domingo, 29 de marzo de 2015

LOS PUENTES DE LOS ARENALES

El puente derruido posiblemente de la dictadura de Primo de Rivera

El pasado día 26 tuve conocimiento de que unos compañeros de la Plataforma A Desalambrar iban a desbrozar parte de la Vereda del Vado del Negro en el término de Villaviciosa. En una tertulia en la que tengo la suerte de, entre otros amigos, contar con la presencia de Pepe Serrano, hablamos de eso, y le pregunté a Pepe sobre ello. Pensé que la cita era en el Bar de los Arenales, luego en un correo comprobé que era en otro bar (los lugares de citas son siempre en bares, nunca en librerías, por aquello del refrán que dice que de los primeros hay mil y de las segunda sólo una).


Plano de 1898, cuando el camino de Villaviciosa era por el romano y el califal

A pesar de mi buena voluntad de colaborar en el trabajo, el jueves llegué tarde a los Arenales, lo hice a las diez, por eso quien llega tarde ni oye misa ni come carne. En primer lugar pensé llamar a Pepe o a Paco Paños por teléfono, pero eso hubiera supuesto entorpecer la labor que realizaban, mi presencia y mis carencias ya de por sí entorpecían, para que tuvieran que dirigirme al lugar del tajo. Opté por no llamarlos.

Plano de 1929 por el puente ahora derruido

Decidí visitar el puente viejo del que aún quedan los estribos y unas pilas y remover en los recuerdos. A posteriori he tratado de buscar referencias a este puente derruido. Unos hablan que fue la guerra civil la causa de su deterioro, pero consultadas algunas fuentes parece que en esa zona no hubo voladura (pero no es seguro). 


Plano de 1970 construido el actual

Otra fuentes hablan de una riada (todas no son dignas de garantía, son de me lo dijo tal). Otras de la necesidad de ampliarlo ya que el tablero del antiguo no estaba adecuado a los tiempos. Lo cierto es que no tengo certeza en ninguna de las referencias. Hube de tirar de planimetría y en el cincuenta y seis estaba ya se ve derruido.

Vuelo de 1956 ya estaba derruido tambien como puede verse

Luego la cartografía histórica te llena de satisfacciones, uno que ha sido un admirador de Julio Verne, y seguido con los atlas del momento el viaje de Miguel Strogoff por las estepas rusas, el mirar un plano es algo especial, es mirar en el pasado. Es una máquina del tiempo.

El puente actual

Y ahora con los vuelos y las fotografías vía satélite el no va más. Bien, en un plano de 1898 figura que, el viaje a Villaviciosa se efectuaba por el puente romano del Guadalnuño, y luego por el califal del Guadiato. En el de 1929 ya habían modificado el trazado y se pasaba por el derruido, y en otro del 1970 ya se pasaba por el actual.

Guadiato abajo desde el puente actual

Estos tres planos nos dan la respuesta. Ya en textos del siglo XIII nos hablan de esa ruta para venir a Córdoba desde Portugal, el puente califal, derruido y abandonado por las administraciones, como la inmensa mayoría de nuestro patrimonio, y eso que son lugares BIC. El romano precioso y el califal monumental.

Guadiato arriba desde el puente actual

Luego está la memoria de uno, iba a decir cercana, pero no lo es tanto. En el año 1962 tengo unas fotografías con unos buenos amigos aficionados al ciclismo; Germán, Juanito (se fue a Suiza a trabajar y no lo he vuelto a ver), Chico (José del Olmo), y mi inolvidable y entrañable Joaquín Rodríguez (Pegoletes) que ya no está por este valle de lágrimas. Los tres primeros vecinos de la primera calle de Cañero, hasta el extremo de que la casa de Juanito fue la que visitó Don Claudio en la inauguración del barrio.

Camino al puente derruido y anterior carretera

Ese año Julio Jiménez, el relojero de Ávila, había ganado la montaña en la vuelta a Andalucía, Stablinsky el mundial de ruta, y Rik Van Looy la Paris-Roubaix, y nosotros emulando a los campeones, íbamos a los Arenales por una carretera de piedra suelta, y todos pensabamos que eramos un poco nuestro ídolo.

