lunes, 31 de agosto de 2015

LA LAGUNA DE ZOÑAR, AGUILAR DE LA FRONTERA

Desde el observatorio

He ido bastantes veces a Granada en tren. El primer tramo era Córdoba Bobadilla, donde había que hacer trasbordo. Durante el viaje mi padre me iba explicando cosas del recorrido. El primer acontecimiento era el puente de hierro del Alcaide; me decía que los trenes evitaban pasar el puente a una velocidad uniforme. El puente era impresionante, y el ruido ensordecedor.

Vuelo de 1956, laguna de Zóñar

 Vuelo de 1977, laguna de Zóñar

Luego de mayor comprobé lo de la velocidad, había una teoría, que trataba de evitar la entrada en resonancia del puente. Luego la estación de Vachillón, y su silo de trigo, rara era la población que no tenía silo de cereales. Allí se bifurcaba la línea para Marchena y la que seguía para Bobadilla. Después el Guadajoz y Torres Cabrera, donde cazamos una vez pajaritos con red, y fuimos en bicleta. Unos kilómetros adelante nuevamente cruzábamos el Guadajoz, y la separada de su pueblo, estación de Fernán Núñez. 

Vuelo actual Apple

Cartografía de cotas del IGN

Campiña de horizontes limpios y lentos, o cielos con nubes, y cercanías rápidas que impedían verse bien, la velocidad de los postes era vertiginosa. Si era tiempo de siega, grandes grupos totalmente tapados de hombres y mujeres manchaban de oscuro los campos de cereal. Detrás de ellos el dorado de las espigas amontonado. Hoy una máquina con aire acondicionado y luz para la noche hace el trabajo de todas esas familias. Que pena de progreso en algunas cosas.

Entrada de la Carrizosa

Unos patos

Olor a carbonilla, y cuando la curva era grande se podía ver la locomotora, que era de vapor. El traqueteo incesante y monótono. Ahora había que estar atentos, Montilla era la próxima parada importante -mi padre me comentaba la escasez de agua que había en Montilla-, y después pendiente de la ventanilla derecha para ver las lagunas. Antes viñas y muchas viñas, si en Jaen decía Machado mar de olivos aquí, en la campiña cordobesa, es océano de viñas.

Más patos

Un aguililla

Nunca se me olvidaba: -Papa las lagunas cuando vienen? -Después de pasar Montilla, tienes que estar atento. -me decía. Y yo admirado cuando llegaba, miraba la inmensa laguna en mitad de un descampado como era la campiña, aunque por esa parte los viñedos la teñían de verde, u ocres, según el tiempo, y el olivar también formaba parte del paisaje ya. 

El paso inferior

El domingo 30 finales de agosto, sobre la marcha, se me ocurrió visitar la laguna, esa que había visto desde el tren. Autovía del sur A45, salida 40 dirección Puente Genil, A-304 y la laguna de Zoñar a la derecha a muy pocos kilómetros. Centro de Visitantes cerrado, para otra ocasión ya fotografié el planing del año completo. Me dispuse a recorrer algunos de sus senderos. Hacía un cierto bochorno, pero era soportable. 


Dentro del observatorio

Sombrero de paja, mochila y palo. Paso inferior del ferrocarril, y ya está uno en el recinto protegido. Todo muy seco, los conejos en su hábitat tranquilo. A lo lejos resonaba un horizonte de tiros y seguro, esos conejos motivo de los dsiparos, no lo estaban tan tranquilos como los de la reserva. Pero los levantamientos de veda de fin de semana eso tienen.

Observatorio

Una primera imagen del conjunto te da una idea de la gran masa de agua que es la laguna. Luego cuando consultas los datos te quedas asombrado: una longitud superior a los mil doscientos metros, por trescientos de anchura, en su lugar más ancho y una profundidad de 16 metros como cota máxima. 

