jueves, 30 de julio de 2015

CORTIJO VALDEHUERTAS FUENTE Y MINA DE AGUA

Plano aérea con la disposición de las edificaciones y albercas

Y para terminar el recorrido por Valdehuertas, la plataforma del cortijo y la que está algo inferior de la mina de agua y fuente. En el vuelo ministerial de 1977 ya había dependencias del cortijo de Valdehuertas en ruinas, algunos tejados de teja hundidos según podemos apreciar en la foto aérea. El camino no era el único de la Cañada de la Teja, que vimos en el catastral o topográfico de 1872. Era el que había en el 1950, estimando que sería de primeros de siglo XX, germen de la actual carretera.

Vuelo de 1977

Catastral de 1950

Vemos que la puerta y patio principal estaba orientado algo al este, delante de ésta había una alberca, seguro para uso de la casa, que aún está, así como un murete, y la alcubilla que alimentaba ésta lateralmente. Se ve un hermoso cortijo que ocupaba casi toda la explanada. En una de las fotografías se ve la planta del cortijo y las diferentes albercas que las he representado donde están. La del boceto de planta está en el dibujo más cercana al cortijo de lo que está en realidad, la realidad es que está más metida en el monte.

Lo que queda del cortijo

La superficie del cortijo es de 1255 m2 aproximadamente, y el patio tiene 273 m2. Como puede verse tenía unas grandes dependencias, lástima que no haya quedado ni rastro de él. Sólo tenemos la fotografía aérea de 1977, de hace 38 años. Y la fuente, afortunadamente tenemos la fuente. Luego está la mina de agua que está cerrada por una cancela de hierro. Alumbrando por la reja pudimos ver el largo pasillo con el canalillo lateral, que discurre hacia dentro en dirección noreste. 

Explanada del cortijo

Habló Abén de que fue recorrida cuando estaba abierta por unos espeleólogos y midieron unos doscientos metros hasta la surgencia, en dirección a la cota de Castripicón. Un foco en la puerta e instalación eléctrica interior completan el conjunto. Una serie de tubos y una caja registro en el exterior. Se conoce que el arco primitivo es el que enmarca la puerta, luego vendría seguramente la reja. Del arrasamiento del cortijo no sabemos la razón, y del embellecimiento del caño de la mina tampoco, pero conociendo el paño, sabemos que poca gente da puntadas sin hilo.

Boceto de planta del Cortijo de Valdehuertas

De la mina se alimenta el caño de la fuente que vierte en la alberca más abajo y cuyo rebosamiento inferior surte la cascada del travertino (Según Manuel Trujillo, en las Ordenanzas de 1884, la llaman la Fuente del Chorrillo). Por lo tanto el caudal es el que da la fuente. Unas mesas y bancos de piedra representan un merendero. Una serie de tuberías por el suelo van de un lado para otro, y no nos paramos a averiguar sus destinos. Me imagino que en el invierno el arroyo que baje por la Cañada de la Teja realimentará todo el sistema, y vendrá si es temporada de lluvias para no toserle. 

Alberca del cortijo

En este reportaje de la Plataforma A desalambrar, puede verse como cuando se cabrea el arroyo la lía. Unas bonitas fotografías demuestran el antes y el después y leyendo el texto podemos precisar que esa riada sería la causante del lo que llamamos cataclismo en el travertino. No tiene más remedio que ser así, son las señales de una gran masa de agua, que yo he tratado de comparar al aerolito de Siberia. Una de las fotografías señalan el arrasamiento total de la explanada de la fuente. Por lo tanto está demostrado que es lo que ocasionó la asolación de abajo.

Cabecera de la alberca

En uno de los paneles informativos de la carretera dice:

"En este espacio serrano habitado por familias de olivareros, pastores, cazadores y guardas, la guerrilla tuvo una prolongada presencia, aprovechando para ocultarse la densa umbría, y una cueva bastante profunda excavada en las margas de la zona. Aquí se refugiaron en 1941 tres hermanos de Villaviciosa (Domingo, Cornelio y Bernabé, el Cojo de la Porrá), grandes conocedores de la sierra, por su oficio de carboneros y cazadores. Contando con su ayuda, el jefe de la guerrilla “Mario de Rosa” (maestro nacional durante la República) estableció en La Porrá su base para organizar, en 1945, la Tercera Agrupación Guerrillera. 

