jueves, 30 de mayo de 2019

CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LA PREHISTORIA CORDOBESA- PLACA ENEOLÍTICA DE ESPIEL-A. CARBONELL T-F



PIZARRA ORNAMENTADA 
Espiel.-Huerta del Caño.-Colección Carbonell
  
Son de admirar los amplios conocimientos que el ingeniero de minas Antonio Carbonell Trillo-Figueroa atesoró, lamentablemente en su corta vida, pues murió en 1947 sin haber cumplido los 62 años. En el BRAC nº 1 de 1922, cuando tenía 37 años publicó este artículo sobre la placa neolítica de Espiel, que transcribo íntegro porque merece la pena leerlo. Hago la siguiente reflexión; que gran valía, la de estos intelectuales, que sin apenas medios, con un gran trabajo de campo nos han permitido conocer las maravillas de nuestro territorio.
  
A. Carbonell T-F


“La casualidad, gran auxiliar de las investigaciones prehistóricas, hizo caer en mis manos una placa ornamentada, un hacha y el cráneo de un mamífero, recogidos por el Sr. Samaniego en una caverna, que al realizar arranques de piedra caliza para el suministro de un horno inmediato, se encontró en el serrijón llamado Castillo de Espiel y en el paraje conocido por Huerta del Caño, próximamente a un kilómetro y medio al Sur de aquel pueblo y a menor distancia de la estación de Espiel en la vía férrea de Córdoba a Belmez.

Fue sensible que la explotación avanzara y quedase arrasada la cavidad de la roca en que estos elementos y otros que no pude recopilar yacían. De todas formas, creo que hay posibilidad de encontrar nuevos vestigios de esas edades prehistóricas en aquellos contornos, donde el accidente topográfico más interesante que rompe la simetría del valle del Guadiato, está definido por las crestas de calizas blanquecinas, de tonalidades algo azuladas, que irrumpen en agreste lomo. En esas rocas es donde la investigación se lleva a efecto.

Portada del BRAC nº 1(1922)

La placa encontrada en Espiel pertenece al período eneolítico; mide 19 por 13 cm., su grosor es de 5 mm. y está formada por una laja de roca serpentínica verde oscura, de tonalidades muy subidas, en la que aparecen algunas zonas cloritosas más claras. Como se ve en el grabado, va provista de dos orificios y dividida por ranuras horizontales con tendencia al paralelismo, toscas como todas las practicadas en ella, que en número de seis y de un solo trazo dividen en siete fajas la superficie del objeto. La superior a poco más de un centímetro del borde deja entre ella y aquél los dos orificios de la placa, y a la vez dos fajas inclinadas de derecha a izquierda y, finamente reticuladas, forman un adorno disimétrico.

Los otros seis espacios horizontales están divididos independientemente en triángulos, cuyos vértices, cuando corresponden a los que alternativamente quedan reticulados, quedan siempre hacia los ojales de la placa. El hacha es de una especie de fibrolita muy oscura con algún reflejo morado, finamente pulimentada en toda su longitud de 13 cm. por 5 cm. en la boca de anchura y 1 cm. de grosor en el bisel, que es de media luna y cuidadosamente terminado. En cualquier sección que se considere, el abombamiento es muy reducido, no llega a 1,5 cm. en el eje menor ni pasa de los 5 cm. el mayor; el cabo, donde se conservan lob vestigios de ciertas muescas, tiene 2 cm. de dimensión mayor. Un bisel normal al plano medio se observa en las terminaciones de la parte alta y baja del útil.

HACHA ENEOLÍTICA 
Espiel.-Huerta del Caño.-Colección Carbonell.