Antigua y en ruina, casa de Zóñar

Eso arroja una superficie de 37,7 Has. y un volumen de agua de 2.897,605 m3. Una vegetación de ribera variada hacen de la laguna un paraje excepcional. También la fauna, apartando la población de aves, es muy grande, aunque yo sólo vi ayer conejos. Y había muchas madrigueras .

Pozo y abrevadero del Brosque

En cuanto a las aves algunos patos, no identificados por mí, una rapaz -pudiera ser el águila lagunera- que estaba en lo suyo y otra ave de gran envergadura a la que no puede captar bien por estar lejos, y entre la vegetación arbórea de la orilla. Wikipedia dice: "Está formada por un vaso central y dos lagunas adyacentes, con vegetación acuática. 

 Sendero al observatorio

De aguas ligeramente salobres, el aporte hídrico proviene básicamente de las aguas subterráneas, a las que se incorporan las procedentes de las lluvias y de las escorrentías superficiales. Flora: Un amplio cinturón de vegetación formado por enea. Carrizo, caña, espadañas, taray y junco la rodea, protegiéndola del exterior. 

Sendero de la Carrizosa

Fauna: Numerosas aves acuáticas nidifican o invernan en este humedal cordobés. Entre otras especies que la pueblan se han censado la malvasía, el calamón, el tarro blanco, los porrones pardo, común y moñudo y ocasionalmente el ánsar común." Este último pájaro no es el que mencionaba el Sr. Busch. En cuanto a la salobridad hay que reconocer esa enorme veta de salinas que desde Duernas pasa por Aguilar.

La protección de un arroyón

Si visité la antigua casa de Zóñar, completamente en ruinas y el pozo abrevadero del Brosque. En muy buen estado pero completamente seco. La temporada no da para más. Pensé visitar el resto de fuentes y abrevaderos de los alrededores, como pudiera ser la de Zóñar y la de Escobar, pero la temperatura se estaba poniendo bochornosa y decidí no abusar de la hora, el mediodía no es la mejor hora para moverse por el campo. 

Sendero de bajada al ferrocarril

Cuando te mueves solo -no me cruce a nadie por los senderos-, no es muy recomendable cometer excesos. Desde el observatorio principal, se puede, con un buen teleobjetivo observar gran cantidad de aves, me imagino que muchas más cuando sea la época de visita o cría. Unos patos distantes nadaban en la laguna, otros revoloteaban en la orilla. Respecto a los toponímicos he de reconocer no haber encontrado que significa Zóñar, o incluso Brosque, primero pensé que podría ser Soñar y Bosque, pero no.

Centro de visitantes

Luego visité la Carrizosa, pero los prohibidos el paso de la mayoría de los senderos de acercamiento al agua imposibilitaban el movimiento, así que terminé con la visita de una laguna que había visto muchas veces desde el ferrocarril, cuando me la enseñaba mi padre. La primera de ellas hará la friolera de sesenta y tres años, cuatro menos que el vuelo de los americanos, y veinticinco menos que el ministerial del IGN.

Planing anual de días y horarios de visitas



Fotografías del autor y de los vuelos 1956 ,1977 Google y Apple
Bibliografía Wikipedia

domingo, 30 de agosto de 2015

EL CERRO MASATRIGO, EN FUENTEOBEJUNA


Vista del cerro desde la carretera (Foto D. Bernal)

Ya tuve ocasión de pasada, cuando días atrás visitamos el palacete de Cardona en Fuenteobejuna, admirarme de los cerros gemelos de los Castillejos y sobre todo del cónico de Masatrigo. Me quedé con las ganas de parar y subir a él porque hubiese merecido la pena. Su altura sobre la llanura no llega ni siquiera al medio centenar de metros, pero su soledad en el llano lo hace significativo. Luego hojeas lo escrito sobre él y llegas a la conclusión de que el territorio no ha sufrido cambios desde 200 años aC., ya estaba ahí Masatrigo con su esbelta conicidad. 

