martes, 30 de julio de 2019

PASEO POR LA RIBERA

San Pedro, Santa Gema, San Lorenzo, Santiago, San...

Esta mañana empezando a tratar de coger el ritmo habitual, y haciendo caso a las prescripciones facultativas de no hacer esfuerzos considerables en unos días, por los posibles problemas después de una prueba médica específica, he dado un paseo de unos ocho kilómetros por lo llano. Empecé por el Jardín de la Memoria de Fidiana, me encontré a la presidenta de mi bloque paseando a sus perros, que me llamó la atención porque no la había visto, luego me paré y fotografié el monumental eucaliptus de la Avenida del Zafiro, similar al que teníamos en la Avenida de Libia y una mañana nos encontramos que ya no estaba. 

Dos vistas del eucaliptus

Una vista de la copa de Google

Ha estado desde el vuelo de 1956 en ambos sitios, en la Carretera Madrid (Avenida de Libia) lo talaron, y aquí afortunadamente se mantiene. Tiene una altura considerable, y una copa de notable magnitud, se localiza en todos los vuelos y se ha alimentado mucho tiempo de las aguas del Pedroches, antes de que empezaran a molestar a nuestro río serrano. Entré por el interior de los bloques de la Fuensanta, huyendo de los grados que al sol empezaban a molestar por Virgen del Mar. Un precioso paseo, el del Poeta Antonio Gala, me hizo recordar el esfuerzo de las AA.VV. en su momento con la complicidad eso sí, de un ayuntamiento de izquierdas para embellecer a su barriada tal y como está ahora. Aunque no se traduzca la memoria en votos como hemos visto en las última elecciones, ahora que podemos ver los resultados por calles.

Vuelo de 1977

Vuelo de 1997

De ahí por la nueva barriada del Arenal o Moreal, buscando el cruce del Río por el puente junto a los restos de muro de San Julián, que la movilidad del meandro ha trasladado al margen derecho cuando se construyó el muro en el izquierdo. Luego acordándome del óleo de Romero Barros traté de conseguir la perspectiva del horizonte que él tan formidablemente plasmó, pero es imposible, la caótica vegetación de las orillas, y los cambios del cauce del Meandro de Martos, impiden encontrar el sitio exacto, disparé la cámara (se vaya a pensar otra cosa) desde el puente del Arenal, pero no es posible coincidir.

Desde el puente del Arenal

San Pedro y San Andrés

Restos del ferial y escuchimizados árboles que hubieran tenido mejor crecimiento si se les hubiera hecho un agujero y rellenado este con tierra noble, en lugar de crecer con restos de cal y cemento, fruto del relleno del recinto ferial. Ya lo dijo en su día el biólogo amigo Sebastián, funcionario policial, y así ha sido. Mi árbol, el que yo sembré se secó, por lo tanto me queda escribir un libro, cosa imposible y sembrar otro, que creo que no. C3 y es inevitable pensar en el dineral que costó, pero también en el Palacio del Sur, por el que no ha respondido nadie, respondido del gasto quiero decir, que el arquitecto ya cobró y dos veces. Megalomanías de dirigentes iluminados con el resplandor de la maldita burbuja.

Santa Gema

Convento de Madre de Dios

Luego me sentí satisfecho de la obra del Rey Heredia, desde su promotor, su escudo republicano guardado donde sea, sacarlo ahora puede peligrar su integridad, tal y como está el patio.  Y me encontré en la esquina de la Calahorra a un buen amigo, integro, cabal. De esta última palabra dice la RAE en su 3ª y 4ª acepción:   “3. adj. Excelente en su clase. 4. adj. Completo, exacto, perfecto.” Pues eso cabal, con el que intercambié opiniones sobre lo divino y lo humano, y significó el momento mejor del paseo, al comprobar que no estamos tan solos algunos. De ahí salieron promesas de algún paseo a diversos sitios pendientes.

Cuatro puentes: Romano, Nuevo, Andalucía e Abbás ibn Firnás

Luego el disfrute del maravilloso puente romano y su restauración, bastante mejor que la del Califa en el siglo X, u otras posteriores, la de mediados de XX, del manual de reparar puentes. Y una curiosidad, desde la mitad, a pesar de la caótica vegetación que impide disfrutar del río, hice una foto en la que se ven cuatro puentes en el horizonte: el romano o califal, porque de romano solo unos sillares; el Nuevo, que no consiguió el sistema que se llamase, por la gente, de San Rafael; el de Andalucía; y el de las Habas, como lo llama un amigo, el de Abbás ibn Firná, dedicado a nuestro primer hombre volador. Desde la Cruz de Rastro son cinco pero se pierde el Nuevo tapado con el Romano. Dos mil años con un solo puente, o dos según historiadores, y en nada de tiempo ocho.

Centro de Visitantes, Santa Teresa, el Coro y espadaña

Nueva calle que da a Vallinas y la espadaña del coro en obras. Luego entré al Molino de Martos, con el ánimo de hacer un reportaje y montar una entrada para el Blog. Una educada funcionaria se ofreció a explicármelo, pero le dije que lo conocía bien de cuando era molino, y lo habitaban molineros. Hablamos de la isleta de Pelambres, de la escalera de bajada a la misma, de cuando después de volar el azud de Martos se modificó el río, surgió la playa y fue edificio de baños. Recordaba muchas barbaridades desde su trampolín o pasando los chavales por los canales inferiores. Incluso el Helicóptero Sikorsky que aterrizó en el llano. Entre charla y charla cuando iba a hacer las fotos me recomendó mirara un cartel que decía que las fotografías que se hicieran o vídeos solo podrán utilizarse con fines domésticos o familiares.

Molino de Martos de Ripoll

Bajada al Molino

Cartel en el museo

La realidad es que este tipo de prohibiciones me rebela, no las entiendo, de ninguna manera, si el museo de Bellas Artes te permite fotografiar sus obras, si incluso el clero te permite hacer fotos en “su Mezquita”, la verdad es que no sé cuál es el motivo de la recomendación. Educadamente a la amable señora, le dije que me marchaba, que ya no me interesaba hacer ningún reportaje del Molino de Martos para el Blog. La funcionaria se sintió mal por el hecho de marcharme pero la tranquilice diciendo que ella no tenía nada que ver, que mi cabreo era con determinadas prohibiciones que no comprendo, y si bien es verdad que a determinadas edades no aguanta uno un puñado de avispas en las zonas nobles, es una forma de protestar. Pero ojo esto no es nuevo de este gobierno municipal, que quede claro.

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Fotografías del autor y de autores citados

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