La perfección del hacha nos hace incluir el hallazgo en pleno eneolítico. Es este el primer ídolo dolménico de esta naturaleza que se señala en esta provincia; pero aparte de ello, aún es mayor su valor representativo, porque define un avance hacia el Este de la civilización de las placas de pizarra ornamentadas del Algarbe y de Encinasola, avance hacia el valle del Guadalquivir, que no se sospechó que pudiera ser tan tierra adentro. En efecto: se ha supuesto que las placas de esta clase corresponden a una cultura dolménica esencialmente costera (1); a su vez, la hipótesis de que el área de dispersión pasara al interior siguiendo el cauce de los grandes ríos (2), queda muy debilitada después del hallazgo de Espiel. Las dos zonas en que elementos de esa cultura eneolítica se habían señalado, la del S. O de la Península Ibérica y la de los Millares de Almería, tienden a unirse según este paleógrifo cordobés; hasta la presencia de tres orificios en las placas de Levante, la de dos en las de San Vicente de Alcántara (3), Encinasola (4), Garrobillas de Alcántara y Aceña de la Borrega (5) y en la de Espiel, parecen como marcar una variedad, una perfección tipológica de O a E, y éste pudiera ser un argumento en apoyo de que tal debió ser el sentido del área de dispersión al extenderse. En ese caso se llegaría a la conclusión de un foco original en el S. O de la Península o a una influencia Atlántida. Lo que resulta innegable es que el ídolo de las postrimerías del neolítico, cada vez que se investiga un nuevo descubrimiento muestra un área de dispersión más extensa. En pocos años, ese tipo dolménico se extiende considerablemente por los reconocimientos de localidades españolas; el nuevo hallazgo de Espiel permite pensar en límites no soñados.

Hasta el momento, las hachas pulimentadas, los martillos de piedra de nuestras minas, eran insuficientes para arrumbar una vía de comunicación prehistórica; el hallazgo de emplazamientos ibéricos bajo el ya antiguamente reconocido como romano en Cerro Muriano, nos hicieron sospechar que este fuera un jalón del paso; el descubrimiento que nos ocupa, nos aferra más a dicha hipótesis. Según las opiniones más autorizadas, las explotaciones del Cerro Muriano debieron comenzar en los tiempos de El Argar (6); no obstante, por allí está el único paso fácil de Espiel al Valle del Guadalquivir, que siempre debió ser por el collado, y esto unido al hallazgo de algunas hachas de que hemos de ocuparnos en otra ocasión, son nuevas razones no despreciables. Finalmente: teniendo presente el hallazgo de algunos sílex pulimentados en la Sierra de la Orana, se llega a la conclusión de que la vía romana de Córdoba a Fuente Obejuna fue vía ibérica y vía prehistórica.

El alto valle del Guadiato, enlazado sin solución de continuidad por llanadas feraces, de ondulaciones suaves a la Sierra de Barros, presenta para el estudio de la prehistoria cordobesa un aliciente especial; al mismo tiempo;  la provincia etnográfica del eneolítico aumenta extraordinariamente con el descubrimiento de Espiel y queda reducida a media distancia la que antes separaba la zona del S. O. de la almeriense. El paso de una vía prehistórica eneolítica por el centro de la provincia cordobesa aparece como una deducción lógica.

A. CARBONELL TRILLO-FIGUEROA.
  
(1) Obermaier.— E1 dolmen de Matarrubilla (Sevilla).—Mem. 26 de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas. Madrid 1919. 
(2) Conde.-Asociación Española para el Progreso de las Ciencias.-Cong ■ eso de Oporto 1921.-Sección de Ciencias Naturales.-Área geográfica del Ídolo neolítico o placa de pizarra ornamentada. 
(3) Hernández Pacheco. (Real Soc. Esp. de Hist. Nat. Boletín nº 2, T. XVI, Febrero 1916.) 
(4) Conde. (Real Soc. Esp. de Hist Nat. Boletín n.º 1, T. XV, Enero 1915). 
(5) Conde. Asociación Esp. para Pro. Cien. ya citado. 
(6) Bosch Gimpera. La Arqueología Prerromana Ibérica. Apéndice a Hispania del Dr. A. Schulten. Barcelona 1920, pág. 171. "

Fotografías del artículo e Internet
Bibliografía del Boletín de la Real Academia de Córdoba (BRAC)

martes, 28 de mayo de 2019

EL CAÑO QUEBRADO

Al fondo el Caño Quebrado y el supuesto mármol

Una curiosidad sobre el nombre de una calle del barrio de la Mezquita, de su muro de levante y sur, porque la misma está en esa esquina. El Caño Quebrado, forma parte del cruce de las calles Corregidor Luis de la Cerda, Magistral González Francés, Cardenal González y la que nos ocupa. En 1811, empezando por la Cruz del Rastro, la calle Cardenal González se llamaba Arquillo de Calceteros, Pescadería, Cordoneros y Vallinas, en 1884 era la salida de la ciudad al sur y se unificó toda como Carrera del Puente. 