 Cerro Masatrigo vuelo 1956

Decir que hay otro Masatrigo en el pantano de la Serena, que configura una rotonda física, la carretera EX-322 se divide en un puente y cada carril circunda el cerro hasta el otro puente, en este caso este cerro es una isla en el pantano. Su cota es más baja que el Masatrigo romano, tiene 528 m.s.n.m. lo que ocurre es que el nivel del pantano está por los 370 m. aprox. y entonces lo que vemos es de 158 m. de altura.  En cambio, el "nuestro" (El romano-andaluz, pues el otro es extremeño) tiene 558 m.s.n.m., cincuenta metros más, pero en cambio la meseta está por los 510, por lo tanto lo que vemos es una altura de ciento diez metros menos, o lo que es lo mismo 48.

Cerro M;asatrigo vuelo 1977

Dejando a un lado las disquisiciones geográficas, decir que he tenido oportunidad de disponer unos textos referidos al cerro que nos ocupa, del libro "Córdoba Tierra Nuestra", de Juan Bernier que, aunque por razones lógicas de espacio generaliza en conjunto, en este caso le dedica un artículo bastante interesante, que transcribo:

"EL MISTERIO SUBTERRÁNEO DEL CERRO MASATRIGO EN FUENTE OBEJUNA. 

Ya en otras ocasiones he dicho que una niebla de siglos está diluida sobre el territorio nórdico de la provincia y que sus interrogaciones se prestan a una amante tarea de investigación y conocimiento. La vieja meseta, con su inmovilidad de pasada historia, vibra de recónditos recuerdos y casi misteriosas evocaciones. Y no es sólo ahora. sino que siempre, constituyó algo ajeno, lleno de sorpresas y sobre todo de diferencias en relación a este sur, más universalizado y conocido. Desde esta Fuente Obejuna, de que hoy tratamos, se extiende hasta casi el borde de nuestro río, otro país más duro geológicamente que los terrenos arcillosos de la campiña. Pero más duro también en la humanidad misma, desde lejanos siglos. 

Masatrigo actual de Google

Su muestra está escrita en piedras gigantescas sobre los sepulcros doménicos, que enterrados o al descubierto, puntean entre encinares y olivos, las planicies de esta Fons Melaria, que Plinio describió en la Betruria. Muchos siglos antes, la atlántica y funeral arquitectura de los megalitos, diferenció lo servero serrano de lo dionisíaco campiñero. Hasta los tiempos de hoy, el luto diferenciaba también entre lo efímero y lo transcendente, dos reminiscencias de actitudes primitivas. Porque hasta ahora, el lento reloj de lo serrano apenas ha salido de la Historia. Parécenos que los siglos XIII y XIV están todavía corriendo, en sus iglesias o en sus portadas de granito. 

Raster de IGN

Sus encinas, entre las sepulturas neolíticas, rejuvenecen el bético olivo, casi extraño, hasta los años de Cristo. Y en esta actualidad o momificación de lo pasado, no es raro que la tierra descubra el frío de hombres de otros tiempos, cobijados miles de años en criptas antropomorfas o cámaras colectivas, donde familias de jefes guerreros fueron inhumados: extraños fortines ciclópeos de superpuestos recintos, galerías de minas, con abandonados martillos de piedra y sobre todo inexplicables construcciones, cuyo destino forma parte del misterio total de este paisaje cordobés. 

Catastral de la finca del Tinto

Porque ¿quién sabe de ese cerro Masatrigo, con su estanque, sus galerías bajo el agua y la tierra y sus restos de castillo en la cumbre? ¿Dónde van y cuál es el objeto de este minado singular? Acaso bajo la iglesia de Pedroche hay una mina de mercurio y así pueden explicarse sus viejos subterráneos. Pero aquí, ninguna apetente muestra de mineral aclara el fin de esta labor de topo. en las entrañas de la tierra. La hipótesis general de la salida de emergencia del fortín superior ¿Sería tan excepcionalmente sabia, como para salir a varios metros bajo el agua? ¿Podría concebirse este anticipo dé hombres-rana en la historia medieval o antigua? He aquí para los espeleólogos una misión apasionante."