Alcubilla de la alberca del cortijo

Seguimos el testimonio de José María “el Perrero” hijo de un arrendatario de la zona en los años 40, que nos presenta con viveza oral, el paisaje y la fauna de la sierra hace más de sesenta años: “Cuando llegamos aquí, en el 41, había un monte que llegaba hasta la puerta del cortijo. Las cagadas y los arañazos de los lobos estaban en la misma puerta. En la mitad del día he visto yo los lobos por aquí y en la noche he corrido detrás de ellos con el garrote. Toda la parte alta del barranco, hacia el Olivarejo, no hay quien la conozca. 

Fuente de valdehuertas

En la parte más llana, hacía el Candeal, sembrábamos garbanzos…!se criaba un garbanzal; ahora, en las pendientes metíamos el ganado, allí no se sembraba. Castaños había muy pocos, sólo en el puerto (Puerto Artafi). En el chorro de agua que baja de Valdelashuertas había algunos avellanos, y luego almendros salpicados. Toda la finca se llenaba de olivareros por la época de la cosecha. Más de setenta u ochenta personas se tiraban aquí varios meses. Había muchos conejos y muchas perdices. Corzos por esta parte no había. Linces vi algunos, por la parte que he dicho que sembrábamos los garbanzos"
(Fuente: Naranjo L. et al . 2006 . Claves Sociales y Naturales de la Guerrilla Antifranquista en Sierra Morena, pgs. 104,105)

Pilar de la fuente de Valdehuertas

Moderno pilar de la fuente de Valde Huertas

"Más de setenta u ochenta personas se tiraban aquí varios meses." dice el texto. Por lo dicho debería ser un importante enclave humano la zona del cortijo de Valdehuertas. Ya vemos que en el catastro llaman casa de los aceituneros, en función de las personas que venían de temporada a trabajar, y si estos venían con sus familias, más personal aún. Y ahora nada, la explanada de la fuente limpia eso sí, y el agua manando en su caudal (¿?), pero la soledad inmensa y la desolación de más abajo, dolorosa.

Descanso y lavado (Foto Abén)

Entrada a la mina de agua

Fotografías del autor y aéreas.
Bibliografía la citada en el texto.

MOLINO ACEITERO DE VALDEHUERTAS

Segunda terraza cubo cuadrado y arco del canal de alimentación

Como decía en la entrada de los Travertinos de Valdehuertas los molinos de la zona daban para una entrada exclusiva. He de decir en principio que hay en la siguiente dirección de Flick, un álbum fotográfico de mi amigo Emilio (Vértice), la mejor fototeca del patrimonio de nuestra provincia y parte del extranjero, que se puede ver y comparar la calidad de sus imágenes comparadas con las mías. Bien es verdad que seguro cuando él las hizo no habría la desolación actual, evidente eso no quita importancia a la calidad fotográfica de su albúm que recomiendo visitar.

El boceto del conjunto

Catastro 1872

Me he permitido hacer un boceto a mano alzada, dentro de mi capacidad de "aprendiz de todo y maestro de nada", para que nos podamos generar una idea del conjunto que observé en la visita. En mi descargo, si se admite, he de decir que después de subir al travertino por el siberiano sector desolado, y luego a los molinos, pues son dos, y del acojonamiento de la complicada subida, con amago de caida al barro, no estaba la mente como para memorizar cuestiones arquitectónicas exhaustivamente, por lo que ruego disculpas previas. 

Vuelo de 1956 con el sombreado de la zona del arroyo

Cubo cilíndrico

En los planos del siglo XIX, figura el molino, así como al suroeste del mismo una llamada casa de los aceituneros, por lo que parace que así se sientan así las bases de que molían aceitunas, es decir que eran molinos aceiteros, aunque el comentario de Alberto Moreno expresa lo siguiente:

"Creo que se trata de un molino hidráulico harinero de cubo, pero de arquitectura singular, pues no solían construirse escalonadamente, sino de forma aislada y formando molinares desarticulados entre sí. Aunque se mencione una casa de los aceituneros, eso no es vinculante con que su funcionamiento fuese molturar aceite, ya que las almazaras de la época, es decir, las preindustriales, funcionaban con prensas de viga y quintal, cuyo artefacto, pesado y enorme, de raigambre romana, necesitaba de un gran espacio arquitectónico para contenerlo, normalmente naves alargadas, altas y estrechas que se dedicaban a extraer el aceite de la pasta que se molía en el moledero pétreo. 