Caño Quebrado

Caño Quebrado hacia la Ronda de Isasa

Magistral González Francés era la del Mesón del Sol. En 1900 La Carrera del Puente se llamó Cardenal González, y a la del Mesón del Sol se le puso el nombre del Magistral. En la actualidad el tramo del Triunfo al Caño Quebrado, se llama Corregidor Luis de la Cerda, el valiente munícipe que se enfrentó al poder eclesial para defender la integridad de la Mezquita, bajo peligro de excomunión. Desde el Caño Quebrado a la Cruz de Rastro Cardenal González.

Caño Quebrado y el tacón del litigio 

Cardenal González y el Horno de San Luis

Nos rasgamos las vestiduras hoy cuando se cambia con toda razón histórica y de justicia, el nombre de una calle. Pero nos preocupa la del Caño Quebrado y de dónde viene el toponímico. Dice D. Teodomiro, “al dar vista a la Catedral, es el sitio conocido por el mármol gordo y después mármol quebrado, nombre que toma también una calle sin salida que vemos a la izquierda y por donde desagua en el río la cloaca o alcantarilla que baja desde más arriba de la plazuela de Santa Ana; en la esquina de la lonja de la Catedral ha habido siempre un mármol muy grueso, de donde tomó aquél nombre la calle, y quebrado por un rayo y sujeto con barras de hierro, tomó el epíteto de quebrado,” 

El caño o cloaca del nombre y el ánfora y muro del nº3

En resumen, la calle que no tenía salida, porque no estaba construida la Ronda de Isasa, que ahora sí la tiene, es la que llamamos Caño Quebrado. Caño por ser por allí por donde pasaba la cloaca que bajaba de Santa Ana, por el cardo correspondiente, y quebrado porque el mármol primitivo de la esquina de la Mezquita lo rompió un rayo, el mismo que quemó el balcón de la fachada sur de la Mezquita, donde está el frontispicio. Luego en tiempos más cercanos a nosotros, tuvo un Horno en la esquina que se llama de San Luis, y que aún está. Tuvo un litigio con una puerta en mitad de la calle, que hacía rincón, que se solucionó bastante bien.

El Cine Goya ya cerrado

El Edificio Goya

En el número 3 de la calle hubo un cine de verano que se llamó Goya, desaparecido y que hoy ocupa un edificio que se llama igual, Edificio Goya. La excavación arqueológica que realizaron José Antonio MORENA LÓPEZ y Daniel BOTELLA ORTEGA, permitió conocer diversas curiosidades arqueológicas del entorno. Sobre todo la cloaca y un ánfora oleícola de notable capacidad, amén de muchas más cosas. Quien quiera puede bajarse el trabajo de estos profesionales. Las fotos del cine me las facilitó el aparejador que construyó esa casa el Edificio Goya, Pedro de Toro, un amigo de hace más de cuarenta años, que con muy buen criterio le puso el nombre del cine desaparecido para que no desapareciera. Por lo tanto Caño por la cloaca y Quebrado por el mármol roto por el rayo.


Fotografías del autor, Pedro de Toro y Morena López y Botella Ortega
Bibliografía de Paseos por Córdoba y el citado trabajo arqueológico

domingo, 26 de mayo de 2019

REPARACIÓN DE LA CÚPULA DEL MIRHAB 1772 BALTASAR DEVRETON

 
Fachada del Mirhab

La que fue Capilla de San Pedro, que tuvo como sacristía el Mihrab de la Mezquita, y que con tan acertado criterio el Obispo ilustrado Pedro Antonio de Revilla mandó desmontar su retablo para dejar la joya de la Mezquita visible, a mediados del siglo XVIII, (1767) amenazaba ruina. Enrique Romero de Torres en un artículo publicado en el diario de Córdoba de 9 de noviembre de 1935 escribía: 