Castillete, al fondo el embalse San Pedro (Foto D. Bernal)

Esta es la estupenda crónica que nos deja Juan Bernier. Luego buscando en uno y otro lado, con el fin de ampliar sobre el lugar, he encontrado en un artículo publicado en el BRAC, por Antonio Daza Sánchez, Académico, titulado "Minas y calzadas romanas Guadiato-Sierra de los Santos", que dice:

"El Cerro de Masatrigo, próximo a Peñarroya, es un pequeño asentamiento de villa romana en el que existen restos de la familia Sempronia, pero no podemos interpretarlo como la ciudad de Mellaria, ni la localización en Fuente Obejuna, que algunos autores del siglo pasado han querido atribuir, ya que esta población es del siglo XIV, y sus vestigios han sido acarreados, Fuente Obejuna tomó el relevo a Tolote (Los Blázquez) en los caminos de Extremadura."

La rectilinea N-432, el embalse de San Pedro y Masatrigo (Apple)

Está ubicado en la finca del Tinto, Poligono 25, Parcela 7, cuya subparcela f, es la que señala concretamente el cerro, con una superficie de 1,8528 Ha. El cerro en sí no está explotado agricolamente, si por el contrario todo su alrededor, aunque se han encontrado bastantes restos esparcidos por el contorno, e incluso algunos dicen que están en el fondo del cercano embalse de San Pedro, que alimentan los arroyos de idem., Calerillas y Montuenga, antes de volcar en el río Guadiato para alimento de su hermano mayor el embalse de Sierra Boyera.

Dice la magnífica página del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, lo siguiente:

"Las laderas del Cerro de Masatrigo se encuentran salpicadas de numerosos vestigios de estructuras, sobre todo en la ladera norte y sur, así como en la cima, que han aflorado a la superficie por acción de la erosión y los expoliadores. Aunque la interpretación de las estructuras es complicada ante la falta de excavaciones arqueológicas en el lugar - algunas de éstas pueden ser cisternas construidas mediante opus caementicium -, su cronología parece ser indiscutiblemente romana. Por lo general, las alineaciones de muros hoy visibles se encuentran adaptados a la topografía del terreno, es decir, siguiendo las curvas de nivel, lo que generaría un urbanismo aterrazado como mejor solución a las características tan agrestes de la orografía del cerro.

Un detalle de las excavaciones y restos (Apple)

Entre los restos visibles, en la cumbre del cerro se observa una estructura rectangular, con unas dimensiones de unos 11 x 8 metros, construida mediante muros de mampostería encajados entre las rocas. En la parte más alta del cerro, en la misma roca se observan varias entalladuras, rebajes y partes talladas que indican la existencia de una construcción en una posición preeminente y en las cercanías un tambor de columna con un diámetro de 1 metro parcialmente enterrado; lo que estaría informando de la existencia de un edificio religiosos o de representación en ese lugar.

En la ladera norte se aprecian varias estructuras construidas con opus incertum, que reflejan un hábitat escalonado adaptado a las pronunciadas laderas del cerro. El Cerro de Masatrigo se encuentra yermo, no siendo explotado agrícolamente, aunque sí sus alrededores donde se aprecian numerosos fragmentos de tegulae y cerámica común. Lo que hace pensar en la posibilidad de que el yacimiento se extienda por la llanura que rodea el cerro, hecho este que sólo la investigación arqueológica podrá aclarar.

Es habitual la aparición de importantes restos materiales (fragmentos de esculturas, elementos arquitectónicos decorativos, etc) en los majanos próximos al cerro, sacados a la superficie por las intensas labores agrícolas de los terrenos que lo circundan. Algunos de los cuales han sido arrojados al pantano, según fuentes orales, reutilizados en edificios de la actual Fuente Obejuna, como el caso de tres capiteles romanos existentes en la portada de la Iglesia Parroquial o de la Ermita de Nuestra Señora de Gracia, o conservados en colecciones particulares.