Otra vista del cubo cilíndrico

No aprecio la existencia de tales naves y según las fotos y el gran dibujo-croquis realizado, coincide con la estructura típica de un molino hidráulico-harinero de cubo, formado por una acequia, un cubo, una casa de moler y un canal de desagüe. Además, la foto de las piedras coinciden con las muelas harineras, que trituraban el grano en disposición horizontal. 

Esta forma de molido no se aplicó a las almazaras puesto que se hubieran molido demasiado las aceitunas y sus huesos, por eso usaron los molinos de piedras en disposición vertical, bien cilíndricas o tronco-cónicas, donde la presión entre la solera y la muela volandera era bastante inferior a la de los molinos harineros, que perseguían obtener harinas finas para elaborar pan, pero en las almazaras lo que se pretendía era fracturar la pulpa para que saliese el aceite y se abrieran los frutos, con el fin de introducir luego la pasta en las prensas para extraer el aceite. 

Boca superior del cubo cilíndrico

Espero haber puesto un pequeño grano de arena para esta entrada y que puedan servir en positivo los comentarios que he realizado, descritos siempre desde mi experiencia práctica y teórica en los temas de patrimonio industrial agroalimentario y etnografía cordobesa." 

Por otro lado tenían una inagotable fuente de energía hidráulica, elemento fundamental para su funcionamiento. Entonces no existía el camino de acceso desde la carretera ni siquiera la propia carretera. El acceso se realizaba bajando el barranco de la Teja, por el camino de Valdehuertas o Val de las Huertas que es lo mismo sin sincopar del todo el toponímico.

Habitación de molienda inferior con la salida del saetín al fondo

Lo que no se puede dudar es que, si ahora el lugar es paradisiaco, entonces con un camino de carros para acceder a él debía ser el propio paraíso. Por otro lado el camino que bajaba hasta el río Guadiato, se llamaba Vereda del Vado del Degolladero, tomado posiblemente de alguna truculenta historia de la época. El conjunto de los molinos se asentaba y se asientan hoy sus restos en tres terrazas. La primera y superior donde estaba la alberca de regulación de los molinos, de unos diez por veinte metros, desde donde se alimentaba por un arco el primer cubo de construcción cuadrada, en una segunda terraza. La salida de este alimentaba el segundo cubo, en este caso cilíndrico, en la tercera y de ahí el agua al arroyo posiblemente. 

Tunel de salida de aguas donde me comentó Bartolomé Olivares haber visto un graffiti del siglo XIX

En la terraza del cubo cuadrado hay una sala de molienda debajo de éste, con dos piedras de moler, una está dentro y otra en la puerta. Es una sala abovedada, ocupada la bóveda por la vegetación trepadora. Todos los canales de alimentación están colmatados, y la mayoría de muros y paredes recorridas por las raíces de las higueras u otros vegetales huéspedes. No he podido comprobar si las terrazas son del propio travertino. Creo que sí. Unas estrechas escaleras suben a una de las terrazas, desde la habitación de la rueda del molino inferior,  bóveda desde la que se ve la salida del saetín del cubo.

Cubo cuadrado

Habitación de molienda superior y piedra en el exterior

Es de comprender que para acceder a los distintos cubos, debería haber un camino cómodo para carros, que no hemos visto dentro de la destrucción del entorno. Es de lamentar que lugares con un cierto caché patrimonial, además de bucólicos y ricos en agua, no hayan excitado la mente de los nuevos ricos "emprendedores", para ponerlos en valor ejerciendo un mecenazgo que puede ser interesado, mucho más que el embotellamiento de un agua tremendamente carbonatada, y estupenda para la proliferación de cálculos renales. Claro la materia prima incolora es gratis, que se vendería a precio de oro como la negra del golfo Pérsico, de los sultanatos inventados por los intereses anglosajones cuando acabó la política de cañoneras, mejor cuando era más barata la de los títeres.

 
 Interior habitación de molienda superior y piedra de moler

Piedra y detalle del zócalo almagra

En el plano catastral de 1950 figura la casa de los aceituneros como ruinas, el molino, y la casa superior de la plataforma del cortijo, pero ya vemos un camino que parece seguir la traza de la carretera de Villaviciosa, aunque aún no cruza el río por ahí. En el vuelo ministerial de 1977, si está perfectamente definido y con muchas de sus estancias en ruinas, el antiguo y majestuoso cortijo de Valdehuertas. También se divisan las ruinas posiblemente de la casa de los aceituneros y se ven los campos cercanos de olivar. Cosa que, al no tener definición, no se aprecia en el vuelo de los americanos de 1956.

