viernes, 24 de julio de 2015

EMBALSE ROMANO DE PROSERPINA

Aérea del embalse de Proserpina (fotoFelipe García)

En un interesante blog llamado Iberiamagica, he leído sobre un ara dedicado a la diosa Ataecina Proserpina, que parece que se encontró en el fondo del embalse. No se sabe si ese fue el lugar originario. La lápida construida en mármol decía: 

Ara citada (Foto Uned)

"Diosa Ataecina Turibrigense Proserpina, te ruego, pido y demando, por tu gran majestad, que seas mi vengadora en el robo que me ha sido hecho; un quidam a mi me ha escamoteado, en menos tiempo que se tardó en hacerlas, las cosas que abajo escribo:  seis túnicas, seis; dos capotas de lienzo , camisas... "  Esta diosa fue venerada por los lusitanos en estas tierras.

Vista del muro del embalse

A primeros de julio visité nuevamente Mérida con la idea de asistir al teatro romano a ver la obra Sócrates. Allí tenemos unos buenos amigos, Antonio y Paqui, a los que hacía más de veinte años, casi treinta, que no veíamos. Por lo tanto el estar con ellos era, si cabe, mucho más importante que la obra de teatro. Cuando vas con un oriundo o adoptado de una ciudad y él o ella te lleva de aquí para allá, ves cosas de la ciudad que normalmente no ves.

Otro tramo del muro

Entre los sitios que visitamos, por el atardecer nos llevaron a tomar el fresco a uno de ellos -ya que hacía similar calor que por el valle del Guadalquivir- restaurantes a la orilla del embalse de Proserpina. Una colosal obra hidráulica romana de la que tenía recuerdos cuando el Regimiento Lepanto nº 2, fue de maniobras, a sus aledaños, en el año 1968. Fue motivo de conversación de los soldados que fueron a ese lugar durante algún tiempo. Yo no fui, me quedé en el Regimiento.

Cata arqueológica

Es impresionante. Una presa de 425 metros de longitud y 21 de profundidad y unos cuatro Hm3. de capacidad. Es por eso el mayor embalse artificial romano del mundo mediterráneo. Está a 4 km. de la ciudad y, posiblemente su buen estado, es porque después de la dominación romana se uso para otros fines, por lo que dejó de llevar agua a Mérida por el acueducto de los Milagros. Eso hizo que no se abandonara y se fuese modificando para quedar como está en la actualidad. 

El muro

La conducción de agua a la ciudad, capital de la Lusitania, tenía casi diez kilómetros. A la entrada en la ciudad en las cercanías de la actual estación de Ferrocarril, estaba el Castellum aquae en el interior de Mérida. Su caudal máximo era de unos 150 litros por segundo. Los ingenieros romanos, conseguían un desnivel de 0,5 metros por kilómetro, eso impedía el depósito de sedimentos y la no destrucción de la conducción. A lo largo de su recorrido quedan aún restos de acueductos, entendiendo estos por elevaciones de la conducción, en un número de siete, contando el espectacular de Los Milagros. Así como un túnel excavado en la roca.

Sobre las torres de toma

"Desde la torre de toma situada a nuestra izquierda el agua era conducida por una galería que conectaba con la conducción de abastecimiento a Emérita Augusta, cuyos restos iniciales pueden contemplarse al fondo hacía la derecha. La galería de salida de la presa fue demolida parcialmente en fecha indeterminada de los siglos XVII o XVIII para derivar sus aguas hacia nuevos aprovechamientos existentes junto a la presa, tales como el molino que puede observarse a nuestra derecha o el lavadero de lanas junto al pié de la presa. Este suministro se realizaba mediante las dos acequias que se observan justo al pie de este mirador. La cota de la salida de la galería de la presa y de los restos iniciales de la conducción es la misma, lo que demuestra la conexión hidráulica entre ambas."

Las salidas de abastecimiento

"Las torres de toma o 'bocines' son estructuras que facilitan el acceso a los mecanismos que permitían controlar el paso del agua procedente de los conductos de toma. Apartar de este punto las aguas discurrían ya en lámina libre a través de una galería que atravesaba el espaldón de la presa hasta salir a la superficie.

Salida al acueducto

Esta torre de torna corresponde a una toma profunda de la presa, que está situada a una cota que no permite su uso para abastecimiento a Emérita Augusta, por lo que debía servir para otros usos, ya sean instalaciones agrícolas o molinos situados a lo largo del valle al que vierten las aguas de la presa, o también cono limpieza profunda del embalse. La toma romana original consistía en dos tubos de plomo de unos veinte centímetros de diámetro, localizados en la limpieza del embalse efectuada en 1991. En el siglo XVI se realizó una nueva toma a un nivel superior al aterrarse la original.

Salida a un molino de cubo

Sobre la galería de salida de este bocín se realizó una intervención en 1698 relacionada con el aprovechamiento de sus aguas. Posteriormente se realizaron nuevas intervenciones a finales del siglo XVIII para proporcionar suministro al lavadero de lanas situado al pie de la presa. Estas actuaciones supusieron el vaciado de parte del espaldón de la presa, que ha quedado reflejado en la vaguada existente frente al bacín."


Cata

"Esta cata arqueológica está realizada en la zona  de unión entre el terraplén o espaldón de tierras y el muro de fábrica. Permite apreciar el paramento de aguas abajo del mismo, cuya fábrica enterrada presenta un estado de conservación mucho mejor que la parle expuesta a la intemperie.

Torres de toma

El muro de la presa de Proserpina se compone de diversas capas; en la mayor parle del parte del paramento de aguas arriba (el que está en contacto con el agua) nos encontramos una sillería, muy restaurada a partir del siglo XVII y en el de aguas abajo la mampostería aquí visible. Entre ambos paramentos existe una capa de hormigón romano (opus caementicium), material conocido localmente como calicanto. Esta disposición es muy similar a la de la presa romana de la Alcantarilla, que servía para el abastecimiento de Toledo (Toletum) en época romana. Los pequeños salientes a modo de pilares que se aprecian por encima del escalón corrido del paramento no tienen misión estructural alguna, pudiendo justificarse como un acabado ornamental de la parte del muro que sobresalía del espaldón de tierras".

Maqueta de Mérida romana. Arriba de pueden ver la entrada de dos de los acueductos

Una obra colosal romana, una monumental ciudad la Mérida romana, la obra de teatro y el marco de la misma y unos amigos de categoría, nos han hecho pasar unos días inovildables. Nos han quedado muchas visitas por hacer, a pesar de que no es la primera vez que visitamos la ciudad. Espectacular de madrugada el templo de Diana, y el paseo por sus calles.

Fotos autor, Felipe García, Uned, y paneles informativos
Bibliografía Iberiamagica, Paneles.

2 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, ya me he leído todos los deberes pendientes. Presto atención especial en este. No hace muchos años estuve allí. Me quedé desolado por la cantidad de mierda que se vierte en él. La gente se estaba bañando entre mojones, sí, mojones de mierda. Se está cumpliendo la historia de Proserpina: vida, muerte y resurrección. O sea, dio vida, está muerto y, la resurrección…
Un abrazo, salud y República

Paco Muñoz dijo...

Bienvenido amigo Patxi, espero que las vacaciones te han sido fructiferas. Coincido contigo, leí que hace un tiempo lo vaciaron para limpiarlo y era horrorosa la cantidad de mierda que contenía. No se si las urbanizacione svierten ahí o no, lo cierto es que está sucio si señor.

Un abrazo.