Plano de 1741, capilla de San Pedro

Plano de las Macsuras

“En Cabildo pleno extraordinario de 12 de Febrero de 1767 "el Sr. Deán hizo presente que la capilla de San Pedro antigua, de quien es Patrono el Conde de Oropesa, se estaba hundiendo y se mandó que por don Balthasar Dedreton (Dreveton) Ingeniero, se reconozca su estado y que con su declaración se de cuenta con llamamiento al cabildo para determinar lo que convenga hacer". En otro Cabildo ordinario de 23 de Septiembre de 1767, "se reunió para oír el costo que tendrá obrar la capilla antigua de San Pedro que está con riesgo de caerse, enterado el cabildo de dho costo por relación escrita de don Baltasar Dreveton, ingeniero, acordó el Cavildo dar comisión a los señores diputados del Archivo con el señor Dean y el señor Prior para que practiquen todos los medios conducentes con el Patrono de dha capilla a fin de que evite la ruina que amenaza”.

Vista de la cúpula

Pasaron tres años y en  Cabildo de 31 de Agosto de 1770, se leyó el siguiente informe: “Informe sobre a reparar la capilla antigua de San Pedro del Patronato del Duque de Alba”. “Item el sor Dean hizo presente al Cabildo una carta del Exmo. Sor Duque de Huescar y un informe de su abogado en Madrid una y otro contestación a varias instancias que se han hecho para que por dho Sor como heredero de los Estados de Alcaudete haga que se repare la capilla antigua de San Pedro en esta Iglesia por ser de su patronato; igualmente hizo presente otra carta del Sor Penitenciario desde Madrid en que haze relación de lo que con el abogado del Señor de la casa del Exmo. Sor Duque de Alba, avis ablado sobre dho asumpto, y enterado el Cabildo de las dificultades que la carta y informe ofrecen sobre la reparación de la referida capilla, dio comisión a los Sres. Diputados del Archivo, con asistencia del Sor Doctoral y del Sor Obrero para que vean y reconozcan el estado de dicha capilla, que sí fuese tal que les parezca, amenaza ruina, o que no pueda permanezca sin repararse, mientras se hacen otras diligencias conduzentes a que por la casa de dho Exmo. Sor Duque de Alba se reedifique o repare, hagan que dicho reconocimiento sea judicialmente para los efectos a que siga lugar, y de todo informe al cabildo”.

Cúpula Mirhab (Foto Pedro Marfil)

Cúpula macsura

El 5 de Septiembre de 1770 se leyó el informe del arquitecto sobre la reparación. El Cabildo acordó que la obra la hiciera el mencionado arquitecto francés, acordó la renovación de los Sres. Doctoral y Obrero “para hagan que el reconocimiento de capilla y su obra sea judicialmente”. Sin embargo los requerimientos que hacían a los patronos para que repararan a su costa el recinto, fueron infructuosos, entonces el Cabildo nuevamente se reúne el 22 de octubre de 1771 y aprueban hacerlas obras a su cargo.

Detalle decoración fachada del Mirhab

..."Y que aviendo reconocido la donacion que de dha capilla hizo el Cavildo con el Sr. Obispo al Adelantado Mayor de Andalucia don Alfonso Fernández de Montemayor y otros instrumentos relativos a ella parece averse dado dicha capilla y la contigua a ella, para su entierro y de sus descendientes, no para otros fines ni Patronato, por lo que se juzga inutil recurrir a hacer instancia, ni notificacion ni apremio sobre que se executen las obras de dha capilla por el Poseedor de la casa de Alcaudete"... 

Cúpula central exterior (Foto Pedro Marfil)

..."Por lo que concluyeron dhos Seres que era forzoso se reparase dha capilla; pues se avia declarado por los Maestros de Arquitectura i albañilería amenaza ruina y que fuere por su fábrica de esta Sta. Iglesia, como que debe conservarla en todo y sus partes y que dha obra i modo de ella constan del Plan e informes de don Balthasar Dreveton i el maestro de dha fábrica Francisco de Aguilar: y el Cavildo enterado de todo lo expuesto por dhos Seres en el informe, que esta mas extenso acordo que supuesta la precision de dha obra, i en una Capilla tan principal i antigua correspondia hacerla a la fabrica de dha Sta. Iglesia sin que se "alterase, ni mudase" cosa alguna de la fabrica que tiene en su construcción i arquitectura la expresada capilla: y que sea constando ante el Sor Juez la expresada necesidad." 