 Entrada del cubo cuadrado

Muro de contención superior

La realidad es que tenemos una terrazas travertínicas importantes, que sirvieron para la instalación de la cortijadas y, en función de la riqueza hídrica, los dos molinos de cubo, dando por contado los olivares que ocupaban las laderas de los alrededores. El pinar es más de la época dictatorial del pequeño general y sus planes madereros (quiso sembrar de eucaliptus la reserva de Doña Ana). Luego el declive de los campos, la compra de estos por los nuevos ricos especuladores, y el ataque directo al arroyo de Valdehuertas que, según dicen voces autorizadas dirige el agua a la Porrada (me cuesta creerlo, está muy lejos y a otro nivel).

Alberca de regulación de la terraza superior

Otra vista de la alberca colmatada

Fotografías del autor, plano 1872 y vuelo 1956.

TRAVERTINO DE VALDEHUERTAS

La hermosa cascada del travertino de Valdehuertas

Cuando bajas la carretera hacia el Guadiato, que en subidas de la Breña II es cola de embalse aquí. Cuando has pasado la curva 37 de las 46 hasta el puente del Guadiato, de esa carretera impresionante, que te deja ver el monumental Castripicón, o el Barranco de la Huesa, escenario de los últimos crímenes de la dictadura en Córdoba, perpetrados gracias a un chivato, en los republicanos que seguían defendiendo la II República del atropello fascista, y miras hacia la izquierda la sensación es grande cuando detectas los travertinos de Valdehuertas.

Una hermosa fotografía aérea del lugar

       

Y otra desde más alto

Dos enormes plataformas calizas, generadas por el agua hace millones de años. Cuesta trabajo asimilar que, poco a poco, esas inmensas moles de precipitado, se hayan formado por una reacción química y una temperatura adecuadas. Claro sin olvidar la composición del líquido elemento, posiblemente la misma que salvó al Arroyo de Valdehuertas de la desaparición, cuando un nuevo rico, quiso embotellar sus aguas, públicas de siglos. Afortunadamente la denuncia de un profesor de la Universidad, y la respuesta ciudadana hicieron sus trabajos bien.

Desde esta se divisa Castripicón y el valle

La primera plataforma travertínica

Buscas y encuentras un trabajo de Aniceto López sobre los travertinos de la zona de Trassierra, titulado "Los travertinos de Santa María de Trassierra (Córdoba, España)", publicados en el Boletín de la Real Academia de Córdoba, (BRACO) nº 152 de 2007, y encuentras un par de párrafos significativos: "El haber elegido este tema para el trabajo que paso a exponer es consecuencia, en la línea de otras publicaciones nuestras anteriores (LÓPEZ, 2006 a y b; LÓPEZ y RECIO, 2006 a y b; RECIO Y LÓPEZ 2005), del deseo de contribuir a la reivindicación de los valores naturales de estos parajes kársticos de la Sierra de Córdoba,", donde se cita un par de veces a uno de los denunciantes. 

Vista desde la carretera

Otra vista desde la carretera

Dice López sobre Valdehuertas o Val de las Huertas, según:

"La más alejada del núcleo urbano es esta última situada pasando Puerto Artafi y Castro y Picón, en la bajada por carretera hacia el río Guadiato, en la finca que lleva su nombre. De lejos son distinguibles dos grandes plataformas travertínicas: la primera o más baja situada en su base a 299 m.s.n.m., tiene una longitud de 36 m., una anchura de 29 y una altura de 25 m; la segunda es más extensa, pero de menor desnivel (longitud:52m., anchura: 32 m y altura 14m.). La vegetación es típicamente hidrofítica, con zonas alteradas de olivares abandonados. 

Esta desde el dron

La pared caliza

Entre los dos travertinos nace un curso de agua que es más una resurgencia del arroyo que viene desde La Porrada, que aparece y desaparece entre las calizas y que emana en una cueva artificial. Sus aguas son transparentes, subsaturadas en oxígeno disuelto (3.8 a 5.3 mg/1), de elevada alcalinidad, en torno a los 6meq/l, con un pH próximo a 7, de moderada conductividad, alrededor de los 500 microSiemens, con bajos cloruros 0.4 meq/1 y a una temperatura que se mueve en el intervalo 16-20°C. Estas aguas son tributarias del Guadiato."

