriana me pone nervioso. Pero fue muy interesante la entrevista. La natural pregunta sobre la afrodisíacas, y la natural respuesta, el mejor afrodisíaco son la juventud. Aunque gracias a la farmacopea, esta vez industrial, se ha alegrado la vida a muchas parejas, lo garantizo. 

La marca de mi catalejo de T. Harris & Son

Las Ermitas era un lugar que siempre me había llamado la atención de niño. Desde la azotea de nuestra casa del barrio de la Mezquita, las veíamos siempre en el horizonte. Mi madre siempre me decía cuando subía a por la ropa que veía el monumento iluminado por la noche, luego ampliábamos esa vista con el catalejo, un artilugio inglés del siglo XIX. de la casa T. Harris & Son de Londres, de latón y madera de roble, que aún poseo.

El catalejo

Podíamos ver nítidamente los contrafuertes de la plazoleta y el monumento iluminado. Aún no lo había roto el cielo con un rayo que le cortó la cabeza, que luego estuvo mucho tiempo en el rincón del zaguán de la iglesia, a la derecha. Creo que tengo una foto de la cabeza cortada pero está en la bolsa de las analógicas. Iglesia en la que, aunque algunos no se lo crean, ayudé a cambiar en cierta ocasión alguna que otra luminaria con una escalera, bueno para ser mas exacto sujeté la escalera. 

Esquina de lo que fue el molino de aceite

Nunca hicimos fotografías desde mi casa, bueno no teníamos una cámara para ello, salvo la Kodak de box de mi padre. Otra visión que recuerdo desaparecida del horizonte de nuestra sierra, que también se divisaba desde mi casa, era Pino Gordo, inconfundible, creo que fue cortado. Ya ha desaparecido Pino Gordo del "sky line" noroeste de la ciudad.

Equilibrio inestable

Ahora la bajada por la llamada Cuesta de los Pobres o la Trocha, extremando el cuidado con las piedras sueltas. Y para acabarlo de empatar, es decir para que se te caiga el alma al suelo, casi al final vi como subía un contemporáneo mío, despecherado y corriendo. Luego se acerca el horizonte ya nuevamente en el camino, y se presenta la zona del Patriarca y el valle imponentes y preciosos abajo. Hoy no estaba el día muy claro y no se veía más allá de la cuesta del Espino.


La cuesta de los pobres

A los cordobeses no nos hace falta el yoga o meditación transcendental, la subida a las Ermitas tiene los ingredientes necesarios para tranquilizar el espíritu, y darle castigo a la estructura muscular y circulatoria. Y sobre todo las vistas de lo que fue ese mar antiguo cuyos residuos son las marismas de Doña Ana. Claro hay que evitar los rigores del horario veraniego. 

Fotografías del autor y una del archivo

6 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenas tardes, amigos. Paco, bonito relato. Eres la rehostia. Efectivamente, el saludo del monte no lo da nadie. Esto va acorde con los tempos de mala educación y egoísmo. Si me hubiesen dado un duro”pelote” por cada vez que he recorrido estos caminos, podía haber comprado un cortijo. Sobre le giro que han tomado los medios de comunicación, mejor no te comento, porque igual vienen y me detienen, por eso de la ley de …
Recuerdo como si fuese ayer, cuando cogía el petate, lo cargaba con los artilugios para buscar fósiles y cogía camino de las Ermitas. En las inmediaciones de estas estaban los famosos Arqueociátidos. Estos eran casi, sin casi, imposible de conseguir. También recuerdo un día que había acabado el agua de la cantimplora y fui a pedir agua a las Ermitas. Salió un fraile y me la negó en muy H.P (no es caballo de vapor) le tiré todos los santos de su cielo, si es que lo tenía ese H.P.
He buscado por algunos papeles viejos que me quedan, y he encontrado el villancico que habla de los piconeros y la cuesta del Reventón. Ahí, va el estribillo:
La cuesta del Reventón
la suben cantado
para hacer picón.
Pasan por "Piquín",
hay mucho jaral,
si no viene el guarda
traerán buen jornal...
La Cuesta del Reventón
la suben cantando
para hacer picón.

Un abrazo.
P/S: Sobre el egoísmo: dos amigos discuten y le dice un a otro: Tío, tú eres un egoísta. El otro le contestas: egoísta yo, ¡una mierda pa mi!

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Paco, y es verdad cada vez menos gente dice buenos días o buenas tardes cuando se cruza con otro ser humano en un lugar solitario, hasta los perros se huelen el culo, yo no digo tanto desde luego. Tú como eres un paleontólogo disfrutarías cuando encontraras algo. Lo del agua es una putada, pero normalmente tenían allí botijos en un soporte de madera y no ponían pegas, toparías con un "malange", "esaborío". La he cantado muchas veces, en lugar de Asturias patria querida, en la ocasión adecuada etílica, o el soy cordobés de Rafael Castro. En Facebook un amigo me ha dicho que era familia del peón caminero del camino de las Ermitas, que vivía en la casilla de Porras en la vera del camino, ahora allí hay una placa, lástima no lo ponga por aquí. Muy bueno lo del egoísta.
Un abrazo

Juanmi del Rio dijo...

Hola Paco, tendrías algún plano del camino que has descrito? Me gustaría hacerlo antes de que entre más el calor.

Gracias

Paco Muñoz dijo...

Juanmi el sendero o camino de subida a las Ermitas no tiene pérdida si eres de Córdoba, pero como referencia te diré subes por la Arruzafa, La Salle, siempre con El Patriarca a la izquierda pasas el Mirador del Caballo Rojo, y la cuesta pronunciada. No obstante pasame tu dirección de Correo y te mando un croquis.
Un saludo.

Carlos Marín dijo...

Decenas de veces he disfrutado andando y algunas corriendo este sendero y sus derivaciones, solo o acompañado de mi extinto perro Ringo. Cuantas veces, sentado en una piedra y acompasado de un coro de chicharras, le hice depositario de mis mas arcanos secretos, el, levantando sus orejitas, se hacía cargo mirándome con sus brillantes canicas marrones. Si se es capaz de encontrarle el punto al entorno como yo se lo he encontrado, garantizo la depuración del cuerpo y el alma sin tener que encomendarse a nadie.

Paco Muñoz dijo...

CArlos muchas gracias, mejor no se puede expresar el lugar y el cariño por un amigo que te guardaba todos los secretos y te pedía muy poco. Y sobre todo la última frase que dices sobre el alma, que demuestra que la espiritualidad forma parte de nosotros mismos y es la religión más personal que existe.
Un abrazo