Graffiti en la cúpula (Foto Pedro Marfil)

Se “encargaba que la restauración se llevara a efecto sin que se "alterase ni mudase" cosa alguna de la fábrica que tiene en su construcción y se hiciera constar ante el juez la expresada necesidad de restaurarla. En este mismo día se autorizó al canónigo obrero, para que se ejecutaran los reparos de la expresada capilla; “de modo que quede segura””. Y el 22 de Noviembre de 1771, el maestro francés solicitaba, “que antes de entrar el imbierno y las aguas, se comenzara la obra de la capilla, que llaman del "Zancarrón", que se obligaba a hacer expresando hasta que cantidad podria gastarse en ella y el Cabildo hiciese la obligación en la misma forma que la hizo para el colegio que se está labrando junto al de los regulares espulsos de la Compañía”. (Santa Victoria) 

Fuente del Caño Gordo

Las obras se terminaron correctamente al año de comenzadas, y su coste ascendió a 24.000 reales una suma considerable, según el recibo del arquitecto francés, con fecha 22 de septiembre de 1772, cuya copia existe en el Archivo de la Catedral. Se salvó el vestíbulo del Mirhab con esta actuación. Trabajó también en la cúpulas de las Macsuras, de las que se estimaba estuvieron revestidas de mosaico como la central, o cuando menos policromadas, para colaborar en la armonía del conjunto sagrado. Baltasar Devreton trabajó también en la cúpula del Colegio de Santa Victoria, que terminó Ventura Rodríguez; en la capilla de Santa Inés; construyó el Archivo de Obras Pías de la Galería norte del Patio de los Naranjos (hoy desaparecido); la fuente del Caño Gordo y lo más importante la reparación de la ruina de la torre campanario dañada por el terremoto de Lisboa.

Entramado de madera cúpula (Foto Pedro Marfil)

Decía un informe que hacía relativo a la torre de la Catedral de Salamanca, ciudad a la que había sido llamado para reparar la torre de su catedral: "Este es el juicio que con la mas atenta reflexión formo de la torre de esta Santa Iglesia cuias piedras y sentimientos son mui semejantes a los que experimentó con el temblor de tierra del año 1755 la torre de la Sta. Catedral de Córdoba, que determinada a demolerse, por el dictamen de varios maestros en vista de el que se me pidió y expuse habiendoseme admitido y practicado, se logró su reparación y subsistencia según hoy se vé". 

Mosaico Mirhab

Por lo tanto los trabajos de Baltasar Devreton, francés, posiblemente de Marsella, amigo de Miguel Verdiguier, con quien colaboró en el monumento a San Rafael del Triunfo, del que no he encontrado su imagen, ni datos de nacimiento y muerte. Ni siquiera tiene la calle que le pidió Enrique Romero de Torres en su artículo, como premio a su buen hacer en Córdoba, por sus trabajos que consiguieron embellecer aún más la ciudad y salvar de la ruina obras maestras de la misma.


Fotos del autor y de Pedro Marfil
Bibliografía artículo de Enrique Romero de Torres Diario Córdoba 9-11-1935

viernes, 24 de mayo de 2019

EL MUSEO DEL COBRE (II) OBEJO


El paseo de esta mañana nos ha llevado al Museo del Cobre de Obejo-Cerro Muriano, para disfrutar del mismo en un recorrido guiado por parte de su director Fernando Penco Valenzuela, al que hemos levantado de su despacho y suspendido temporalmente el informe que realizaba, para atendernos con su amabilidad habitual. 




Los museos son un poco, o un mucho, el alma de sus direcciones, la pasión y profesionalidad que estas personas le ponen, es fundamental para la supervivencia de unas instituciones que los responsables políticos no acaban de ver. Es verdad que los museos son exposiciones del pasado, pero no lo es menos que sin ellos y el conocimiento que atesoran no podríamos comprender tiempos pretéritos, para evitar repetirlos.





