jueves, 26 de noviembre de 2015

LA TORRE DE DON LUCAS


Días atrás cuando estaba redactando la entrada del Molino de D. Lucas, traté de buscar el origen del nombre y me encontré el de D. Lucas, como propietario de la torre del mismo nombre, una torre que no había visitado nunca, a pesar de haber pasado por allí varias veces. Por lo que me dispuse a visitarla. NIV, dirección Sevilla, salida 424 para la Aldea Quintana y continuar la A-3502 para La Victoria. Recorridos 2,2 km desde la desviación de la autovía, a la derecha nos encontramos un carril terrizo, que 390 m. por el nos llevara a la base de la torre. Una zona de descanso la rodea. 

Fachada NO

 Fachada SO

Allí está. Su orientación geográfica es esquinada a los puntos cardinales, llegamos y nos ofrece su cara NE, donde está la escalera que nos lleva al segundo piso de los tres de que está compuesta. Es rectangular de 7 por 9,5 m. siendo sus fachadas más anchas la NO y SE. Está construida de tapial con mampuesto. Tiene doce metros de altura y su espesor se va reduciendo hacia arriba. Tiene la singularidad de que su planta principal es un camarín de una virgen. Se perforó en su día el muro para que se viese desde fuera, desde su cara SE.


   Fachada SE y la ermita de abajo

Fachada principal NE

El nombre es una curiosidad, y a pesar de haberla llamado por el hecho religioso, Torre de la Inmaculada Concepción, para los vecinos sigue siendo la Torre de D. Lucas. Parece que el nombre es muy habitual de la zona, pero es que también hubo un clérigo que se llamaba Lucas Pérez que fue canónigo beneficiario del Cabildo de la Catedral de Córdoba. Una vez conquistadas estas tierras por los castellanos fue entregada a la Orden de San Juan de Jerusalén. Luego pasó a la jurisdicción del Cabildo-Catedral de Córdoba, largas eran las manos sagradas.

Una ventana en el muro 

 La placa del Obispo

La placa del cambio de nombre

En 1370 parece se vendió a Alonso Fernández de Córdoba, hijo del segundo Señor de Montemayor, y por la ley de mayorazgo pasó a su hijo Fernán Alonso. Se crea mayorazgo de la villa y castillo de Albendín y fortaleza de la Torre de D. Lucas. Luego por casamiento pasa a Alonso Gutiérrez de los ríos, octavo Señor de Fernán Núñez, ya por el s XV. Si se observa los apellidos fueron los que se repartieron el trozo más grande del pastel del botín de la conquista.

 Interior primera planta (Foto cordobaturismo.com)

 Interior segunda planta (Foto cordobaturismo.com)

 Azotea (Foto cordobaturismo.com)

Luego parece que -no está documentado-, otro apellido cristianizado, Venegas, la donó en el reparto a una hija. Esta era religiosa del Convento de la Concepción de Córdoba y le  correspondió la torre y el caserío cercano, que a su vez entregó como dote a la congregación. Ese puede ser el nuevo nombre de Inmaculada Concepción, y vuelta a las manos sagradas. Corría entonces el siglo XVIII. A raíz de la nueva propiedad, se le incorporan en la fachada SE dos losas con inscripciones. 

Desde la puerta

Zona de descanso

Una de ellas dice que: "El Ilmo. Señor D. Juan José Bonel, Obispo de Córdoba, concedió 40 días de indulgencia al que rezare una salve u ave maría, algún verso de la letanía ante esta sagrada imagen de Nuestra Señora . Año de 1834", en un intento por cambiar el nombre de la torre cristianizándolo. Y la segunda acentuando el cambio de nombre: "En el mismo año "Torre de la Purísima Concepción" desde este día 1º de mayo de 1834, conocida en lo antiguo por la de Don Lucas". Es curioso como a lo largo de la historia siempre han hecho esfuerzos por cambiar  ésta a su antojo. 

 Ermita de abajo

Camarín

A su derredor existen restos arqueológicos de la época andalusí, lo que hace suponer la existencia en las cercanías de algún tipo de asentamiento. También se encontraron en su momento material de la Edad del Bronce, según datos del IAPH, y de la dominación romana. Luego en el s. XVII aumentaron las cerámicas en la zona posiblemente por la presencia de asentamientos campesinos. 

 Una vista de la torre

 Canalón

Cuerpo superior

Parece que su misión fue defender el valle del Guadalmazán y el Arrecife (el camino empedrado Córdoba Bajo Guadalquivir, o la Vía Augusta, actual NIV). Hay desde luego voces y textos más autorizados para el que quiera ampliar conocimientos sobre la torre, aunque en todos existen las dudas en cuanto a su nombre y diferentes usos. La realidad es que su mantenimiento es bueno y parece que el vandalismo no está haciendo mella en el entorno que aparenta buen uso. 


Fotos y vídeos del autor y Cordobaturismo.com
Bibliografía de Los Castillos de Córdoba de Mercedes Valverde y del IAPH

4 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Magnífico trabajo. No es nada nuevo la larga mano de la Iglesia. No sé si merece el esfuerzo económico hecho para la restauración de la torre. Los restauradores se han cubierto de gloria: ¡¡¡Menuda chapuza!!! Un abrazo, salud y República.

Paco Muñoz dijo...

Gracias Patxi.
La larga mano "sagrada". Como yo no entiendo y tu eres un experto ya me dirás donde está el fallo restaurador. Bienvenido. Un abrazo

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, experto, pero menos. Como se puede apreciar en la Torre se han reparado puertas, ventanas y partes del muro, y lo han dejado bien enfoscado y enlucido. Esto desentona mucho con el resto del monumento. Hay que procurar que lo nuevo se asemeje a lo antiguo. Este trabajo seguro que lo han hecho con la mejor intención del mundo personas no expertas en el tema de restauración de Monumentos y a su criterio lo han dejado bien. Peor es lo que han hecho con los leones de la Alhambra, que lo “expertos restauradores” además de repararlos le han quitado la patina del tiempo, y los han convertido en… bueno, que se yo, en qué. Bueno, sí, en una mierda que puedes encontrar en cualquier almacén que vende hasta enanitos de escayola. Un abrazo

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias, ya entiendo. En algunos lugares (no en este porque no lo conocía anteriormente) he visto que se nota perfectamente lo reparado de lo antiguo. En Ategua por ejemplo han utilizado un cemento descarado, que se nota desde lejos.He estado leyendo sobre esto y me parece que una moda en las restauraciones, por lo que estimo que las anteriores no sabemos que era lo antiguo y que no.

Un abrazo.