jueves, 29 de marzo de 2018

PASEO POR LOS ARROYOS DE LA PALOMERA Y PEDROCHES

El precioso olivar

Ayer día 28 di un corto paseo por el arroyo de la Palomera y el de Pedroche, un terreno llano, bonito que pese a estar lesionado me permitiera hacerlo. Decliné una invitación de mi amigo Pepe Paso de hacer un recorrido más largo, por estar seguro que era demasiado, aunque me quedé con las ganas. El campo está maravilloso, hay que ver una semana de agua, caída adecuadamente, como colabora con la vida.

La fuente de la Raja corriendo (Foto de Pepe Paso)

La fuente de la Palomera

Primero bajé a la Fuente de la Palomera, recuperada por Luis Moreno y el resto de los compañeros. Labor encomiable de estas personas desinteresadas. Luego seguí por el margen izquierdo del Arroyo de la Palomera, en ese preciso momento recibí una foto de la Fuente de la Raja que me enviaba Pepe y que corría también. Una inmensa alegría pues lleva años sin dar ni gota de agua. Luego visité el lugar donde estaba el puente que Juan y sus compañeros habían construido y les habían roto.

 Olivar de antiguos días de campo

Margen izquierda del arroyo de la Palomera

Represa del arroyo de la Palomera cerca del Puente de Hierro

Después la Fuente del Arroyo de la Palomera que Emilio (para mí) redescubrió, y que cita Serafín Parra en sus textos interesantes. También corría, poco pero corría. Luego la antigua presa del arroyo de la Palomera, para alimentar el molino de D. Lucas (eso por lo menos estimo). El vado del Pedroches, con un paso elevado, que no lo cubre todo, y la escalera de Juan, que también le destrozaron unos cafres.

El vado del arroyo de la Palomera

El vado del arroyo de Pedroches y la escalera al fondo a la izquierda

El venero seco del camino del margen derecho del arroyo de Santo Domingo

El cañaveral de la cantera rebosando, pero el venero del camino de la margen derecha del arroyo de Santo Domingo sin agua. Hay que pensar que salga por otro lado. El Arroyo de Santo Domingo aportando caudal al de Pedroches, cumpliendo su tributo. Lo que era sinfonía de agradable sonido del agua, en este sector del Pedroches era fragor, por lo pedregoso del cauce. Arriba en el otro lado, en el margen izquierdo los restos del Aqua Domitiana.

El arroyo de Santo Domingo colaborando

Nuestro aprendiz de río, el arroyo de Pedroches

En el centro de la imagen los restos del Aqua Domitiana Augusta

Luego el prado y la colonia de zumaques, que nos enseñó Tamajón, cuya cosecha nadie recoge. En la ladera las cornicabras aún no han coloreado la misma. Bosque de galería precioso. Hermosos fresnos aún sin hojas. La testosterona de los machos, trataba con sus cantos de tenores, engolosinar a la foliculina de las hembras (no tienen nada que ver estas hormonas con las aves pero queda bien). 

Los zumaques

El bosque en galería

El limpio camino

Me llamó la atención que el de la Trinidad, cuando luchaba por evitar el paso, puso hasta una caseta de perro en el camino. Pero sin embargo ocupó el dominio hidráulico, por mucho dueño que sea de todas las hectáreas de la finca. Siempre pienso, con estas cosas, que nuestros administradores creen estar en el medievo, al no estar al servicio de los administrados, que son quienes le pagan, sino al del Sr. Feudal. Nunca pierdo la esperanza de que sea alguna vez al contrario.

La cueva

La fuente de la Trinidad

Luego la cueva de la Trinidad, limpia y  la fuente del mismo nombre, a tope. Decidí volver por no encontrarme bien y considerar que algo es algo. Todo el camino de vuelta lo mismo, la sinfonía del agua y la de las aves, recordándome que estamos en primavera. En la vuelta me cruce con varios corredores que me dieron envidia. Nuevamente los lugares antes mencionados y fin del paseo.



Fotos del autor y una de Pepe Paso.

8 comentarios :

julio galisteo. dijo...

Este sendero también lo he hecho muchas veces y también lo disfruto mucho y tengo fotos. Lo que me apena- por decirlo suavemente- es ver la basura que van dejando por esta y otras zonas.

Paco Muñoz dijo...

Querido Julio, muchas gracias por tu comentario. Es un recorrido precioso, yo subía hasta el cortijo de Barrionuevo y su valle, cogiendo el curso del arroyo del mismo nombre, al que se unían, el de los Villares, Porras, y Ventilla (entre otros), he bajado al valle desde Santo Domingo, y desde arriba del cortijillo de los Porras. En fin una zona preciosa destruida por las motocicletas, casi todos sus caminos. Una pena

Un abrazo Julio.

julio galisteo. dijo...