Una vista completa del puente y la pila en el río

Y ahí estamos, inmortalizados por la Werlisa color, en el puente nuevo de los Arenales. hace la friolera de cincuenta y tres años. Luego un par de años después, ya novio con Conchi, mi mujer, fuimos en la Lambretta e incluso nos bañamos río arriba en un remanso, eso sí sin nada más, tremendamente castos. Después estuvimos en la zona un día de camping río abajo, allá por el setenta y siete del siglo XX, y nos llenamos de garrapatas en un terreno en el que habían estado animales antes. Horroroso.

Otra pila que está proxima a ir al río

Y más cercano en el tiempo, en 1991, cuando por culpa de un fuego en los Arenales, tuve que visitar la zona con el responsable técnico del Icona, y el jefe de Bomberos de Córdoba, y cuál no sería mi sorpresa que, al visitar una parcela toda arrasada por el fuego menos la casa, me encontré a la familia propietaria sentada en la puerta y era la mi amigo Pepe del Olmo (Chico), el de las fotos con las bicicletas treinta años antes.

Lo que queda del puente desde el estribo norte

Todas esas cosas salen a relucir cuando pones en marcha el disco duro, y te maravillas que esa memoria química y eléctrica, tenga esa capacidad de recopilación de colores, olores, sonidos y hechos concretos. En el fondo los soportes actuales son un remedo de eso que la naturaleza y la evolución ha construido por su cuenta a lo largo de muchos miles de años. Lástima que con la inexorable marcha, se pierdan tantos recuerdos importantes, Por eso son fundamentales estas entradas, y porque reactivamos otros almacenes y siempre salimos ganando.

Un pato

El puente antiguo, el que esta aguas abajo derruido, tiene cinco vanos, dos estribos y cuatro pilas, de las que una se llevó el agua, seguro que en una riada. Allí está, en un fondo rocoso del río, que seguro fue el que decidió a los ingenieros construirlo allí. Seguro que no hizo falta pilotar los cimientos por la base rocosa del río. Ahora está lleno de grafitis esperando el paso del tiempo, que haga de las suyas.

Quien suscribe, Juanito, Germán y Chico del Olmo.

El moderno, por otro lado, es quizás algo estrecho para la actualidad, con cuatro balcones salvavidas para los viandantes, dos a cada entrada. Este tiene tres vanos, dos pilas y dos estribos. Delante, río abajo, en la orilla del término de Villaviciosa, hay una modesta playita, por donde salió una cuadrilla de patos y ruidosas ocas.

Quien suscribe, Germán, Chico del Olmo y Juanito

Frente, una ocupación del monte con el quiero y no puedo parcelario, que ha ocupado hasta el camino, que antes había cruzado por el Vado del Negro, con el beneplácito de los de siempre, a los que interesan otras cosas que no interesan a los ciudadanos normales. Pero que las prometen cada cuatro años, como si esos ciudadanos normales fueran anormales.

Germán, Chico del Olmo, quien suscribe y Juanito (como puede verse más ciclista)

De todas maneras el refranero es sabio y dice que "a todos los cerdos les llega su san Martín" allá por noviembre, el dicho mes que empieza con los santos, media con San Martín y acaba con San Andrés. Ojo, salvo honrosas excepciones que hay muchas, no se puede nunca generalizar, por eso la aclaración.

Juanito, quien suscribe, Chico del Olmo y Joaquin (Pegoletes)

Otro rincón maravilloso de nuestra serranía, con huellas romanas, califales, dictatoriales del General Primo de Rivera (puente viejo), dictatoriales de otro general bajito y de voz atiplada, de peor recuerdo (puente nuevo), y actuales que cruza a ese quiero y no puedo destructivo actual, que se puede visitar con la natural precaución porque la carretera aunque de piso medio es estrecha y con muchas curvas.


 

Fotografías y vídeo del autor
Bibliografía neuronal en su mayoría. 

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