Más pared

Y más

Dos grandes plataformas travertínicas, impresionantes, y mucho más imaginar el caudal que las formó y la miserable herencia que de él queda, y menos mal que la denuncia paró el expolio hídrico, si no ni eso. Si atendemos a las medidas que da el Sr. López y cubicamos las plataformas, nos da la primera 23.400 m3, y la segunda 23.296 m3 de precipitado. Habla también del arroyo que viene de la Porrada que como un Guadiana cualquiera se sumerge y emerge de las calizas, de una cueva, teniendo en cuenta además que el Barranco de la Teja debió canalizar toda el agua de esa vertiente.

Paisaje desolador de la pared

Más desolación vegetal

Cierto día de este mes de julio, en el que los rigores exagerados de este verano dio una tregua, visitamos, el grupo formado por Abén, Gloria, Pancho y yo, vimos entre otras curiosidades de la zona los travertinos. Curiosidades como dos molinos de cubo con su inmensa alberca superior, la mina de agua, el arreglo del cauce tipo merendero, el desaparecido cortijo, su alberca y alcubilla, amén de las maravillas naturales de la cascada exigua en esta época desde luego, todo a la sombra del majestuoso Castripicón y que da para entradas exclusivas.

Algunos tímidos gours entre el derribo vegetal

Entramos por abajo, por el arroyo, que gracias al desnivel del terreno mantiene una agradable sinfonía. Al entrar en lo que fue camino en su día, la sensación de todos fue de una enorme pena, a mí particularmente que no conocía el lugar de antes, me pareció el bosque siberiano, después de haber caído el famoso bólido de Tunguska, que dicen acabó con los dinosaurios. Todos los árboles secos, arrancados y caídos en la misma dirección, y tierra seca suelta. Parecía también el resultado de una inmensa masa de agua que hubiese vertido por ese lugar. 

 Quien suscribe subiendo la pared con el apoyo y tutela de Pancho Ganero

Las ramas nos imposibilitaban la marcha, y había que sortearlas, pasando por debajo o por arriba de ellas, hasta llegar a la hermosa cascada que divide las dos plataformas. Abén conocedor del sitio y enamorado del mismo, dice que es uno de sus lugares fetiches, manifestaba su sensación de pesar de cómo estaba el bucólico lugar. Si pésimo era el acceso, peor sería el regreso por el mismo sitio, teniendo en cuenta que había que salvar el desnivel, de las plataforma, que como ya hemos dicho es de 25 y 14 m. respectivamente, de altura. Ante eso propuse la salida por el camino natural del cortijo, aunque Abén manifestó que podíamos salir por el cortafuegos.

El resto del grupo, Gloria, Pancho y Abén, que ejerció de guía

Las manifestaciones de Abén me daban miedo, para él nada es imposible, por lo que su percepción de la dificultad choca directamente con la mía, por varias razones, su capacidad física, y la del carnet de identidad. Al final optamos por mi recomendación que en realidad fue la más cómoda. Aún a pesar de que el último obstáculo se salvó recordando un episodio de mi niñez en Pinos Puente al saltar una cancela delante de la acequia, en la que me quedé clavado por el saquito de borra. Fotografías delante de las cascada que, aunque pobre, daba muestras de su belleza (quien tuvo retuvo). He visto otras fotos mucho más espectaculares. Una cosa Gloria Lara (Arqueóloga) no se quejo en ningún momento de nada.

Otro gour más definido

Quién sabe si en el invierno merezca la pena visitarla. El travertino está lleno de oquedades, más o menos grandes, algunas  parecen una maqueta de gruta. La vegetación le resta vistosidad, y si a eso le sumamos la sensación de cataclismo del lugar más. La poca agua y la tierra suelta embarraba el camino, si se puede llamar a eso camino, que lo hacía más dificultoso. Algún amago de caída por mi parte, que no fue a más, y sobre todo destacar el mimo con el que me tratan los compañeros. De todas formas lo pudimos visitar, si no en todo su esplendor como está, y subimos a las plataformas, y vimos su contenido, pero lo dejo para otra entrada específica.