Paco, esta mañana he estado recorriendo esta ruta lo que pasa es que yo no distingo un arroyo de otro. ¿dondé esta la fuente de la Trinidad? porque yo no la consigo ver. Los restos del acueducto ¿se ven antes de llegar al puente de hierro desde el puente de Pedroches? -es que por ahí estuve otro día y le hice unas fotos a lo que yo pensé que era y esta mañana he visto algo al otro lado de no se qué arroyo y también le he hecho fotos. Las voy a poner en el "feisbu" y si puedes me dices si es o no el acueducto. En feisbu me llamo "Licaón Julio". Gracias. Está todo precioso.

Paco Muñoz dijo...

Julio muchas gracias. Vamos a ver prácticamente debajo del Puente de hierro se unen los tres arroyos que hay en ese lugar, el de Pedroches o principal, el de Santo Domingo y el de la Palomera. Si bajas por la Palomera, desde la fuente, lo llevas a la derecha, luego puedes optar por bajar por el de Pedroches y tienes que cruzarlo y pasar por debajo del puente, unos metros pasado el puente tienes a la derecha las ruinas del molino de D. Lucas, y a la izquierda veras los restos del Aqua Vetus Domitiana Augusta, también hay restos por la ladera del margen derecho. A medio recorrido entre el puente de Hierro y el de la Cuesta de Pedroches, cruza el acueducto al margen derecho y busca El puente romano del Molino de los Ciegos, desde donde buscaba el camino de la ciudad. Antes, en el sifón del canal, debajo en la carretera verás un trozo del acueducto, y arriba otro para caerse. Si subes por ese lugar veras también la traza de este ramal que venía de la Mesa de la Marquesa, según Ventura.
Nos volvemos antes de cruzar el arroyo de Pedroches, si vas para la Fuente y cueva. tienes obligatoriamente que pasar por encima del arroyo de Santo Domingo, luego una alberca abandonada y la enfilas el camino por el margen derecho del Arroyo de Pedroches. Unos metros en ese camino ves los restos del Aqua Vetus Domitiana Augusta, por la orilla izquierda (en una de las fotos se ve), pero por ese margen se te corta el camino en el Cortijo de la Trinidad. Volvemos al margen derecho, hay un prado, luego el sendero pasa por el Cortijo de la Trinidad que lo dejas a la derecha. Continuas y a la izquierda hay una cueva y la fuente, que yo le he llamado de la Trinidad por estar en el cortijo del mismo nombre (por lo menos eso me parece). Si sigues llegas al cruce con el camino que va a Santo Domingo por el cortijo de los Velascos. En ese lugar que se llama la Fuente de los Mártires era de donde cogía el agua el ramal del Aqua Vetus Domitiana. Sigues por el arroyo Pedroches, a la derecha tiene el cortijo de Orive, abandonado, y un poco más arriba se incorpora el Arroyo de Barrionuevo, que trae los de Porras, la Ventilla, y Villares entre otros de menos importancia.
No sé si te he aclarado cosas Julio.
Un abrazo

julio galisteo. dijo...

Muchas gracias Paco. Ya intentaré lo de cruzar los arroyos cuando tengan menos agua. Yo ya hace mucho que no soy el niño de la mecedora y temo pegar un porrazo pero pienso volver siguiendo tus indicaciones. Gracias. Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias querido Julio. Otro día en privado te contaré las andanzas de tu padre y mi primo Cándido. Y si quieres quedamos un día, nos damos un paseo y así no te mareas. Un abrazo

Blanquiverde Blog dijo...

Estimado Paco, sigo su delicioso blog desde hace meses y aprovecho este comentario para felicitarle y agradecerle todo este buen trabajo.

Soy del 80, y cuando tenía 4-5 años recuerdo unos instructivos paseos de la mano de mi abuelo que partían desde San José Obrero hasta la desembocadura del Pedroches y Rabanales. No se había construido aún la autovía y nos deslizábamos por las veredas que dejaban los cultivos hasta llegar a un precioso bosque de galería, dentro del cual no se veía el cielo, oculto por la frondosidad. Mi abuelo se sentaba apoyando la espalda en un tronco a mascar regaliz mientras yo me peleaba con las ranas y el barro. Mirando el Maps, aún se observa una buena mancha de bosque, pero me parece que el paisaje ya no es tan delicioso como entonces. Me gustaría volver sin molestar a sus humildes moradores actuales, por si recuerdo algo más.

Paco Muñoz dijo...

Amigo Blanquiverde, en primer lugar muchas gracias por tus palabras, son el mejor premio a lo que modestamente se pretende. Mis hijos Paco y Gabriel, uno por debajo de tu edad y el otro por encima son blanquiverdes también, y mi padre fue uno de los primeros carnet de nuestro equipo local.
La zona que comentas es que es preciosa, en su conjunto. Pedroches nuestro aprendiz de río y Rabanales el que le sigue, dentro del término, son en muchos lugares espectaculares, y luego ocultan, por lo menos el primero, mucho de nuestro patrimonio hidráulico, sin olvidar al de la Palomera. Reitero mi agradecimiento por tu presencia.
Un abrazo