Los capiteles de la portada de la Iglesia Parroquial marcan lo que debieron ser los tres momentos claves en la monumentalización de Mellaria: finales del siglo I o principios del II d.C., coincidiendo con la concesión a la ciudad del estatuto de municipium; mediados del siglo II d.C., fecha en la que parece que Mellaria ejerció la capitalidad absoluta sobre la zona; y comienzo del siglo IV, momento de revitalización de las áreas rurales que conoce la Antigüedad Tardía.

Los capiteles que cita el IAPH

La descripción de los capiteles es la siguiente:

1. Capitel orientalizante de columna, tallado en mármol blanco y bastante deteriorado. Altura total: 36 centímetros. Cronología: mediados del siglo II d.C.
2. Capitel orientalizante de columna, tallado en mármol blanco y bastante deteriorado. Altura total: 33 centímetros. Cronología: siglo IV d.C.
3. Capitel corintio de columna, tallado en mármol blanco y bien conservado en su cara frontal. Altura total: 38 centímetros. Cronología: entre la segunda mitad del siglo I d.C. y principios del siglo II d.C.

Por otra parte, por su relevancia, se debe señalar el hallazgo de un fragmento escultórico correspondiente a un pie calzado con caligae, tipo de calzado característico del estamento militar romano, procedente del Cerro de Masatrigo, y de un fragmento de sarcófago de plomo en los alrededores de dicho cerro, ambos conservados en colecciones particulares de Fuente Obejuna."

La pisada de la herradura (Foto D. Bernal)

Otra curiosidad más, en el Blog de David Bernal, se cita que los mayores en la zona llaman al cerro Masatrigo, como el de la "Cagá, la mea, y la pisá", y que los dos primeros verbos no se sabe a ciencia cierta de qué proceden pero que el tercero puede ser de la marca de pisada de herradura en la roca.

ADENDA

Un amigo, Rafael Pulido Jurado, a tenido a bien remitirme unas fotos de restos del cerro Masatrigo, y me dice lo siguiente:

"Aquí tienes las fotos por si te sirven. Son de hace unos 10 o 12 años y allí estarán todavía debajo del agua, cuando el nivel esté al máximo. Las localizamos entre las eneas, justo en la orilla mas proxima al cerro." 

 Ladrillos semicirculares (Foto Rafael Pulido Jurado)

 Detalle para determinar el tamaño (Foto Rafael Pulido Jurado) 

Más restos en la orilla del Embalse (Foto Rafael Pulido Jurado) 

Mi amigo Abén Aljama ha publicado un comentario con la referencia a un trabajo de Antonio Carbonell que publico para aquel que desee más información::


"Fuente Obejuna.-Sima del Cerro Masatrigo, acaso aljibe de un derruido castillo en ese lugar emplazado."

Carbonell, Antonio (1917): "Grutas y cavernas de la provincia de Córdoba". DIARIO CÓRDOBA (REVISTA SEMANAL INDEPENDIENTE). AÑO II. Núm 23. Sábado 20 de Enero de 1917

Fotos del autor, de la Web IAPH.es, Google, Apple, vuelos 1956 y 1977, del blog de David Bernal y de Rafael Pulido Jurado
Bibliografía citada en el texto.

viernes, 28 de agosto de 2015

LAGAR DE LAS CUEVAS

Lagar de las Cuevas visto desde el norte (Aérea de Apple)

Al Lagar de las Cuevas se accede actualmente desde el camino del Negrete. Está ubicado en un bonito valle que se domina en su totalidad desde el cerro de Radio Córdoba, ahora de la Cadena Ser. Durante muchos años los radioaficionados del Radio Club Córdoba, hemos tenido allí arriba en la azotea, instalaciones repetidoras de radio en las bandas de V y UHF. Son muchas las veces que desde allí hemos visto esa construcción cuando los alrededores estaban limpios de parcelas, caóticamente desparramadas ahora por todos sitios. 

