sábado, 25 de junio de 2016

ASESINATO DEL VENTERO DE LA CUESTA DEL ESPINO

Plano topográfico de 1899 con la Venta de la Cuesta del Espino 

La crónica negra de esta ciudad, como la de todas las ciudades, es verdaderamente negra, desgraciadamente. Crímenes pasionales la inmensa mayoría, por culpa seguramente de los genes arábigos o latinos, que andan aún por nuestra espiral de la vida. Crímenes por intereses o simplemente fruto de la violencia contenida. Desde luego ninguno justificable. Después el Estado ejercía la violencia final con el garrote vil, o los fusilamientos. De estos últimos tenemos constancia en la incivil guerra, de la que aún no se han disculpado sus herederos, y si  no son sus herederos, son los más cercanos ideológicamente, y cuando menos no se han cerrado esas heridas porque los ganadores no lo han querido.

Vuelo de Apple actual con la ubicaciones del plano de 1899

El relato que nos ocupa sucedió en el año 1923, aún quedaban ocho para la II República y 13 para el levantamiento fascista e inicio del exterminio de una parte del pueblo español por la otra parte. Las comunicaciones por carretera en esos años que, por otra parte, les llamaban felices veinte, no eran nada de buenas, y eso significaba que los lugares del extrarradio de la ciudad eran aparentemente lejanos, no por la distancia geográfica, sino por la dificultad para llegar a ellos. Cito de un trabajo de la Dirección General de la Memoria Democrática, de la Junta de Andalucía -de triste memoria, porque desde que rompió unilateralmente el PSOE el pacto con IU, de ella no se oye nada-, sobre el levantamiento fascista, y una serie de sitios de muerte por fusilamiento:

Bosquecillo entre las distintas carreteras donde están los restos de la venta y del cuartel

"Se llevaban a cabo, principalmente, en las tapias del cementerio de La Salud, en el lugar conocido como Arroyo del Moro, así como otros lugares que rodeaban a la ciudad: orillas del Guadalquivir, en Alcolea, en la carretera de Santo Domingo, en el Cortijo del Telégrafo, en la Carrera del Caballo, en las inmediaciones de la Electro Mecánica, en la Cuesta de los Visos, en la Cuesta de Rabanales (junto a la actual fábrica de Cerveza), en la carretera de Trassierra, en la Cuesta de la Lancha, en la carretera del Castillo de la Albaida, en las carreteras de Casillas o de Pedroches, en la Cuesta del Espino (carretera de Sevilla), en el lugar Los Santos Pintados, etc."

Plano de  1899 con la ubicación del Cortijo de la Torrecilla y Haza Pleitinera

Todos esos lugares fueron testigos de la crueldad de asesinar a las personas por el mero hecho de pensar, o simplemente por pensar distinto, en un juego macabro de eliminar a una parte de la población generando un clima de terror. De ninguna de estos miles de muertes ha pagado nadie en este país, y de ello son culpables por omisión aquellos que tanto han sido ensalzados por haber construido una "modélica transición", que no deja de ser otra mentira más, una gran injusticia, y una democracia incompleta. Los culpables y los asesinos han muerto en su cama tranquilamente, bueno es un decir porque pienso en sus creencias religiosas, pero creo que sí tranquilamente, ya que seguro carecían de conciencia.

Distintos trazados de la carretera. En el vuelo de 1956, no hay restos de la venta ni cuartel

Días atrás preparé un trabajo extraído de la "Crónica Negra de la Historia de Córdoba", sobre el asesinato del aperador del cortijo de Los Libros en 1921, aunque años después, el 7 de diciembre de 1928, sucedió otro, de similares circunstancias y móvil, en el cortijo de la Torrecilla Baja, que como su nombre indica estaba en lo que hoy es el polígono industrial del mismo nombre, junto al cortijo Haza Pleitinera. Allí murió asesinado el encargado del mismo, Francisco Zamorano Álvarez, a manos del jornalero Francisco Romero Ramírez. 

Vuelo de 1977, con el trazado de la carretera, que aún no es el actual

Pero el que ocupa verdad, es el crimen sucedido en la venta de la Cuesta del Espino, el 13 de marzo de 1923 y que fue víctima el ventero, Adolfo Romero Gutiérrez de 76 años. La única referencia a la ubicación de la Venta de la Cuesta del Espino es el plano topográfico del siglo XIX, donde figura cercana al cuartel de la Guardia Civil que también existía en la Cuesta del Espino. El trazado no era igual al actual. En los distintos planos podemos ver las distintas modificaciones sufridas por la Cuesta del Espino, que han sido muchas, aunque no centraremos en la del siglo XIX, que refleja ambas construcciones.

Vuelo actual y la ubicación del cuartel, 37.764133, -4.823577

Los Hechos. En el día citado se encontró en la venta, el cuerpo sin vida de Adolfo Romero, tenía dos heridas por arma blanca en el cuello. Vivía solo, a pesar de que tenía tres hijos que no se encontraban con él. El fallecido estaba junto a la chimenea, se supone que comiendo, porque en una mesa cercana había un plato de habichuelas y un trozo de pan. El Sr. Juez, que se llamaba Eguilaz de apellido, se personó en la venta para proceder al levantamiento del cadáver y efectuar las primeras diligencias. Se comprobó que un baúl estaba abierto, revuelto su interior y nada de dinero en el cajón del mostrador.


Vuelo actual y la ubicación de la venta, 37.763183, -4.823792

La Guardia Civil detuvo diversas personas que la noche anterior habían dormido en la próxima casilla de peones camineros: Francisco Rodríguez Jiménez, Salvador Rodríguez Arévalo, Juan Manuel Trillo, Diego Núñez Sánchez y otros, que después de haber sido "interrogados" fueron puestos en libertad sin cargos. El día 17 del mismo mes, cuatro días después de los hechos, el sargento de la Guardia Civil, Sr. Jiménez, comandante de puesto del Cuartel del Campo de la Verdad, detuvo al Guarda Jurado de la Finca de la Marquesa de Santa Rosa, Juan Durán Pérez y a su hijo Rafael Durán Jiménez, acusados de ser los causantes de los hechos. El juez ordenó su ingreso en prisión. Desconozco si verdaderamente fueron estos los verdaderos culpables o quedaría el crimen sin resolver. No he encontrado referencias en las hemerotecas al hecho citado. Pero ahí queda otro hecho luctuoso de nuestra ciudad.

Fotos del autor,  GoolZoom y Apple.
Bibliografía del libro "Crónica Negra de la Historia de Córdoba"

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