martes, 14 de enero de 2020

EL TRIANGULO ROJO

Triángulo rojo

Lo bueno que tienen las redes, o las cosas cotidianas que pasan es que te obligan a interpelar a la historia para escarbar en asuntos que no conoces en profundidad. En este caso me llamó la atención el triángulo rojo que exhibían dos flamantes ministros del gobierno español, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, en el acto de juramento del cargo. La verdad es que no soy muy dado a los pines y simbolismos, pero reconozco la necesidad de saber lo que significan. Sólo uso una bandera republicana que llevo en la mochila, y que antes llevaba en la gorra de salidas al campo y que me miran todos los días con extrañeza en el hospital. Fue un regalo y tenía muchas ganas de tener un pin de esa clase.

La entrada de la Nueve en París

Los nazis cuadriculados, ya marcaron a los judíos y tenían un poco sofisticado método de marcar a los seres humanos según la visión fascista de las cosas. Había otros triángulos invertidos, el rosa, el negro y el morado, con el que señalaban a personas de ideología, sexual distinta, razas o etnias no elegidas e incluso cuestiones religiosas. En los campos de concentración como Dachau y Bunchenwald, que fueron especiales para “alojar” en ellos a los comunistas y a los socialdemócratas existía esas marcaciones. El color rojo símbolo del comunismo fue el usado para este colectivo ideológico, pero luego sirvió también para “marcar” a demócratas, anarquistas, sindicalistas, masones, etc. En nuestros tiempos se usa para señalar la lucha antifascista.

Los ministros Pablo Iglesias y Alberto Garzón

En Mauthausen no eran los triángulos rojos los que imperaban, allí hubieron recluidos más de siete mil republicanos españoles, a los que colocaron triángulos azules, que significaba ser “apátridas”, siguiendo las indicaciones del fascismo español. Siete mil españoles que siguieron luchando contra el fascismo fuera de su España, que tenía presos el gobierno nazi, y no eran reconocidos como españoles por el gobierno afín del general Franco. Es indudable el sufrimiento de estas personas a las que sometió el régimen, hoy blanqueado por muchos medios de derechas y una oleada de incomprensión histórica supina. En el cementerio de Pére-Lachaise de París hay un monumento a los exiliados españoles que tienen el triángulo rojo con una S, que marcaba a los presos políticos españoles.


Símbolo del monumento citado en el texto

La pena es que todas estas personas, dignas de una novela individual para cada una de ellas, no han tenido el reconocimiento adecuado por los gobiernos democráticos. Muchos de ellos, los que no fueron detenidos, fueron las primeras fuerzas liberadoras de París que entraron en ella con el General De Gaulle. En un viaje por la zona  de Lyon que hicimos hace unos años, tuvimos la oportunidad de ver tumbas con muchos nombres españoles en las lápidas, en un pequeño cementerio en un pequeño también rincón de una carreta de montaña. Héroes anónimos, pero héroes que dieron su vida por la lucha antifascista. Nada más que en su homenaje deberíamos llevar, los que creemos en su sacrificio el triángulo rojo.

Tengo un amigo con casi veinte años más que yo, que es una enciclopedia viva. Por aquello de la vejez y el demonio. Sabe muchísimo y además tiene una memoria prodigiosa que a mí me complementa con cuestiones de calle, cercanas, lo que en los libros no se puede consultar, me dice:

“Hay o hubo una novela llamada triangulo rojo, sobre los españoles  en los campos, la nieta de uno que estuvo allí, nos trajo un de las cartas de su abuelo donde contaba como vivía en el campo, él no volvió se quedó en Francia, y la que volvió fue la nieta, íntima amiga de mi hija. Desgraciadamente la chica murió hace 3 o 4 años y le hicimos un entierro civil en el tanatorio, música, lecturas, etc. fue conmovedor, yo antes fui a San Rafael a enterrar a Vivancos, en el patio civil que había y no se si todavía hay. Un abrazo.”

Fotografías de las redes
Bibliografía de Wikipedia.

2 comentarios :

Cristina Román dijo...

Me ha gustado mucho este artículo. A veces me pregunto cómo nos podemos consentir tener tanto miedo paralizante. Esos héroes anónimos se tragaron el suyo. Gracias Paco.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Cristina, llevas razón es tremendo lo que aguantamos. El artículo se puede profundizar mucho más, hay mucha documentación donde mirar. Nosotros, en , Córdoba, por lo menos pusimos las placas homenaje en el cual, con los nombres de los cordobeses de Mathausem. Un abrazo