Catastro de 1950. El acceso por El Rosario

Vuelo 1956, a la izquierda ruinas

Vuelo ING 1977, las ruinas más definidas

El valle está en la cota de los 540 m.s.n.m. Al lagar se accedía antes por un sendero que partía desde el camino de Ntra. Sra. del Rosario a la Torrecilla y el Soldado, o bien desde la entrada desde la carretera a Ntra. Sra. del Rosario a la altura del depósito partía una senda que en el catastro de 1950 la llaman al Lagar de las Cuevas. 

Raster de niveles de IGN, las ruinas también.

Las Cuevas vista desde la perspectiva de la torre de Radio Córdoba

En ese sendero, donde hay un pozo, sigue un camino que parece quería enlazar con el del Negrete. La inmensa mayoría de esos caminos que eran públicos o de servidumbre, están borrados del mapa o usurpados por las nuevas propiedades, que según parece sólo están en un papel privado, ya que la finca no se puede segregar en esos tamaños de parcelas.

La blindada entrada actual desde el camino del Negrete, Torrecilla y Melgarejo

El patronímico de este Lagar es muy significativo, y está claro que se referirá a oquedades en la zona, pues no hay, aunque es posible, explotaciones mineras conocidas por allí. Otro lugar hermoso en las cercanías de la ciudad, frondoso, sin fuentes de agua aparentes, salvo los arroyos estacionales, y que, como su nombre indica, su producción parece que era viñedo. Abajo en la ladera las huertas y arriba los lagares.

                                     Lagar de las Cuevas visto desde el este (Aérea de Apple)

La edificación es pobre, irregular con dos patios definidos, puerta al norte, y dos o tres naves de distintas fechas. Su configuración parece dar una idea de su uso más reciente con ganado. Nos basamos en las fotografía aéreas de Bing y de Apple. Ya que una enorme cancela impide el paso. Meses atrás tuve la oportunidad de colaborar con la Plataforma A Desalambrar (en la medida de mis posibilidades, que físicas son las justas), en la limpieza del camino que en la planimetría del Catastro de 1950, se hace llamar del Negrete.

                                   Lagar de las Cuevas visto desde el oeste (Aérea de Apple)

Mis compañeros fueron Manuel Trujillo y Pepe Serrano, ese día tijera en mano, llegamos hasta el valle del Lagar de las Cuevas, ocupado por un bonito castañar, siguiendo la caja del antiguo camino, luego tuvimos que salir de la propiedad por una abertura que tenía la cerca en un arroyón. Eso nos llevó a una vereda que enlazaba con el camino que va directamente al lagar del Negrete, y luego continúa a la izquierda para el Bejarano, pasando por La Torrecilla y Melgarejo.  

                                     Lagar de las Cuevas visto desde el sur (Aérea de Apple)

Manifestar para terminar que en la cartografía raster del IGN, está señalado como cortijo o lagar de las Cuevas uno de nueva construcción, que yo le llamo de Daniel, por desconocer su nombre, y que en planimetría del siglo XIX, figura en ese lugar uno señalado como Lagar de Salcedo. En los distintos vuelos y la planimetría de las curvas de nivel del IGN, se visualizan unas ruinas al lado del Lagar de la Cuevas. ¿Serían las del antiguo lagar y las actuales del de Salcedo, o viceversa? A saber.


Fotografías aéreas de Bing y Apple
Bibliografía planimetría del Catastro 1950 y siglo XIX

miércoles, 26 de agosto de 2015

ESPELEOLOGÍA EN MONTORO


Vista de la mina de Tenería

Hoy 25 de agosto me ha tocado ir (gracias a la invitación de Abén) con ese equipo de espeleólogos del G40: Emma Alvandor, Gloria Lara, Rafa Bermúdez, Abén Aljama y Pancho Gamero, a la hermosa y pintoresca ciudad Montoro, y efectuar la visita a una serie de minas de agua de poca entidad en cuanto a su profundidad o importancia geológica, en el pago de Vista Hermosa, para levantar la topografía de las mismas. Nos atendió el concejal de ese ayuntamiento Pepe Romero.

