sábado, 8 de agosto de 2015

PACO, NUESTRO HIJO MAYOR, CUMPLIÓ AYER 7 DE AGOSTO CUARENTA AÑOS

La hermosura de las Pléyades

El pasado día siete de agosto cumplió mi hijo Paco, el mayor, cuarenta años. Recuerdo cuando los cumplí yo, corría el año mil novecientos ochenta y siete, mi padre tenía setenta y mi madre sesenta y ocho. Un compañero de trabajo Manuel Reyes, batería del grupo Medina Azahara durante muchos años, de un humor muy singular, me regaló una cajita con una bombilla incandescente, "para que te alumbre en momentos oscuros" y "¡También borra!", "¡los cuarenta no!" decía, y la recomendación en la tarjeta de que no me mojara la barriga. Ya se sabe de los cuarenta para arriba. De aquello hace ya casi treinta.

El regalo de mi amigo

Hasta el mil novecientos noventa y nueve vivieron mis dos padres. Mi madre falleció en marzo de ese año, y mi padre veintiún meses después, en enero de dos mil uno. Yo tenía cincuenta y dos años y aún vivían ambos, creo haber sido afortunado por ello, y en un periodo de menos de dos años se fueron los dos, eso sí, elegantemente, sin dar ruido. Su vida fue una vida de la guerra, y posguerra, sin grandes implicaciones, como la de la mayoría de los españoles. Mi padre me decía: —Cuando llegue el año dos mil, yo no viviré y tú tendrás más de cincuenta años. Él llegó al dos mil, mi madre no. 


Paco con sus abuelos maternos Pepe y Concha, y paternos Lola y Pepe

Lamento no haber participado con mi padre en su afición, el fútbol. Lo lamento, pero es que no me gustaba como le gustaba a él. Me llevaba al Arcángel de niño y mi entretenimiento era leer tebeos o jugar en las gradas con los "sansones" de las gaseosas. Aunque estaba enterado de lo que allí ocurría. Luego mi hijo mayor le dio a mi padre la satisfacción que no le había dado yo con su afición. Iban los dos juntos al fútbol y eran grandes forofos del Córdoba. También lamento no haber hablado más con mi padre. Igual me pasó a mí con mi afición, la radio, ninguno de mis hijos la secundó. Eso será así seguramente, por eso lamentaba después no haber sido aficionado al futbol. Cuando te faltan los seres queridos se lamentas muchas cosas. Parece que los seres humanos tenemos la tesis de que eso nos ocurre cuando son irresolubles las situaciones. De todas maneras la diferencia técnica entre mi padre y yo fue grande. 

Paco 

A mí me tocó vivir el salto cuantitativo de la tecnología, el pasar una época muy diferenciada y él, que fue el que me enseño a leer y a escribir, y las cuatro reglas, él que para mí en ese tiempo era quien más sabía, se quedó relegado en su época. Eso no les ha pasado a mis hijos conmigo, siempre he estado en vanguardia de muchas cosas. Es decir no tienen un padre desfasado tecnológicamente, posiblemente  muchas veces me haya tenido que parar en el avance para no ir muy solo delante, pero eso sí, no me gusta el futbol .

Otra fotografía de Paco

Las aficiones de mi casa, salvo el ciclismo eran casi todas científicas. Compartí con Paco, el que ha pasado la barrera psicológica de los cuarenta (eso es un rollo), muchas cosas de pequeño. La afición a la astronomía, y al saber en conjunto. Creo que nos vino a los dos a la vez, cuando en casa de Miguel, vimos por primera vez los anillos de Saturno. Por otra parte nuestra casa ha sido siempre un recinto de nuevas tecnologías. Creo que me equivocaba cuando hablaba con él de cosas que eran adelantadas para su edad. Sabía cosas que no eran lógicas para un niño, y si las decía en público podía poner a alguien en evidencia. 

Con los colores del Córdoba 

Recuerdo en cierta ocasión que un profesor, Juan de Dios, me dijo que no le enseñara cosas superiores a su edad. Él en una clase había dicho que la estrella polar era la más cercana a la Tierra, y Paco niño le había dicho: —No D. Juan, esa no es, la más cercana es la alfa de Centauro que está a 4,4 años luz de nosotros, la Polar que es la alfa de la Osa Menor está a 431 años luz. Claro lo mandó a callar. Yo hablé con él para decirle que, lo que dijera el maestro iba a misa, aunque estuviera equivocado, y que en privado se lo podía decir. Juan de Dios me dijo —Paco, yo de esto se lo justo, lo que nos ponen en los planes de estudio. 