Desde la última vez que visité este Museo del Cobre, 16 de octubre de 2011, casi ocho años ha, las novedades que ha tenido, según entiendo yo, son la de la reparación del mosaico encontrado en las termas del Cerro de la Coja, de Doña Filomena Díaz Rubio -cuyo cartel conmemorativo, yace roto en la escalera de bajada al aljibe romano, una vez pasado el antiguo y desaparecido Pozo Levante-, y la exposición temporal dedicada a la Electromecánicas. 





Hoy también, por vez primera, hemos subido Paco Pozuelo y yo, al Cerro de la Coja materialmente, a su vértice cota 538,5 m.s.n.m., pasado por el otro aljibe, restos de otro pozo y boca circular superior, para bajar al aljibe romano, cerrado, custodiado por cuatro centenarios almendros. Óxidos de cobre, sulfuros, fluorita, calcedonia y cuarzos (estos tres últimos de Cerro Vértice, en las cercanías, pero muy peligrosas de acceder, y los primeros de Cerro Muriano)





Otro expositor nos enseña, unos trozos de cerámica prehistórica, hachas de piedra de Obejo, hachas planas de bronce, puntas de flecha, moldes de fundición y unos lingotes de cobre todo del yacimiento de Cerro Muriano. Llamativa la belleza del llamado oro nórdico, que es la aleación que tuvieron algunas coronas suecas, y las monedas de 50, 20 y 10 céntimos de euro. Su aleación es: 89 % de cobre, 5% de aluminio, 5% de cinc y un 1% de estaño. Y sin olvidar la cinta de cobre, de capilares hilos.





Útiles mineros de la época romana, entre los que destaca un pico, una lucerna minera, y una pieza que se cree es para la construcción de talones de zapatos. Lingotes y derrames de fundición de plomo, tesserae (plomos moneteiformes s.I a.C.), un conjunto monetario de este lugar, un obulco fraccionado, moneda partida para hacerla la mitad de valiosa, teniendo en cuenta que su valor era el del metal que contenía. Una Lipsanoteca andalusí, entendiéndolo por tal por su contenido, que era la sura 112 del Corán, y se supone perteneció a un militar musulmán. En la alta Edad Media estas cajitas se empleaban para guardar reliquias en las iglesias debajo del altar.




Un puente potenciómetro Cambridge, que a mí me suena a puente de Wheatstone, otro de medidas de la casa Siemens, un espectrómetro, amperimetro Siemens, toda una serie de aparatos de medida de enorme calidad. Dos fotografías de las máquinas de laminado en caliente y en frío, que amablemente nos explicó Paco Pozuelo, por haberlas visto funcionar, y que hoy parece siguen dando servicio en una factoría en China. Títulos de la fábrica, y otros útiles de laboratorio. 




Todo ello es de la Exposición temporal, y dónde mejor pueden estar esos materiales que en un Museo del Cobre. Son procedentes de la exposición que tuvo lugar en la Diputación cordobesa, para disfrute de los cordobeses/as. Pequeña muestra pero grande en calidad y deseos de llegar al alma del visitante para recordarle el patrimonio industrial perdido, tirado prácticamente a la basura.





Tuvimos ocasión también de disfrutar del mosaico rescatado en el Cerro de la Coja, en las Termas romanas, y ver las fotografías del método extractivo y restauración del mismo, que amablemente nos enseñó el Director del Museo. Increíble y muy importante su recuperación para deleite de todos. No quiero dejar de mencionar la importancia que tiene la inestimable ayuda de la Asociación Aes Marianum, sin ellos y su colaboración desinteresada, la supervivencia del Museo sería más complicada. 





Podríamos estar mucho tiempo resaltando el hermoso y didáctico contenido del Museo del Cobre, pero lo importante es visitarlo y disfrutarlo. Pronto, una vez terminada su programación y establecido el horario de visitas se podrá, llamando al teléfono del Ayuntamiento de Obejo, concertar visitas y conocerlo, así como su entorno.  

Fotos del autor, no les pongo pie para forzar la visita.
Bibliografía Blog Notas Cordobesas y Wikipedia