Aérea del IGN

Hemos visitado una primera cueva que parece es ocupada por el ganado, luego una mina de agua que vertía en una alberca, de notable profundidad según el empleado municipal, y que requerirá realizar, cuando en invierno se desocupe de agua, una visita más técnica ya que el túnel está totalmente inundado y ofrece un notable peligro en este estado investigarlo, y no es por falta de profesionalidad y audacia del equipo.

Entrada de Tenería

Y dos minas de agua, la primera llamada de La Tenería, de una profundidad de unos veinte metros, una altura de dos y algo, por una anchura de un metro, en ocasiones menos, con un nivel medio de agua de unos setenta centímetros, rectilínea con ligeras ondulaciones en su trazado. En la paredes tenía una especie de nichos, posiblemente para albergar las luces de los trabajos de excavación, y al final una chimenea inacabada, que no tenía referencia exterior, con dos ramales laterales que no pasaban de un par de metros, en su longitud, todo ello ascendente.

Emma y Gloria en pleno trabajo de topografía dentro del agua

Emma tomando notas

Otra más pequeña, titulada del Cañito, de cinco o seis metros de profundidad, de bastante menos altura, que no llegaba a los dos metros, y similar anchura de la primera. Ambas tenían un murete a la salida que era la que generaba el nivel de agua embalsada. Parece que la composición del agua es algo salobre, según nos manifestó Pedro Lara, propietario de un olivar por el que había que pasar para acceder a la mina, y que bajó con nosotros a ellas.

Abén, Rafa y Pancho, los dos últimos acaban de salir de la datación

Rafa en el fondo de Tenería

El lugar está en una zona en la que en la guerra civil estuvo estabilizado el frente, como lo demuestran una serie de trincheras que cicatrizan el terreno. Es la ladera olivar de un enorme meandro del Guadalquivir. Al frente La Alcaparra, en altura, abajo el nuevo puente, y cuando el meandro cambia su rumbo sur a oeste, la aceña de Fernando Alonso, olvidada en el margen izquierdo del río grande, arriba de la cual está un venero de agua dulce.

Cañito

Montoro siempre me ha llamado la atención por muchas razones además de por su belleza natural. Cuando la gente habla de Cuenca, nos olvidamos de que tenemos cerca de nosotros una ciudad tan o más bella que aquella.  Luego estaban las historias de la guerra "incivil" que me contaba mi padre, pero del otro lado de la ciudad. Y hablando de guerras, otra, el paralelo que pasa por la ciudad, es el mismo que divide las dos Coreas. Es decir a la misma altura de nuestro hemisferio norte, está Montoro y la línea del armisticio, al que se llegó en los años cincuenta cuando se dividió en dos Corea.
Esquema a mano alzada de la planta y alzado de Tenería

Un selfie del grupo, incluido un repartidor de butano que pasaba por allí

Puede resultar una tontería de las mías, pero no deja de ser una curiosidad, a la que me llevó una película, de esas de clase B, con las que el Tío Sam nos inundaba con su propaganda, cuando, al igual que ahora, ejercían de gendarmes en el mundo. La dirigió Joseph H. Lewis, el del "Séptimo de Caballería", otra de aquellas en la que hacían que nos diera alegría e hiciéramos palmas (que pena de inocencia e ignorancia), cuando el sonido de la trompeta señalaba que venían los asesinos de los verdaderos propietarios de América del Norte.

Emma y Pancho

Abén y Gloria


Una fructífera mañana de los últimos días de un agosto que perece que a última hora nos va a dar algo más de calor que a lo largo del mes. Lamentar la ausencia por motivos profesionales del Arqueologo provincial, Alejandro Ibánez, habitual de estas prospecciones. Y como siempre, esto no deja de ser una mera crónica informal, los trabajos serios, científicos, con el instrumental adecuado, mucho mejores que la improvisación basada en la memoria, vendrán después, firmados por los profesionales del medio, a los que pido disculpas por la intrusión.

Fondo mina Tenería (Foto Abén Aljama)

Fondo mina Cañito (foto Abén Ajalma)

Fotografías del autor Google y Apple
Bibliografía de la memoria