Encarni y Paco

Otro profesor de preescolar antes, había hablado conmigo para conocerme porque le hacía el niño preguntas impropias de su edad. Le había preguntado por la ruta del ferrocarril transiberiano de Moscú a Vladivostok, y no le parecía lógica esa pregunta en un niño. En el fondo yo creo que esa inquietud le llevó a hacer una EGB con todo sobresaliente, y en realidad no creo que fuese tan malo. Otra cosa fue el BUP y el acceso a la universidad. Ahí creo que fracasé como padre, pero... 

En su fiesta de cumpleaños familiar

Nos hemos levantado a las cuatro de la mañana en pleno invierno, para ver, desde la azotea, las Pléyades y una conjunción planetaria. Eso sí abrigados como para el polo norte. Hace treinta y cuatro años que existen ordenadores en nuestra casa, el primero un ZX81 de Sinclair, y luego toda la gama hasta la actualidad. También se fomentó la lectura, porque libros es lo que no faltaban en la casa. Y el ambiente científico que imperaba. También el ciclismo, que justo es decirlo, tenía en Paco una elegancia muy especial encima de una bicicleta, no sé si facultades. Claro luego la bicicleta la he compartido con Gabriel posiblemente más. Ellos se llevan ocho años, enmedio hubo una niña que murió al nacer. Con Gabriel hemos hecho muchos kilómetros juntos, y me ha dado grandes palizas en la bicicleta, lo que pasa es que salían con nosotros otros peores y claro no se notaba mucho. Que he cometido errores como padre, seguramente, pero no tengo conciencia de haberlo hecho muy mal del todo.

El famoso ZX81 de Sinclair

Fomento de la lectura y del conocimiento. Igual que hizo mi padre conmigo. Hay que reconocer que Paco tiene una memoria privilegiada. Yo no culpo a mis padres de nada. Empecé a trabajar con nueve años, porque quise y hasta la jubilación lo he estado haciendo sin estar parado nunca. Pero esto es una copla, cuando te das cuenta tienes un hijo con cuarenta años, otro con treinta y dos, dos nietas y un nieto, y casi siete décadas entre pecho y espalda. Así es que el siete de agosto de mil novecientos setenta y cinco, a las 15,30 de la tarde, a una profundidad de 99 km. con gran implicación en la costa malagueña, y con una magnitud de 5.10, tuvo lugar un terremoto en Córdoba, además del que supuso en nuestra familia el nacimiento de nuestro hijo mayor Paco, que ayer cumplió cuarenta años.

8 comentarios :

Emilio López dijo...

Muchas felicidades amigo Paco y familia

Emilio F. dijo...

Paco usando un simil " cilclistico" en esta carrera de la vida donde pasas por metas volantes como esta, y duros puertos de montaña donde a veces sientes desfallecer ,lo mejor es mirar atrás y ver el trabajo bien hecho y el esfuerzo realizado,para el dia que llegues(ojala que tu carrera sea larga) a la meta final levantes los brazos bien altos y grites como los auténticos campeones !!!LO CONSEGUI!!!! sinceramente creo que te mereces el maillot amarillo,otros que vamos en la cola del pelotón nos gusta aprender de los veteranos ,para cuando llegue el día, ser tan buenos como ellos o al menos haberlo intentado.Enhorabuena al Padre y al hijo que tiene la misma edad que un servidor en su D.N.I

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias por tan bonita reflexión "deportiva" amigo Emilio.
Un abrazo muy fuerte.

Paco Muñoz dijo...

Emilio, un fuerte abrazo y muchas gracias.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Muchas felicidades. Un fuerte abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias amigo Patxi. Un abrazo.

Rafael Arjona dijo...

Una entrada emotiva y potente, Paco. No creo que tus hijos tengan nada que reprocharte, sino más bien al contrario: tener un padre con esas aficiones y esa dedicación a los hijos es, te lo aseguro, un lujo poco corriente, ayer y hoy. Enhorabuena a los dos, al reciente cuarentón y a ti. También a Conchi,que la supongo cómplice de tus "fechorías" técnicas.
Llevo un verano, en realidad casi un año, bastante apretado de tiempo. La espalda de Lola no está dando últimamente bastante la lata, a ella más que a mí, claro. Por eso, leo tus entradas a toda prisa y no te hago ningún comentario. Espero que vosotros os encontréis bien, disfrutando ahora de los nietos, (casi) más que de los hijos. Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Crei que te había contestado y descubro que por motivos de un fallo en Internet no lo había hecho. Muchas gracias Rafael. Bueno Conchi ha sido mas sufridora que alentadora, a la que le he quitado muchas horas de dedicación por ello. No entiendo bien la frase de lo de Lola, porque una ese en la palabra no significaría que estaba sufriendo otra vez con la espalda, pero claro como está en singular parece que no, aunque no caerá esa breva seguramente, y es una falta mecanográfica.
Tres nietos que efectivamente hacen disfrutar mucho más, por esas razones de la vida.
Un abrazo muy fuerte a los dos, a los que os estimamos mucho.