Una maqueta de cueva 

Fotografías del autor y aéreas de Apple y Google
Bibliografia citada de Aniceto López
Agradecimiento a los compañeros/a porque sin ellos me hubiera sido imposible llegar allí.

martes, 28 de julio de 2015

AQUA VETUS AUGUSTA, DESDE LA TEJA A LOS POZOS DE RESALTO

Un trozo del Aqua Vetus

Francisco Gamero, Pepe Serrano y quien suscribe, nos dispusimos a tratar de ver el Aqua Vetus Augusta desde de la fuente de la Teja a la cabecera de la bajada a Valdepuentes y los pozos de resalto. El camino más idóneo era por la urbanización Nueva-Dehesilla del Hornillo, y descender por la pista que discurre por las cotas 370/380 msnm, hasta la cresta donde comienzan a bajar a Valdepuentes y los pozos de resalto.

 El primer elemento encontrado

Este camino es aceptable

Pero esa urbanización serrana tiene una cancela con control remoto y a la hora que iniciamos la visita no era la adecuada para conseguir la autorización de algún vecino. Hicimos otro intento por el cerro donde están las instalaciones de telefonía y wifi, suponemos que con la misma legalidad que todas las que hemos visto en la sierra. Esta urbanización me parece que es la del Cruce. Las vistas del valle son extraordinarias. Al final se nos facilitó el acceso al camino.

Aérea de la zona

Abajo Valdepuentes y arriba el espino

El terreno no se llama Laderas Altas por gusto, las empinadas laderas de tierra deslizante, buscando el punto de partida, a mí por lo menos, me tuvieron todo el tiempo el corazón en un puño, no así mis compañeros, que acrecentaban mi desánimo por su extraordinaria capacidad de movimiento. De todas formas creo que superé con un raspado aprobado en movilidad, por un terreno que es de cabras que progresan adecuadamente. Claro esa valoración la tienen que dar mis compañeros, para los  que espero no haber sido un estorbo.

El precipitado del derrame de la zona colapsada

Desde arriba el travertino y Valdepuentes

Encontramos el primer elemento del acueducto en la cota 37.8959,-4.88395, a unos 240 m. al sureste de la Fuente de la Teja, y en la cota que mantendrá el trazado, hasta los pozos de resalto, y que es la de 380 msnm aproximadamente. Se dan por sufridos todos los avatares hasta llegar allí, cuando puedes observar un trozo de la historia hidráulica de esta ciudad, de más de dos mil años, e incluso tocarlo. A partir de este punto el seguimiento de todo el trazado es más o menos fácil.

Un pozo de mantenimiento

Cruzamos el arroyón que nace de la urbanización Nueva-Dehesilla del Hornillo y que es tributario del Arroyo Huerta de Mayorga o Mallorca, según el autor, y deambulamos hasta encontrar los residuos travertínicos, posiblemente fruto del abandono de la conducción, que vertió durante muchos años fuera. La precipitación es evidente y la cantidad de agua que buscó el arroyo de Llanos de Mesoneros o Valdepuentes tuvo que ser enorme. A lo mejor el mencionado terremoto que destruyó el teatro fue el causante también del colapso del acueducto en estas alturas.

La pista

Aerea de la pista

Antes de continuar, decir que está  por publicarse un importante trabajo sobre la zona, que nos aclarará todas las dudas que podamos tener sobre ese tramo hidráulico de nuestra historia. Evidentemente con mucha más rigurosidad científica que esta modesta reseña, de un no menos modesto trabajo de campo. Particularmente espero con mucho interés el citado trabajo. Luego fue todo coser y cantar, un pozo de mantenimiento y algunas prospecciones seguían manteniendo la visual del trazado.

El trazado

Y el primer pozo de resalto de los cuarenta datados. Abajo, a unos 130 metros de profundidad, y casi en caída vertical, el arroyo Llanos de Mesoneros o Valdepuentes. A partir de ahí la vuelta, esta vez seguimos el trazado del acueducto, hasta el camino por la parte cómoda, sin pendientes y peligrosas laderas. El calor se hacía sentir y el esfuerzo anterior también. Los comentarios satisfactorios de haber cumplido los objetivos previstos y haber podido ver un tramo poco observado de esa polémica obra. Y lo dicho a esperar el trabajo citado que nos permitirá conocer más de este sector.

Fotografías del autor, aéreas de Apple
El agradecimiento a mis compañeros por la tutela.