miércoles, 12 de noviembre de 2014

SENDERO CIRCULAR MESA DE LA PALOMERA-ARROYO DE SANTO DOMINGO

Un tramo del sendero en al Mesa de la Palomera

Este paseo lo empezamos en el vado del arroyo de la Palomera, cuando éste va a tributar al de Pedroches. A partir de ahí, a la izquierda, encontramos un sendero de exagerada subida, destrozado materialmente por las motocicletas y algunos de sus desaprensivos usuarios, que sube a la Mesa de la Palomera, otra de las planicies que nos ofertan los arroyos milenarios, que modelaron el levantado suelo del antiguo mar de Tetis. Este camino, en el trozo que sube por la Mesa, que en algún texto es llamada de San Jerónimo (esto de los topónimos hay que cogerlo con notable cautela, yo por lógica le llamo de la Palomera), corresponde al Camino nº 47 de la O.M. 1884, o Vereda de Santo Domingo, y a su vez Vía Pecuaria nº 18, de las Órdenes Ministeriales de 12/07/1967 y 03/11/1973. (Web Plataforma A Desalambrar)

El recorrido

Una vez que hemos subido unos metros, vemos como el terreno se va trasformando en una planicie adehesada, encinas y algarrobos aislados, la configuran. El horizonte por la derecha nos ofrece casi siempre Torreárboles, majestuoso, a la izquierda una nueva construcción a la que se accede desde el aljibe de la Palomera, por una pronunciada cuesta, donde se crían caballos, los cuales los podemos ver dentro de la propiedad.

Vado del arroyo de la Palomera

Si seguimos mirando hacia el oeste, vemos el cortijo de la Palomera, con su palmera del patio mocha, por culpa del picudo rojo. Las Ermitas, San Cristóbal, Pino Gordo -que ya no está-, las antenas del Lagar, las parábolas los servicios de Telefónica... más abajo el Maimón y la sierra siempre. El piso es de roca caliza que es la que impera, y en los lugares en los que se torna cóncava se embalsa el agua. Hoy es uno de los primeros días de vendimiario, y llueve, afortunadamente han venido ya las lluvias después de un fructidor seco.

Planicie de la Mesa de la Palomera

Un esforzado ciclista lleno de barro como los del antiguo ciclocrós, que ahora se llaman de "mountain bike", me cruza y nos intercambiamos los buenos días. Siempre los admiro, yo que lo he sido aficionado de carretera  se lo sufrido que es mover un molinillo de esos que llevan. El sendero se hace más sinuoso y con escarpadas rocas que hacen estar más atento al mismo. Ahora desemboca en lo que creo es el llamado camino de carros a Santo Domingo, o a lo mejor en este tramo no lo es.

El camino

Estoy, después de unos 1500 mts recorridos aproximadamente, en el cruce con el sendero que trocha para subir al moderno mirador de San José. A partir de ahí se acaba el sendero que ha cruzado toda la planicie de la Palomera, y un camino amplio baja a la derecha buscando el arroyo de Santo Domingo. En ese momento empieza a llover como parece no ha llovido nunca. Antes era un "chirimiri", pero ahora es el diluvio, aquel de: -Pues comprese un paraguas en casa de Rubio, de  Radio Sevilla. Protejo la cámara, saco el impermeable y el paraguas, pero ambos sirven de poco. 

Laguna estacional

En la entrada del sendero -ahora si es el PR-A332-, que baja por el margen derecho del arroyo de Pedroches, me cruza otro ciclista, éste sin protección para el agua, por lo que va empapado. Me lo tomó con calma, el sendero que es precioso, es un pequeño río que corre paralelo al arroyo, hasta que en un momento vierte en el. A los pocos metros de estar en el sendero, afloja la lluvia. A la derecha un trozo de umbría con centenarios árboles, retorcidos por su tronco. 

Las rocas se hacen presentes

Arriba la cornisa de la Mesa o planicie, con algunos abrigos, y en esa vertiente toda la suciedad del mundo. Deberían ser condenados a limpiar el campo aquellos que lo ensucian de esta manera. Parece como si desde arriba tiraran la porquería y claro, se queda en la ladera. Penoso. Lo cierto es que nos lamentamos todos, pero no se puede pretender ponerle vigilancia a todo aquel que salga al campo, la solución es civismo, y una educación previa. Tenemos a un paso del urbanismo, a veces agobiante de la ciudad, un paraíso, pero nos empeñamos en destruirlo.

Al frente la trocha al mirador de San José

A la izquierda para Santo Domingo, a la derecha para el Puente de Pedroches


Más abajo casi en la tributación del arroyo de Santo Domingo, a su hermano mayor el de Pedroches, una rústica baranda sobre el sendero, nos permite ver que un alma caritativa ha recrecido éste, para seguir permitiendo el paso ante un derrumbe. La compensación a los desalmados, menos mal. Ahora aparece el Puente de Hierro, esa obra del siglo XIX, de una natural importancia para su momento, su vano de 152 mts y 33 de altura son significativos. La construcción con remaches, tipo Eiffel, va camino de los ciento cincuenta años. 

Un pequeño arroyo el sendero

Las tablas y la baranda de protección al derrumbe

En este lugar acabamos el recorrido, a la izquierda la rama del PR-A332 que se dirige por los terrenos de la Trinidad a la Fuente de los Mártires, y el arroyo de Pedroches, a la derecha un antiguo venero seco. Una pequeña cantera, a la derecha nos da la despedida, y el camino nos lleva de nuevo al vado del Arroyo de la Palomera, tres mil trescientos y algo metros después de haber iniciado el recorrido, los primeros mil quinientos de subida y los restantes cuesta abajo. Pero merece la pena.

Al fondo el Puente de Hierro





Fotos y vídeos de autor
Bibliografía de la Web A Desalambrar.

2 comentarios :

Manolo Trujillo dijo...

Muy bueno como siempre. El camino que hiciste, atravesando la Mesa de la Palomera (no sabía que se llamaba así) es la Vereda de Santo Domingo

Paco Muñoz dijo...

Gracias por la puntualización Manolo. No le he visto claro en ningún sitio pero como tu manejas más datos, trataré de cambiarlo donde lo haya puesto. Un abrazo