viernes, 24 de mayo de 2019

EL MUSEO DEL COBRE (II) OBEJO


El paseo de esta mañana nos ha llevado al Museo del Cobre de Obejo-Cerro Muriano, para disfrutar del mismo en un recorrido guiado por parte de su director Fernando Penco Valenzuela, al que hemos levantado de su despacho y suspendido temporalmente el informe que realizaba, para atendernos con su amabilidad habitual. 




Los museos son un poco, o un mucho, el alma de sus direcciones, la pasión y profesionalidad que estas personas le ponen, es fundamental para la supervivencia de unas instituciones que los responsables políticos no acaban de ver. Es verdad que los museos son exposiciones del pasado, pero no lo es menos que sin ellos y el conocimiento que atesoran no podríamos comprender tiempos pretéritos, para evitar repetirlos.





Desde la última vez que visité este Museo del Cobre, 16 de octubre de 2011, casi ocho años ha, las novedades que ha tenido, según entiendo yo, son la de la reparación del mosaico encontrado en las termas del Cerro de la Coja, de Doña Filomena Díaz Rubio -cuyo cartel conmemorativo, yace roto en la escalera de bajada al aljibe romano, una vez pasado el antiguo y desaparecido Pozo Levante-, y la exposición temporal dedicada a la Electromecánicas. 





Hoy también, por vez primera, hemos subido Paco Pozuelo y yo, al Cerro de la Coja materialmente, a su vértice cota 538,5 m.s.n.m., pasado por el otro aljibe, restos de otro pozo y boca circular superior, para bajar al aljibe romano, cerrado, custodiado por cuatro centenarios almendros. Óxidos de cobre, sulfuros, fluorita, calcedonia y cuarzos (estos tres últimos de Cerro Vértice, en las cercanías, pero muy peligrosas de acceder, y los primeros de Cerro Muriano)





Otro expositor nos enseña, unos trozos de cerámica prehistórica, hachas de piedra de Obejo, hachas planas de bronce, puntas de flecha, moldes de fundición y unos lingotes de cobre todo del yacimiento de Cerro Muriano. Llamativa la belleza del llamado oro nórdico, que es la aleación que tuvieron algunas coronas suecas, y las monedas de 50, 20 y 10 céntimos de euro. Su aleación es: 89 % de cobre, 5% de aluminio, 5% de cinc y un 1% de estaño. Y sin olvidar la cinta de cobre, de capilares hilos.





Útiles mineros de la época romana, entre los que destaca un pico, una lucerna minera, y una pieza que se cree es para la construcción de talones de zapatos. Lingotes y derrames de fundición de plomo, tesserae (plomos moneteiformes s.I a.C.), un conjunto monetario de este lugar, un obulco fraccionado, moneda partida para hacerla la mitad de valiosa, teniendo en cuenta que su valor era el del metal que contenía. Una Lipsanoteca andalusí, entendiéndolo por tal por su contenido, que era la sura 112 del Corán, y se supone perteneció a un militar musulmán. En la alta Edad Media estas cajitas se empleaban para guardar reliquias en las iglesias debajo del altar.




Un puente potenciómetro Cambridge, que a mí me suena a puente de Wheatstone, otro de medidas de la casa Siemens, un espectrómetro, amperimetro Siemens, toda una serie de aparatos de medida de enorme calidad. Dos fotografías de las máquinas de laminado en caliente y en frío, que amablemente nos explicó Paco Pozuelo, por haberlas visto funcionar, y que hoy parece siguen dando servicio en una factoría en China. Títulos de la fábrica, y otros útiles de laboratorio. 




Todo ello es de la Exposición temporal, y dónde mejor pueden estar esos materiales que en un Museo del Cobre. Son procedentes de la exposición que tuvo lugar en la Diputación cordobesa, para disfrute de los cordobeses/as. Pequeña muestra pero grande en calidad y deseos de llegar al alma del visitante para recordarle el patrimonio industrial perdido, tirado prácticamente a la basura.





Tuvimos ocasión también de disfrutar del mosaico rescatado en el Cerro de la Coja, en las Termas romanas, y ver las fotografías del método extractivo y restauración del mismo, que amablemente nos enseñó el Director del Museo. Increíble y muy importante su recuperación para deleite de todos. No quiero dejar de mencionar la importancia que tiene la inestimable ayuda de la Asociación Aes Marianum, sin ellos y su colaboración desinteresada, la supervivencia del Museo sería más complicada. 





Podríamos estar mucho tiempo resaltando el hermoso y didáctico contenido del Museo del Cobre, pero lo importante es visitarlo y disfrutarlo. Pronto, una vez terminada su programación y establecido el horario de visitas se podrá, llamando al teléfono del Ayuntamiento de Obejo, concertar visitas y conocerlo, así como su entorno.  

Fotos del autor, no les pongo pie para forzar la visita.
Bibliografía Blog Notas Cordobesas y Wikipedia

No hay comentarios :